Antes de adentrarnos en nuestro tema principal, quisiéramos recordar dos aspectos importantes que finalmente son de gran repercusión en lo que se refiere a la gestión administrativa y los resultados que se esperan obtener.
Recordando a Frederic W. Taylor, a quien se le conoce como “El padre de la Administración Científica, cuya metodología tiene sus bases en métodos y leyes científicas que permiten una racionalización de los procesos productivos (división de las tareas que componen una operación), mejorando los tiempos de ejecución, lo que conduce al final a un abaratamiento de los costos. La administración científica de Taylor sustituyó la vieja manera empírica en que se realizaban los procesos y a la obtención de mejores resultados. En este mismo sentido, recordamos los cuatro principios básicos de la administración, reconocidos de manera universal, Planeación, organización, dirección y control, principios que deben aplicarse todos para lograr una gestión o administración exitosa.
Aunque Taylor, se enfocó fundamentalmente en los procesos industriales, sus principios y metodología, muy bien pueden aplicarse a empresas no necesariamente industriales, ya que prácticamente en todo tipo de empresa se realizan labores que pueden ejecutarse de manera mas eficiente mediante la aplicación de los métodos y técnicas desarrollados por él. De hecho, el propio Taylor definió la administración, como el arte de saber hacer exactamente lo que se quiere hacer, ejecutarla de la mejor manera y al menor costo. Hay que hacer la salvedad de que la mejor manera no existe ya que sería lo óptimo y lo óptimo es utópico, debido a que siempre existirá un método o forma mejor de hacer lo que se quiere, sin embargo, Taylor planteó y desarrolló la racionalización de los procesos para mejorar los resultados.
Partiendo de lo anterior, parecería lógico asumir que la complejidad de una empresa, mas que de sus niveles de inversión, podría estar enmarcada dentro de que tan complejas resulten la conjunción de las cuatro etapas de los principios de la administración científica, o sea factores muy intrínsecos dentro de los procesos propios de cada empresa. La inversión podría catalogarse como un factor de riesgo, mas que de gestión, ya que una buena gestión reduce el riesgo que tendrán los inversores al realizar una inversión en cualquier empresa.
En este caso nos interesa ponderar la complejidad de una empresa, específicamente una dedicada a la explotación de la aviación comercial y eventualmente hacer una correlación teórica de los factores que han incidido en el desarrollo de esta actividad en la República Dominicana y del porqué han habido tantos fracasos en los numerosos intentos que se han realizado.
Para poner en contexto al lector, sería interesante hacer un relato histórico breve(1962-1995, 1996-2021), de cómo se ha venido ejecutando la aviación comercial de carácter internacional en el país, lo cual podría ser importante para comprender las razones que han llevado a la Republica Dominicana a convertirse en un país que, aunque su economía descansa en gran medida en el sector turismo que debería ir de las manos con el desarrollo de la aviación comercial, lo cierto es que la mayor parte del tiempo, han estado bien distanciados y en ocasiones parecería que son actividades antagónicas, por lo menos en este país.
La Aviación Comercial de la Republica Dominicana en los últimos 60 años, podría dividirse en dos periodos, 1962-1995 y 1996-2020, división que se corresponde con una importante participación de líneas aéreas dominicanas en el transporte aéreo de pasajeros y movimiento de carga que se produjo durante el primer periodo.
En este primer periodo las principales líneas aéreas dominicanas que participaron en el transporte aéreo de pasajeros y carga eran Dominicana de Aviación (CDA), Aerovías Quisqueyanas, Aeromar, APA International Air, Hispaniola Airways, Aerochago Airlines, Aerotour Dominicana, Air Century, Caribair, Transporte Aéreo Dominicano (TRADO), Helidosa Aviation Group, Servicios Aéreos Profesionales. Así mismo operaron pequeñas líneas aéreas que realizaban vuelos domésticos y charters a diferentes destinos en el Caribe.
Por otro lado, las principales líneas aéreas extranjeras que operaban vuelos regulares al país en este primer periodo eran, American Airlines, Eastern Airlines, Pan American Word Airways, Iberia, Avianca, Varig Airlines, Copa Airlines, Viasa Airlines, y Cubana de Aviación. También operaban otras aerolíneas en vuelos charters procedentes principalmente de Europa.
Al final de este periodo (1995), de las líneas aéreas dominicanas, ya habían dejado de operar Dominicana de Aviación, Aerovías Quisqueyanas, Aeromar, APA Internacional Air, Aerotour Dominicana, Caribair y TRADO.
De las líneas aéreas extranjeras indicadas, al final del primer periodo (1995), habían dejado de operar Eastern Airlines, Pan American Word Airways y Viasa Airlines.
Al considerar tanto las líneas dominicanas y extranjeras que desaparecieron al final de este primer periodo, es obvio que se produjo un gran vacío en la oferta aérea, lo que abrió las puertas para que otras líneas aéreas, principalmente norteamericanas, fueran penetrando en este mercado sin que hubiese una verdadera competencia de aerolíneas dominicanas, en razón de que para el 1995 el país se encontraba en la categoría 3 y ninguna aeronave con matrícula dominicana podía volar al territorio estadounidense, que ha representado tradicionalmente el principal mercado aéreo para el país.