Para el emplazamiento de La Casa Farnsworth, Mies seleccionó un campo de grano a unos 30 metros del río y distante de las vías de acceso vehicular, según nos establece J. Calduch Cervera en sus apuntes sobre este proyecto.

Dejó el lugar para la implantación de la casa, fuera de las sombras de los árboles y a conciencia de las posibles inundaciones futuras. En cualquier caso, se partía de que este lugar de emplazamiento estaría situado unos 3,00 metros sobre el cauce habitual del río, y Mies elevó la obra 1,75 metros de la rasante del emplazamiento quedando el pavimento de acceso a la vivienda a unos 4,60 metros sobre el cauce del río y a unos 30 cm. sobre el agua de las posibles inundaciones.

Con respecto a la relación del organismo arquitectónico con su entorno natural, el planteamiento de Mies se basa en la idea de que la arquitectura, cuando se sitúa en un medio natural, como es el caso, se revaloriza y adquiere “un significado más profundo”.  Una relación pasiva entre organismos arquitectónico y organismo vivo, natural, o lo que es lo mismo el entorno bucólico que rodea la casa.

El ejercicio, y por consiguiente, la obra de Ludwig Mies van der Rohe tiene dos grandes focos de análisis: el concepto pabellón y el concepto rascacielos. La Casa Farnsworth, evidentemente, pertenece al primer grupo.

La Casa Farnsworth es una vivienda aislada resuelta en pabellón, con planta rectangular y el cerramiento ortogonal separando el interior del exterior. Supone ser un ejercicio de transparencia rotundo, tanto en lo conceptual como en lo materialmente físico.

La trama estructural de la casa queda resuelta mediante cuatro pórticos paralelos, de los cuales dos se encuentran en los extremos del volumen. Este volumen, que se eleva sobre el terreno, “se apunta con un aspa el porche lateral y se insinúa el podio”, según nos plantea Calduch Cervera; luego, todos los soportes son perimetrales a excepción de los dos pórticos centrales contiguos a la fachada principal.

Mies plantea una relación muy singular entre lo delimitado por los soportes, el perímetro arquitectónico cerrado por el suelo y el techo, y el espacio cerrado con vidrio. En este proyecto, los recintos funcionales se compactan en núcleos ajenos a los espacios vivideros liberándoles de otros roles que no sean el uso del espacio per se.

La obra de Mies puede ser una temática larga para nuestras columnas semanales. Incluso la propia Casa Farnsworth daría para muchos capítulos de nuestra cita de cada domingo por Acento. Un análisis bioclimático nos queda pendiente; por esta vez esperamos haber dejado inoculado la sustancia que mueva a la curiosidad del lector para conocer más y mejor sobre uno de los proyectos que ha sustentado la máxima mía de que Less is More.

Hasta la próxima.