Tener diferencias a lo interno de un órgano de dirección colegiado no es falta grave. No lograr consenso para emitir una decisión de manera unánime o sin el voto disidente de algún miembro no es falta grave.

Presentar una idea distinta a la del presidente de un organismo de dirección colegiada, no es falta grave. Acudir a los medios de comunicación a ejercer el derecho de la libre expresión del pensamiento no es falta grave.

No lograr el apoyo de la mayoría de los miembros de un órgano de dirección colectiva no es motivo de acusar a una persona de no tener liderazgo y aunque lo fuera, acusar a una persona de no tener liderazgo, no es una falta grave, y si usted es la persona encargada de poner esa persona en esa posición y luego viene a criticarla, entonces el liderazgo que habría que cuestionar es el suyo, por recomendar y designar a una persona en una posición, sin haberse percatado de eso antes, no después.

El artículo 83 de la Constitución de la República es muy claro sobre cuáles son las atribuciones de los diputados y el debido proceso que debe cumplirse, para recomendar un juicio político al Senado.

Sin embargo, el informe preparado al vapor después de la reunión del pasado sábado 24 de junio, no podrá cumplir con lo que establecen los procedimientos del orden parlamentario ni los reglamentos internos de la cámara de diputados sobre las comisiones especiales.

Varios diputados miembros de esa comisión especial, incluyendo algunos del gobernante partido PRM y de sus aliados, al ver que no había consenso a lo interno de la comisión, y que el tema es muy delicado y complejo, además de las presiones que estaban recibiendo, presentaron la moción de pedir otra prórroga al pleno de la cámara baja y convocar nuevamente a los miembros de la cámara de cuentas, esta vez de manera simultánea, no individual, para buscar un entendimiento que resolviera los asuntos internos entre ellos, pero el presidente de la comisión no sometió a votación esa propuesta, quizás porque sabía que esa propuesta sí hubiese generado el consenso y se hubiese votado a unanimidad.

En su lugar, se decidió someter la aprobación de un informe que no había sido presentado ni leído, y que a ese momento, ni siquiera había sido redactado, y se anuncia en rueda de prensa, que decidieron recomendar al pleno de la cámara de diputados, someter a un juicio político a los miembros de la cámara de cuentas, sin señalar ni explicar cuáles son las faltas graves que se les atribuye haber cometido de manera individual a cada miembro, porque no se puede hacer un juicio al colectivo, ni identificar responsabilidades del conjunto, sino acusarlos de manera individual.

Ni Janel Ramírez ni Mario Fernández han cometido faltas graves. Tampoco Elsa Catano, Tomasina Tolentino ni Elsa Peña han cometido faltas graves.

La falta grave la han cometido una parte de los legisladores de la comisión especial, que por inmadurez, falta de experiencia o presiones de inmediatez, han violentado el debido proceso de la investigación y han votado por un informe que todavía no estaba redactado, sin someter otras mociones presentadas y sin señalar de manera individual las faltas que de manera colectiva, quieren imponerle a los miembros de la cámara de cuentas.

Confiamos en que el pleno de la cámara de diputados tenga la madurez y sabiduría necesaria, para enmendar y corregir esa falta de algunos miembros de la comisión especial, rechazando el informe.

Pero más aún, confiamos en que los miembros de la cámara de cuentas tengan la humildad, deposición de actitudes, y sobre todo, administración de egos personales, para aprovechar esta oportunidad, que quizás sin proponérselo, la comisión especial les ha servido en bandeja de plata, para que le demuestren al país, que además de sus excelentes curriculums y experiencias profesionales, cuentan con la suficiente inteligencia emocional de comprender que ya este tema salió de la evaluación técnico-jurídica de la ley 10-04 y entró al escenario exclusivamente político, con la correlación de fuerzas y conflictos de intereses que caracterizan las luchas partidarias, y más aún, en un año pre electoral, en medio de conversaciones sobre alianzas y selección de candidaturas.

El autor es comunicador social y ex diputado. Su correo electrónico es victor@victor.do