Dedicado con especial admiración y respeto a Doña Brunilda Soné y  Don José Tiberio Castellanos Vargas, entonces jóvenes militantes y dirigentes de la Juventud Democrática. Doña Brunilda, con el favor de Dios,  cumplirá cien años  el próximo día 8 de marzo del 2024, Día Internacional de la Mujer; Don Tiberio ha arribado ya a los 97. En ambos resplandece, en sus gloriosas arrugas y en sus encanecidas cabezas, el brillo inextinguible del amor a la libertad que, hace ahora ocho décadas, los lanzó a la lucha para matar el miedo y  soñar caminos de esperanza y redención para la patria sojuzgada.

¡Honor por siempre a estos dos grandes de la patria y en ellos y con ellos  a cuantos militaron y sufrieron cárcel, tortura, las penurias del exilio  o la muerte en aquellos días ominosos. Ellos fueron, tal como expresara Don Virgilio Díaz  Grullón: “… un aura precursora de la anhelada libertad”.

1.- La juventud democrática en la provincia de la Vega. Apresamientos y persecuciones en el contexto del mitin del PSP el  15 de  diciembre de 1946

Las actividades proselitistas y de propaganda de la Juventud Democrática continuaron sin desmayo en Santiago y la región del Cibao.

En un gesto de admirable valentía, Gilda Pérez, corriendo riesgos innombrables llevaba el periódico Juventud Democrática a Puerto Plata, en cuya distribución colaboraba el Señor Hans Heinsen,  fielmente identificado  con la lucha.

En la provincia de la Vega, asumiría un papel destacado Doña Brunilda Soñe, a quien cabe el mérito de ser la organizadora de la primera célula de la Juventud Democrática en aquella provincia. Fue en la casa de su tía, Doña América Pérez, casada con el ciudadano español Don Emilio Pérez.

Entre los nombres de los primeros afiliados a la Juventud Democrática en La Vega, Doña Brunilda recuerda a Rosa Guzmán y su hermano José Delio Guzmán y a Mario Fernández Muñoz.

Además de los nombres mencionados por Doña Brunilda, figuran en la matrícula inicial de afiliados a la Juventud Democrática, conforme la información del historiador vegano  Alfredo Rafael  Hernández, los siguientes miembros, a saber: Andrés Bretón (Dedé), Rafael Espínola Peralta, Moisés Castillo Gratereaux, Sandino Jiménez y Quico Coste, entre otros.

Conforme la información de Hernández, fue en el “parque de los estudiantes” ( cuchilla de intersección de las calles Benito Monción donde Brunilda Soñe y el Ingeniero Antonio Mencía juramentaron a Mario Fernández, Andrés Bretón ( Dedé, Rafael Espínola, Moisés Castillo, entre otros”.

2.- El mitin del PSP en  La Vega y apresamiento de dirigentes de la Juventud Democrática

En la tarde del domingo 15 de diciembre de 1946 se llevaría a efecto, en el Parque Hostos, de la Vega,  el mitin del Partido Socialista Popular en La Vega, ocasión en la que acudieron los dirigentes de la Juventud Democrática de Santiago para solidarizarse con su causa.

Entre los oradores que escalaron la tribuna en aquel mitin de la Vega, se encontraban, entre otros, Julio Raúl Durán, Pablo Martínez, entonces Presidente del Comité del Partido Socialista Popular en la Vega y el distinguido abogado Guillermo Sánchez Gil. Intervino, de igual manera, el dirigente obrero cubano Ursinio Rojas, quien se encontraba en el país en momentos en que se celebraba el Congreso Obrero, proveniente de Cuba, junto a su compañero de militancia Buenaventura López.

Desde Santiago acudieron aquella tarde los dirigentes de la Juventud Democrática, pues cabe recordar la íntima imbricación existente entre el Partido Socialista Popular (el PDRD en la clandestinidad)  y la Juventud Democrática, anteriormente Juventud Revolucionaria.

Cabe recordar, a este propósito, que los aprestos organizativos de la Juventud Democrática en Santiago estuvieron orientados por importantes dirigentes del Partido Socialista Popular, que desde Santo Domingo se trasladaron hasta aquella ciudad con tal propósito como lo habían hecho ya desde 1944 en la gestación inicial de la Juventud Revolucionaria. Entre estos cabe mencionar a Mauricio Báez, Ercilio García Bencosme y Julio Raúl Durán, inicialmente dirigentes del PDRD clandestino, transformado en PSP tras la transitoria legalización, como anteriormente se indicara.

Es de importancia destacar este precedente, pues aquella tarde del domingo 15 de diciembre de 1946, mientras se encontraban sentados en el parque Hostos, de La Vega, fueron agredidos, frente al cuartel de la Policía, por una furibunda turba trujillista  los dirigentes de la Juventud Democrática de Santiago Rafael Moore Garrido(Fellín), Gustavo A. Patiño,  José Tiberio Castellanos Vargas, José Arismendi Patiño, Amiro Cordero Saleta y Rafael Pichardo por parte de cinco individuos que formaban parte del conocido “ Cuerpo de Veteranos”, una furibunda turba de maleantes al servicio del régimen, todos con un reconocido prontuario delictivo en la Vega, Santiago y otras demarcaciones.

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José Tiberio Castellanos Vargas, entonces joven militante de la Juventud Democrática, apresado en La Vega en 1946
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José Arismendy Patiño Martínez, dirigente de la Juventud Democrática y luego mártir de la expedición del 14 de junio de 1959

Mientras evitaban escudar los golpes, los dirigentes agredidos clamaban por el auxilio de la Policía, el cual, desde luego, no recibirían, pues se trataba de un plan macabro, preparatorio  del escenario para su posterior apresamiento y condena.

Ambos grupos fueron apresados, pero todo se trató de una farsa siniestra. Mientras tres de los cinco agresores fueron liberados y dos de ellos fueron condenados a cinco días de prisión,  Gustavo Adolfo Patiño, de la Juventud Democrática,  fue apresado durante seis días en la fortaleza del Fuerte Concepción y a José Tiberio Castellano Vargas le fue dictada una sentencia condenatoria de tres meses de prisión y cincuenta pesos de multa, que era entonces todo un capital.

Preciso es consignar en este contexto  la valiente y arriesgada participación de un destacado jurista vegano, el Dr. Guillermo Sánchez Gil, quien asumió como causa propia la defensa pública de los jóvenes dirigentes de Juventud Democrática que fueron apresados. Debido a su reconocida identificación con la causa, fue hecho prisionero el miércoles 19 de diciembre de 1946, apenas 24 horas después de que se dictara el mamotreto de sentencia ya indicado.

3.- La Juventud Democrática en San Pedro de Macorís y otras localidades del pais

Otro  destacado núcleo de la Juventud Democrática fue constituido en San Pedro de Macorís, provincia donde tenía un profundo arraigo el movimiento obrero, como ya es sabido, por ser la cuna de reconocidos luchadores en defensa de los  trabajadores, vinculados esencialmente al cultivo de la caña, como Mauricio Báez y Justino José del Orbe entre otros.

El Comité Provincial Petromacorisano fue constituido el 9 de diciembre de 1946, ocasión en la que lanzaron un importante manifiesto, acción  similar a la realizada días antes por la Juventud Democrática de Santiago.

Sobre los  jóvenes dirigentes  petromacorisanos y sus familiares se desatarían, de igual manera,  las más variopintas coacciones por parte del régimen. Apresamientos arbitrarios, cancelaciones en los puestos de trabajo lo mismo que veladas y manifiestas amenazas de privación de sus medios de vida, práctica consuetudinaria del régimen para forzar la claudicación de quienes se identifican con la lucha. Una ola injustificable de intimidación y amedrentamiento.

Uno de sus más reconocidos dirigentes, José Antonio Puello Ortíz, fue apresado bajo la acusación de “vagancia” y fueron amenazados con pena de cárcel otros dirigentes, como fue el caso de Félix Barbosa Aquino, Juan Canto Rosario y Víctor Manuel Ortiz.

Ante aquella oleada de apresamientos, tronó fuerte y clara  la tribuna del periódico Juventud Democrática:

La criminal agresión ocurrida en La Vega y las brutales e injustas persecuciones de que fueron víctimas nuestros compañeros de San Pedro de Macorís nos afirman en nuestra convicción de que existe un diabólico plan de amplitud nacional, elaborado en las más altas esferas reaccionarias, con el que se pretende aplastar nuestra querida Juventud Democrática y a todo el naciente movimiento democrático dominicano”.

4.- La Juventud Democrática y la visita al país del primer Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Trygve Lie

El 10 de enero de 1947 y hasta el 31 del mismo mes,  inició su primera  gira por América Latina el primer Secretario de la naciente Organización de las Naciones Unidas, el noruego Trygve Lie, acompañado del Secretario General Adjunto de la Organización, Benjamin Cohen y otros altos funcionarios de la misma,  gira que le llevaría a México, Guatemala, el Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Haití y la República Dominicana.

El día 28 de enero de 1947 fue programada su visita a la República Dominicana, ocasión en la que vieron los jóvenes dirigentes y militantes de la Juventud Democrática y de las demás organizaciones que se acogieron a las fementidas promesas de militancia legalizada, ocasión propicia para el afianzamiento y propagación de sus ideales democráticos.

Su Secretario de Propagada, José Ramón Martínez Burgos a través del periódico Juventud Democrática, en su edición del 25 de enero de 1947, haría el siguiente llamamiento público:

“LA JUVENTUD DEMOCRÁTICA INVITA A LA JUVENTUD DOMINICANA Y AL PUEBLO EN GENERAL A ASISTIR AL AERÓDROMO “GENERAL ANDREWS” EL PROXIMO MARTES 28 DE ENERO A LAS 3:30 DE LA TARDE PARA TRIBUTAR UN CALUROSO RECIBIMIENTO AL SEÑOR TRYGVE LIE, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS.

¡POR EL TRIUNFO DE LA DEMOCRACIA DOMINICANA!

¡POR LA CONQUISTA DE UNA PAZ MUNDIAL JUSTA Y DURADERA!

¡VIVA EL PUEBLO DOMINICANO! ¡VIVAN LAS NACIONES UNIDAS!”.

Y para dar más afianzamiento a su propósito, en fecha 22 de enero de 1947 dirigieron una comunicación al entonces Presidente del Consejo Administrativo de Santo Domingo, hoy Ayuntamiento del Distrito Nacional, Lic. Wenceslao Troncoso, en el cual, con el especial motivo de tan ilustre visita, le instaban a declarar no laborable la tarde del 28 de enero de 1947 e invitar al comercio en general a cerrar sus puertas y a suspender sus labores durante la misma, bajo la motivación de que en la ONU, “tienen cifradas las esperanzas los pueblos del mundo para cimentar una paz justa y duradera”.

En la tarde del día  29 de enero de 1947, el Secretario Lie ofrecería una rueda de prensa con los representantes de los medios entonces existentes. A la misma concurrieron, entre otros, Félix  Servio Docoudray por “El Popular”, órgano de difusión del Partido Socialista Popular y José Antonio Martínez Bonilla, entonces director del periódico  “Juventud Democrática”.

Martínez Bonilla formuló  al Secretario Lie la siguiente pregunta: ¿Quiénes son los representantes de las Naciones Unidas ante cada uno de los pueblos a fin de supervigilar el que cada gobierno cumpla los principios que sustenta la organización? La pregunta, como se advierte, comportaba una clara intencionalidad.

En hábil respuesta diplomática, Lie le contestó que no existía una representación en cada país para encargarse de lo atinente a los derechos humanos y que la única instancia de la Organización responsable de velar por este tema era la Comisión de Derechos del Hombre y que en lo relativo al cumplimiento de  los principios que sustentaban la organización, el mismo era competencia de cada gobierno.

5.- Continuación de la lucha de Juventud Democrática hasta su ilegalización. Relación de los dirigentes perseguidos y encarcelados.

Las acciones propagandísticas y de manifestaciones públicas de Juventud Democrática continuarían en Barahona, el Seibo y otras provincias. Durante los primeros meses del año 1947 arreció la hostilidad del régimen hacia sus miembros.

A principios de febrero de 1947 hicieron reiteración al entonces Rector de la Universidad de Santo Domingo, Julio Vega Batle, de la carta que el 9 de noviembre de 1946 habían enviado a su anterior rector el Lic. Julio Ortega Frier, en la cual solicitaban se reconsiderara la solicitud de readmisión a la Universidad de los bachilleres normalistas y dirigentes de Juventud Democrática Manuel Mena Blonda, José Ramón Martínez Burgos, José Manuel Peña Hijo( Cuco), Alfredo Lebrón Pumarol y Virgilio Díaz Grullón, entonces suspendidos de la misma.

Ante el asedio de los aparatos represivos, muchos de los dirigentes tanto del Partido Socialista Popular como de la Juventud Democrática, se vieron precisados a buscar asilo  en varias de las embajadas latinoamericanas entonces acreditadas en nuestro país,  entre otras  las de México,  Venezuela y Guatemala; otros pudieron escapar  a los Estados Unidos.

Tras la farsa electoral del 16 de mayo de 1947, Trujillo se propuso poner término al interludio de tolerancia. El  8 de junio de 1947 presentó al Congreso Nacional el proyecto de Ley que declaraba ilegales las “agrupaciones comunistas, anarquistas y otras contrarias a la Constitución”, propuesta que, como era de esperarse, se convirtió en ley dos días después en el Senado y cuatro días después en la ley 1443, del 14 de junio de 1947.

Ya había hecho eclosión la guerra fría y con el apoyo norteamericano se fortalecieron las dictaduras ante lo que se entendía  el enemigo mayor  englobado bajo el concepto de “comunismo” sin distinción alguna de matices ideológicos.

Larga es la lista de quienes fueron encarcelados en distintas cárceles en aquellas horas pesarosas. En el caso de la Torre del Homenaje, conforme el listado  que hemos podido ir construyendo, especialmente de las celdas 6 y 8,  se encontraban  los siguientes, tanto del Partido Socialista Popular como de la Juventud Democrática en 1947 y otras agrupaciones, a saber, entre otros:

Manuel Mena Blonda, Dr. José Antonio Martínez Bonilla, J.R. Martínez Burgos, Dr. Rafael Moore Garrido, Cecilio Grullón, Amiro Cordero Saleta, José Arismendy Patiño(Chepito), Gustavo A. Patiño, Lulú Quezada, Mario Fernández, Víctor Tavarez, Andresito Martínez B., Jacinto Peynado, Moisés Castillo, Medardo Cordero Saleta, Miguel A. Román García, Andrés Bretón, Ramón Grullón, Quiquí Castro, Lic. Luis E. Perelló, Dr. Aquiles Ramírez, Julio Raúl Durán, José Pizano, Dr. Guillermo Sánchez Gil., César Augusto Batista, Freddy Valdez, Poncio Pou Saleta, Pablo Antonio Martínez, Juan María Ramírez, Luis Emilio García, Frank Liranzo, Lic. Ángel Liz, Pablo Puello, Otilio Arias, Salvador Aybar Martínez, Carlos Ramírez, Luis R. Quezada, Pedro Nadal, José López Castillo, Juan Casasnovas, Emilio Montás, César Martínez, Ramón Abreu, Miguel Fuerte Veloz, Dr. J. Granados Grullón, D’Anunzzio Marchena, Aníbal Vásquez, César Montás, Dr. José Augusto Puig, Lic. Carlos Grisolía P., Miguel A. Pelegrín, Sergio M. Ildefonso (Caporí), Juan Antonio Díaz, Cristóbal Pinales, Emilio Pérez, Alipio Escoto, Quico Escoto, Dr. Rojas, Dr. Emilio de los Santos,  José T. Domenech, Emiro de Lima Meriño, Andrés Martínez Bonilla, Andrés Martínez Aybar, Tito Bidó, José del Orbe, Frank Grullón, Romero, Ventura Jhonson Pimentel, Ercilio García Bencosme, Santana, Quirico Valdez, Carlos León, Vitico Caminero, Alejandro Mencía (La abeja), Fello Lorenzo, Machito Canto, Niño Ramírez, Marino Rocha, José Escoto, Leandro Escoto, Carlos González, Carlino González y  Miguel Pichirilo.

Muchos son los que faltan en esta lista preliminar. De muchos de ellos, jamás sabremos sus nombres ni dónde descansan sus restos, pues fueron asesinados y desaparecidos. Otros, como ya se indicara, pudieron salvar su vida acogiéndose al asilo diplomático. Parte de ellos regresaron después en las expediciones de Cayo Confites (1947), Luperón (1949) y en junio de 1959 abonando con su sangre generosa el largo y duro camino de nuestra libertad.