La Junta Central Electoral nació el 12 de abril de 1923, cuando la odiosa ocupación militar estadounidense de 1916 llegaba a su fin, en ocasión de lo cual, el 21 de octubre de 1922, se designó a Juan Bautista Vicini Burgos como presidente provisional, quien tan pronto fue elaborada la Ley Electoral designó a los titulares del nuevo órgano, encabezado por Alejandro Woss y Gil como presidente y Fidelio Despradel y Horacio Vicioso como vocales.

 

Inmediatamente fue creada, la Junta Central Electoral fijó el 15 de marzo de 1924 como fecha para las primeras elecciones, en las que tal y como señala Sandino Grullón, en su Historia Electoral Dominicana, fueron celebradas asambleas primarias para la elección de síndicos, regidores, consejeros provinciales y miembros a la Asamblea Constituyente, así de los miembros de los colegios electorales a cargo de la elección del presidente, el vicepresidente de la República, los senadores y los diputados.

 

Durante el proceso electoral, los primeros miembros del nuevo organismo confrontaron dificultades en la organización de los comicios y, además, fueron acusados de parcializarse, lo que provocó su sustitución y la designación de nuevos titulares, a la cabeza de los cuales quedó el Juez de la Suprema Corte de Justicia, Augusto Júpiter, quien fue acompañado por los jueces de la Corte de Apelación, Alcibíades Roca y Eduardo Troncoso de la Concha.

 

El certamen concluyó con la elección como presidente de la República del reconocido general Horacio Vásquez, quien encabezó la alianza de su Partido Nacional con el Partido Progresista de Federico Velázquez.

 

A partir de ese primer ensayo electoral, la Junta Central Electoral ha sido protagonista de muchos momentos memorables y de otros que han quedado grabados para siempre en la infamia.

 

Tal fue el caso del siguiente torneo electoral, el 16 de mayo de 1930, que marcó el inicio de la sangrienta tiranía de Rafael Leónidas Trujillo Molina, el cual fue elegido en unas elecciones en las que su llamada ‘Confederación de Partidos’, conformada por los partidos Republicano, Nacionalista, Coalición Patriótica de Ciudadanos, Obrero Independiente y Unión Nacional, asaltó el poder mediante una violencia tan brutal que forzó el retiro de su competidor, el candidato de la Alianza Nacional Progresista, Federico Velázquez.

 

Más adelante, el tirano eliminó a todos los partidos y constituyó el Partido Dominicano, con el cual montó seis farsas electorales, durante su régimen de 31 años, las cuales no pueden ser computadas como verdaderas elecciones.

 

Por tal razón, las elecciones organizadas por la JCE se computan a partir de las celebradas el 20 de diciembre de 1962, después de la caída de la tiranía trujillista, en las que fue elegido presidente de la República el profesor Juan Bosch, candidato del Partido Revolucionario Dominicano.

 

Un golpe de Estado se llevó temprano al gobierno del presidente Bosch, volviendo a celebrarse nuevas elecciones el primero de junio de 1966, estando el órgano electoral presidido por el Dr. Ángel María Liz, a pesar de lo cual el Dr. Joaquín Balaguer ganó las elecciones, escudado en el terror, al mejor estilo trujillista.

 

Finalmente, después de veintidós elecciones, con luces y sombras, algunas fraudulentas, como las de 1994, que impidió que el Dr. José Francisco Peña Gómez llegara al poder, y otras con algo de integridad, saludo a la Junta Central Electoral en su centenario y le deseo el mayor de los éxitos en el porvenir.