1. Un hombre ante un mapa dice, en su idioma: esto está saliendo bien, como si hablara de la organización de un baile de fin de curso cualquiera.
2. Otro humano en cima del suelo dice: mi compañero está muerto, ¿lo ves? ¿ese cuerpo de ahí? Mi compañero ha muerto.
3. Un niño viene de otro país en línea recta hacia los brazos de los padres a quienes les fue arrebatado a la fuerza –y hay líneas rectas que son todavía más cortas que aquello que la geometría enseña: el hijo va directo a la madre desde otro país: las líneas rectas afectivas son infinitamente más cortas que las líneas rectas geométricas.
4. Mientras tanto, visto por casualidad, un anuncio en los periódicos de los países en tiempos pacíficos enseña cómo debe hacerse ejercicio cuando se tiene poco tiempo y mucho trabajo.
5. La idea de hacer ejercicio físico artificial, en gimnasios u oficinas, les debe parecer muy ridícula a los soldados que descansan después de la batalla.
6. El esfuerzo, en tiempos de paz, para perder barriga de manera a que, en la playa, los ojos pasen de piadosos a atentos – y, al otro lado, los esfuerzos, de otra naturaleza, en tiempos de guerra.
7. No parece haber comunicación posible. Son dos humanos: aquel en tiempo de paz, aquel en tiempo de guerra.
8. Un soldado que se mira al espejo, no para ver si está peinado o bello, sino para ver la gravedad de la herida.
9. ¿Lo ves como estás bello? ¿Lo ves como estás herido? – dos observaciones distintas, en distintos momentos, del mismo espejo.
10. Me imagino un soldado que, tras la guerra, traiga el espejo que lo ha acompañado en esos duros meses: cómo cambia el espejo, cómo cambia el rostro.
11. El espejo no se utiliza de la misma manera en tiempos de guerra y en tiempos de paz, en espacio de guerra y en espacio de paz.
12. Una foto, de los primeros días de la guerra en Ucrania, muestra un tanque avanzando solo por una carretera. Una rareza – como si las carreteras no estuvieran hechas para eso.
13. Otra foto muestra un coche completamente destrozado, el metal doblado, retorcido. Sin embargo, casi como un milagro inútil, la matrícula está allí, intacta: exactamente con su forma inicial, con sus números y letras bien visibles – como si la destrucción quisiera dejar la identidad de aquello que destruye, en una suerte de ejercicio perverso que pensábamos que las bombas no ejercerían.
14. Otra foto, mucho más reciente, de una anciana ucraniana, de nombre Svitlana, que, ante un paisaje de destrozos (un paisaje que deja de ser paisaje y ya solo es destrozos, resto, esquirla) que ante los efectos de una explosión, pues, lleva en brazos a un perro blanco, un perro superviviente.
15. La noticia explica que Svitlana es “una residente local que abraza a su perro ciego cerca de su casa en Druzhkivka, región de Donetsk, este de Ucrania”.
16. El perro ciego es transportado, en medio de destrozos, por la abuela ucraniana.
17. ¿Dónde están los nietos? La noticia no lo explica.
18. Svitlana, cuenta la noticia, recibe “de la ONG local “Terytoria Dobra” (Territorio de la bondad) alimentos para sus 13 perros y 14 gatos”.
19. La ONG “Terytoria Dobra” busca ayudar a los animales que sobreviven entre las ruinas y en los restos de los bombardeos: hay metal y ladrillo destruido, hay cuerpos muertos, otros vivos, y hay también, para sorpresa de muchos, perros y gatos que se escapan – quizá por ser más pequeños, quizá por ser más ágiles, quizá porque no son los objetivos.
20. Unos son abandonados por los dueños que huyen, otros son abandonados por los dueños que mueren.
21. Pero todos sabemos que morir no es abandonar de la misma manera que huyendo.
22. La foto de la abuela Svitlana parece ser una imagen síntesis de la guerra.
23. La idea de un pequeño perro ciego que sobrevive a un bombardeo es una imagen de resistencia difícil de igualar.
24. Svitlana lleva al pequeño perro blanco y ciego en brazos, y talvez explique al reportero que el perro ya era ciego, que no ha perdido la vista con ninguna esquirla. Era ciego y ha sobrevivido.
25. El pequeño perro blanco y ciego ha sobrevivido.
26. Talvez la abuela Svitlana le haya dicho al reportero que, si su perro ciego ha sobrevivido, ella también tiene el deber de sobrevivir.
27. Alguien tiene que cuidar a los perros ciegos – quizá haya dicho también a los reporteros mientras se alejaba, la bella, muy bella, abuela Svitlana.
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Traducción de Leonor López de Carrión
Originalmente publicado en el Jornal Expresso