Granada – Alhambra: Inscripción Galería Patio de los Leones, “Wa-la illa galib Allah”

No hay más vencedor que Alá Lema de la dinastía nazarí.

 Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-38300267

El conjunto monumental de los Palacios Nazaríes de la Alhambra establece un diálogo fascinante con el visitante de los mismos.  La dinastía nazarí construyó esta increíble ciudad palatina que nos comunica la existencia de un ambiente altamente religioso musulmán, sumamente intrépido en el empleo de los elementos arquitectónicos, un espacio en el que sin dudas floreció la cultura, las matemáticas y las ciencias.

Mi hermana y yo quedamos impresionadas con el aporte de ilusión visual de los azulejos con diseños simétricos y repetitivos en negro, azul, blanco, amarillo y verde se convierten en punto focal de los muros; observados a contra luz resultan como un espejo gracias a una depurada técnica de vidriado de los mismos.

Granada – Alhambra: interior Palacio de Comares (uno de los Palacios Nazaríes). Foto propia.

La fotografía que antecede, si se observa desde el suelo hasta el techo, muestra un interesante efecto visual de luz y sombra que producen los elementos arquitectónicos empleados en la decoración de pisos y paredes.

Los pisos que han sido restaurados su estado original, en barro, y en cada salón ofrecen una disposición distinta. Las celosías en las ventanas de las habitaciones más privadas administran la iluminación y ventilación del exterior, al tiempo que crean un ambiente más dramático en el espacio.

En la foto se aprecian los azulejos y la yesería con epigrafía y decorados suaviza el recorrido hacia los techos, aportando belleza y mensajes en los mismos.

Con el objetivo de enriquecer estas crónicas, después de hacer la visita descubrí que los matemáticos han analizado los azulejos de cerámica vidriada y han logrado descubrir claves interesantísimas sobre las figuras geométricas empleadas para crear los diferentes patrones que decoran los muros de los palacios, que revelan el avance de los nazaríes en esta disciplina.

A pesar de su aparente simplicidad, los matemáticos han explicado que los suelos y muros de la Alhambra reúnen los denominados “17 grupos cristalográficos”.  Los expertos comentan que en principio podría parecer que, las posibilidades de combinar polígonos en un plano son infinitas, sin embargo, el matemático Evgraf Fedorov en 1891, probó en un teorema que solamente son posibles 17 combinaciones.

Granada – la Alhambra: ejemplo de los elementos arquitectónicos empleados en la decoración de las paredes de los Palacios Nazaríes.  Foto propia.

Resulta pues que la limitación propia de los musulmanes en cuanto a los elementos decorativos permitidos por la religión, sugiere haber causado la creatividad y audacia de los artesanos nazaríes en el diseño de los azulejos cerámicos de la Alhambra, prácticamente cinco siglos antes de que fuera demostrado el teorema de Fedorov.

Esta originalidad de los Palacios Nazaríes fue descubierta por otra matemática, Edith Alice Müller en 1944, presentando el caso único de estos palacios en su tesis.

Atravesando portales y salones, uno podría llegar a suponer las animadas conversaciones entre los arquitectos, diseñadores y artesanos, sobre la importancia de los símbolos; visualizar este espacio de crecimiento cultural auspiciado por la dinastía nazarí, un lugar creativo en el cual los musulmanes, tornaron sus limitaciones religiosas para los decorados, en su mayor riqueza; es fácil imaginar a estas gentes dibujando, superponiendo, rotando, desplazando los polígonos más conocidos, ideado todas las combinaciones posibles para la satisfacción del sultán de turno.

Así, este monumento no solamente cuenta la historia de sus gobernantes, sino la historia de las mentes y los espíritus de la gente común que trabajaba para el sultán en la construcción de sus palacios.

Granada – La Alhambra: detalle de un muro en los Palacios Nazaríes. Foto propia.

Como si fuera poco el aporte matemático/estético de los azulejos cerámicos nazaríes, las paredes son completadas con la yesería constituida por letras grabadas en las paredes imbricadas en la decoración vegetal y de formas, de manera que no basta conocer el árabe clásico para descifrar lo que comunican los epigramas en las paredes de los Palacios Nazaríes.

Uno de los epigramas más notorio es el que encabeza este artículo, a saber: “Wa-la illa galib Allah” que significa “No hay más vencedor que Alá”. Éste constituyó el lema de la dinastía nazarí y se repite muchas veces en las paredes del palacio.  Probablemente era un mensaje a los súbditos de la dinastía, aunque en mi opinión personal parece más dirigido a las embajadas de la Corona de Castilla que venían derrotando en el campo de batalla a los musulmanes y tomando territorio de la Península Ibérica, para comunicar el mensaje del último reducto musulmán en el Sultanato de Granada, consistente en que aun cuando sean vencidos los musulmanes en los campos de batalla, al final es Alá el único vencedor.

Se ha determinado que al menos tres poetas de la Corte de Granada, Ibn al-Yayyab (1274-1349), Ibn al-Jatib (1313-1375) e Ibn Zamrak (1333-1393) contribuyeron a convertir los palacios en monumentos parlantes, a causa de las limitantes de decoración que poseen los musulmanes.

Granada – Alhambra: Puerta de Comares en palacio del mismo nombre. Foto propia.

Por ejemplo, nos cautivó la Puerta de Comares, célebre por su simetría arquitectónica, la cual incluye en la base del muro azulejos (no visibles en la foto).  El hallazgo de coronando el muro se halla una oda al sultán de turno le aporta un significado especial a esta puerta, que pasa de su función práctica, a ser un homenaje a las victorias del representante de la dinastía nazarí que ordenó su construcción, un símbolo de su poder. Una versión de la traducción del poema es la siguiente:

Poema de la puerta de Comares 

«Soy corona en la frente de mi puerta:
envidia al Occidente en mí el Oriente.
Al-Gani billah* mándame que aprisa
paso dé a la victoria apenas llame.
Siempre estoy esperando ver el rostro
del rey, alba que muestra el horizonte.
¡A sus obras Dios haga tan hermosas
como son su temple y su figura»

(*) Al-Gani billah: El vencedor por Dios: Sobrenombre tomado por Mohamed V tras la victoria de Algeciras en 1369.

Continuaremos en la próxima entrega con nuestras impresiones sobre los célebres patios de los palacios, y el importante aporte a la ingeniería hídrica de la Alhambra.