Señores, es tanto lo que he dicho ya, que el pueblo mismo escribe por mí. -como diría el poeta Manuel del Cabral, con ligeras adaptaciones nuestra-. Esta carta es la versión del universo de voluntades, expresada ahora por el sistema de partidos. Y no están todos los que son, ni son todo lo que están. A mi juicio no habría tiempo de recoger todas las firmas porque sé, de muchos partidos que no aparecen firmando, pero están en el mismo registro y, quizás no lo han hecho por prudencia política y hasta por cordura.

Y cuando digo que este opúsculo vendría siendo mi ultima palabra en este sentido, lo justifico que lo haré porque el deber me clama plantearlo. En primer lugar, me permito darle acogida a ese documento. Y consciente que en ninguna parte está establecido que las firmas de apoyo sean requerimientos para que el Senado designe tal o cual aspirante, sin embargo, el sentir general de la ciudadanía constituye un plebiscito del concierto de voluntades, y la sinergia colectiva para tener de nuevo al magistrado Román A. Jaquez Liranzo, como presidente de la Junta Central Electoral, lo cual, significa una especie de clamor popular.

No obstante, el mismo reglamento de escogencia establece qué, instituciones pueden hacer las presentaciones de intención de referencias y apoyo a determinado aspirante. En consecuencia, en este documento subyace el interés de la paz electoral y los contratos sociales que en la persona del Magistrado Román Andrés Jaquez Liranzo, está la confianza y la garantía del afianzamiento de la integridad política y electoral. Y, por tanto, queda confirmado, según Fopppredom, la equidad, la transparencia y, sobre todo, la certeza y absoluta confianza de seguir rompiendo la vieja creencia que la JCE era una entelequia y un amasijo de descredito. Que igual manchaba el sistema de partidos, la legitimidad de las autoridades electas y, más, la confianza del pueblo elector. Me sumo a este documento y al conjunto de voluntades-expresadas o en silencio-, que respalda la ratificación de Román Jaquez. Por eso, cabe exclamar, Las buenas acciones han de recompensarse con un merito de principio, y creo que el senado, sin meternos en las voluntades soberanas propias de la comisión de escogencia, creemos que, se daría una buena señal de la nueva voluntad política, garantizándole al país, una Junta Central Electoral conducida por un presidente que pasó con honores su prístina gestión electoral del 2024.   Para mí, no creo que haya discusión de que la comisión de escogencia, también como parte del pueblo, y de estar incluidos en los resultados mas legítimos desde 1923 a la fecha, y por efecto, ser de las autoridades electas mas legitimas de la historia electoral de Republica Dominicana, por la transparencia de estas, no se identifique con el interés nacional de asegurar un órgano electoral que nos siga dignificando, y por lo tanto, no habrá de vacilar en confirmarlo según el clamor de esta carta y tantas mas que forman parte del colectivo que pide su ratificación.

Y como cierre de darle el recibimiento a la sabia decisión de Fopppredom de concertar la  voluntad de 24 partidos, con firmas y sellos institucionales, para solicitar públicamente la ratificación de Román Jaquez, debo darle los parabienes, ya que coincide con los criterios de nuestro más reciente  libro Gat análisis de las elecciones del 2024, en el que se destacan, entre otros, precisamente,  los aspectos señalados por el documento de apoyo, entre los cuales resaltan que dicha decisión se sustenta en el cumplimiento de cuatro aspectos fundamentales, tales como;  1) Recuperación de la confianza, 2) Escucha activa, 3),Transparencia y honestidad, 4) Resultados oportunos y, 5) Contribución al sistema de partidos.

Por lo tanto, a este documento enunciativo, simplemente quiero, agregar, además de los cinco aspectos que destaca el foro que aglutina a los partidos políticos, lo dictado por el artículo 211 de la Constitución Dominicana, los cuales se resumen en los siguientes; 1) garantizar la libertad, 2) la transparencia, 3) equidad y 4; la objetividad de las elecciones. -dadas como un hecho-. En consecuencia, al adherirme en todas sus partes a lo enunciado en el documento de referencia, me permito agregar que también fue notorio el cumplimiento de los catorce principios establecidos en el articulo 4 de la ley 20-23.  Es decir, que, la ratificación del magistrado Román Jaquez Liranzo constituye una honra al mérito, y como siempre él acuñó, duerman tranquilo que la Junta garantiza al pueblo dominicano, que todo está bajo control para que, en un tiempo récord, de forma como manda la constitución y las normativas, la ciudadanía dispondrá el informe de los ganadores del certamen y celebremos todos la fiesta de la democracia. Y precisamente, la gratitud por ese gran esfuerzo de devolverle al órgano su categoría de árbitro imparcial y, por darle al pueblo dominicano, unos resultados en la línea que establece Fopppredom y la inmensa mayoría del tejido social del pueblo dominicano. Sinceramente, de colofón concluyo con repetir el título de este artículo, “La carta de Fopppredom: Mi última palabra respecto a la ratificación de Román Jaquez” y, por lo tanto, esperamos que, al momento del anuncio de los nuevos miembros de la JCE, repiquen las campanadas de la honra del honor merecido, y, el país reciba la albricia de que la democracia seguirá bajo la custodia de este gran gladiador junto a un equipo de miembros que los acompañará a un nuevo destino de buenos resultados electorales para el 2028. Y digo, Fopppredom y pueblo dominicano, en buena mano, estará el pandero. ¡Enhorabuena!