Con Gaza en el corazón
Es un hecho demostrado que la ansiedad es el síntoma o en algunos casos la enfermedad que más problemas cognitivos genera. Además, produce un sufrimiento muy grande, que no puede compararse con ningún otro; es peor incluso que el dolor de cualquier tipo y hasta que de la disnea, que es la dificultad para respirar.
La ansiedad es el miedo absoluto a todo, es un síntoma tan paralizante y tan inhibidor que somos incapaces de procesar la información del día a día y nuestros niveles de cortisol se elevan al máximo. Esta hormona es cíclica, va en función de nuestros ritmos biológicos, en función del día y la noche. Todo este cortejo de signos y síntomas nos aísla, hace que seamos incapaces de pensar con claridad, de prestar atención a la información de nuestro entorno y eso, a su vez, altera gravemente nuestra memoria de trabajo, con la que desarrollamos nuestras actividades cotidianas básicas.
La ansiedad es un síntoma de algo más profundo y que afecta a nuestro ánimo, pero desde luego es una prioridad atenuar un síntoma tan paralizante y agotador. ¿Cómo podemos protegernos de los factores que la desencadenan? Muchas veces las conductas evitativas son una forma de protección, pero no se puede vivir sin libertad mental.
En ciudades como Santo Domingo, una gran urbe con mucho ruido sonoro y visual, es complicado. Uno de los principales elementos de estrés es el ruido, que estimula directamente de mala manera nuestra corteza cerebral. En general, todos los estímulos eferentes que nos llegan por uno de nuestros sentidos, como son el auditivo y el visual, generan un proceso de modo de huida como una defensa inconsciente que todos los mamíferos tenemos activada.
Por tanto, el tráfico de vehículos debiera ser amable y fácil, no un generador de ansiedad. Sin embargo, en la capital de nuestro país el orden vial es un gran problema que afecta a la totalidad de sus habitantes, de todas las edades. Es el ejemplo de un estresor medioambiental del que no podemos abstraernos o aislarnos. No existe ningún gobierno que pueda organizar algo si sus ciudadanos no colaboran de una forma más proactiva. El ruido, la velocidad en la circulación, tener empatía y sobre todo educación es fundamental para la convivencia. El control del ruido está en todos los programas mundiales de salud pública, aunque parezca increíble. Para una persona con ansiedad enfrentarse al tráfico de la ciudad de Santo Domingo es una prueba de fuego para su resistencia.
Toda persona que padece ansiedad sabe que tiene un problema, es consciente de su síntoma, pero lo que desconoce es la repercusión que este le produce en esferas como la memoria y muchas veces considera que una cosa no tiene relación con la otra y, sin embargo, están estrechamente relacionadas. Esta situación afecta a todas las edades, incluso a niños pequeños que por múltiples causas presentan estados de ansiedad y tienen fracaso escolar y problemas para el aprendizaje.
En adultos con mucha ansiedad, el problema no es que no sea consciente de su síntoma, sino qué hace para atenuarlo, puesto que muchas veces la vía de escape es el alcohol y, por tanto, en lugar de un problema tenemos dos y muy graves. Existen otras sustancias que alivian, pero no mejoran ni erradican la crisis de ansiedad. El uso oculto de fármacos es también muy habitual, ya que, ante un sufrimiento tan intenso, se busca alivio a cualquier precio.
Si padeces ansiedad, el único capaz de ayudarte es un médico titulado. Acude a tu centro de salud más cercano para que te ayude y te guíe.