El prelado católico, monseñor Freddy de Jesús Breton hizo una caracterización, a modo de análisis de coyuntura, de la sociedad dominicana actual, de los flagelos sociales que más le afectan, y que más le preocupan, independiente del lugar donde vivan, de los estamentos donde socialmente estén ubicados, aunque en esto último pudiera encontrarse alguna honrada excepción.

“Una sociedad bastante descalabrada, como está bastante descalabrada, porque no nos vamos a poner aquí negativos, pero cuando uno hace así y encuentra números de feminicidios o de asalto o de muertes, Quiere decir que algo está pasando”, es la caracterización que hizo monseñor Bretón durante la homilía con motivo de la celebración de la misa de Corpus Christi.

Para José Navarro, David Moctezuma Navarro y Diego de la Fuente, en su trabaja de investigación sobre “Descalabros y desafíos de la política social”, establecen que es consecuencia de que “las políticas de desarrollo social y superación de la pobreza no han sido capaces de revertir su crecimiento. Hay que revisar y ajustar la política social en el marco de las cifras oficiales sobre pobreza extrema”, para orientarla hacia “una nueva estrategia de crecimiento económico con equidad social.

“La prioridad no puede seguir siendo el mantener los equilibrios macroeconómicos, aunque tampoco hay que descuidarlos, pero deben ser más importantes el bienestar colectivo y la propia estabilidad social: los equilibrios fiscales, por ende, no pueden tener prioridad sobre los desequilibrios sociales. En otras palabras, es urgente un modelo de desarrollo con sentido social y humano que genere crecimiento económico, reduzca las desigualdades y fomente la cohesión social. Ese es el desafío”.

Deterioro de servicios y débil sostenibilidad

Desde hace mucho tiempo, vengo preguntándome qué está pasando con la estrategia comunicacional del Gobierno, sostenida en una profusa y abrumadora difusión de mensajes publicitarios, que buscan un posicionamiento en la población de que “estamos cambiando”, con lo que le sugiere a la población que sus condiciones de vida y de trabajo, entre otras oportunidades, están mejorando notablemente.

Pero resulta que en el mercado lo que la gente encuentra es que el costo de la vida se ha incrementado, la seguridad ciudadana, el sistema de salud y la educación van en un sostenido deterioro, en las farmacias del pueblo no están los medicamentos que buscan, la asistencia vial y las atenciones del 911 acusan un profundo deterioro, el programa de inglés de inmersión ha mermado su calidad y en algunos lugares ha desaparecido.

Que una buena parte de los proyectos anunciado por el propio presidente Luis Abinader carecen de una sólida sostenibilidad, sin aparente estudio de factibilidad, o de un simple diagnóstico de la realidad del sector hacia el cual está dirigido, como es el caso del anuncio del transporte para todos los estudiantes del país, ya que no se han visto sus resultados ni mucho menos su alcance.

Digno de recuerdo en el anuncio a todo lo alto de que tendremos a la vuelta de unos años una población bilingüe, al egresar de la educación pública, pero resulta que uno del más gran déficit del sistema de educación pública, es precisamente, la carestía de profesores de inglés, y si lo referimos a mi Provincia Barhoruco, debemos afirmar, que es la más grande preocupación de los directores de centro.