1.- La persona llegar a la tercera edad en el mismo medio social donde siempre ha vivido, le permite conocer la forma como van cambiando los comunitarios en su manera de ser y cómo modifican su conducta de auténticos a farsantes.
2.- Si no fuera porque creo tener mis ideas bien afianzadas, y actúo partiendo del convencimiento, la certeza, la seguridad de mis convicciones, me dejara embaucar por los que ya cambiaron de ideas políticas y se mantienen procurando distorsionar para así justificar su posición de renegados.
3.- Hace unos días me encontré con un apóstata, arrepentido izquierdista, y me dijo que creía que no era correcta mi posición de hacer causa con Julián Assange. Le contesté al infiel a la causa revolucionaria, que no conozco personalmente a Julián Assange, pero defiendo su libertad y derecho a la libre expresión.
4.- No escapa a mi conocimiento que en un ambiente como el dominicano de hoy, adecuado para los desentendidos, resulta extraño ocuparse de los asuntos que preocupan a los demás.
5.- Lo que hizo Julián Assange, fue poner al descubierto lo que estaba oculto; sacar al aire lo que se mantenía escondido; enseñarle a la humanidad entera, lo malo que se había hecho y estaba tapado.
6.- Soy un empecinado, me convierto en testarudo cuando creo que contra otro ser humano se está siendo injusto. Cómo ser indiferente ante el atropello de que es víctima quien hace uso de su derecho a decir lo que es verdad.
7.- Aunque Julián Assange, es australiano, y yo por accidente dominicano, siempre me he considerado ser ciudadano del mundo, además de que para defender la libertad de otros, no tengo limitación, porque me lo imponen mis ideales, y por lo que llegué a ser abogado, la vocación.
8.- Salir en defensa de Julián Assange, no es cuestión del otro mundo. Basta con colocarse del lado que está salvaguardar a quien resulta preso por ejercer un derecho, no por violar derechos de otros.
9.- Cómo puede una mujer o un hombre que dice ser demócrata, guardar silencio ante la persecución de un ser humano que, en lugar de violar, ejerció el derecho a la libertad de expresión y a difundir la verdad.
10.- No cuadra en quien se identifica como defensor de los derechos humanos y las libertades públicas, hacerse el desentendido, si sabe que la vida de un ente social cualquiera, sin haber violado ley alguna, está en peligro.
11.- Cada quien sabe cómo asume su compromiso ante la humanidad. Nada quita que un apático proceda distraído; encogerse de hombros; hacerse el tonto, el loco, el pendejo.
12.- La solidaridad, material o moral; la adhesión a opiniones o acciones de una organización, persona o pueblo, resulta de la sensibilidad de las mujeres y los hombres que se identifican con las causas justas.
13.- La piedra de toque en la brega por la libertad y los derechos humanos, se expresa hoy defendiendo la liberación de Julián Assange, por ser ejemplo del ejercicio del periodismo que se apoya en la difusión de la verdad.
14.- Al momento de elaborar este escrito, me informé del fallecimiento de Daniel Ellsberg, quien se hizo famoso por la publicación de Los Papeles del Pentágono, piezas escritas que sirvieron para edificar al pueblo norteamericano sobre la guerra de Vietnam.
15.- En su oportunidad, el finado Ellsberg “abogó por la defensa de otros filtradores, para los que siempre fue un modelo a seguir; desde el fundador de WikiLeaks, Julián Assange, la exanalista de inteligencia del Ejército Chelsea Manning o Edward Snowden, que desveló secretos del programa de vigilancia de Estados Unidos”. [1]
16.- En apoyo a la libertad de Julián Assange, a unanimidad; a viva voz, que se escuche a nivel mundial el reclamo, la queja, la necesidad de que sea liberado Julián Assange.