PRIMERA MEDALLA DE ORO OLÍMPICA PARA LA REPÚBLICA DOMINICANA
La primera medalla de oro Olímpica no la obtuvo el dos veces campeón súper Feliz Sánchez ni nuestro primer medallista en la historia Pedro Julio Nolasco que se alzó con el bronce en la categoría peso gallo masculino en los Juegos Olímpicos de verano del 1984 en Los Ángeles, Estados Unidos. Nuestro primer oro Olímpico lo obtuvo Robert Jiménez en la prueba de 200 m de atletismo de las ediciones Paralímpicas de verano, Atlanta 1996.
La República Dominicana tendrá una participación histórica en los Juegos Paralímpicos de París 2024, al obtener la clasificación de doce para atletas, para la 17ª edición de estos Juegos, que por primera vez se celebrarán en Francia desde el 28 de agosto hasta el 8 de septiembre 2024.
Muy jovencito practiqué Taekwondo con la ilusión de llegar a competir en certámenes internacionales. Gané plata en mi primera competencia nacional contra individuos que me llevaban muchas libras y pulgadas de tamaño. Al inicio se disputaban las filas para ponerse al lado del más flaco, buscando ventaja numérica y les salió el tiro por la culata. No fue fortuito, ya que además de las tres veces por semana que un grupo de amigos caminábamos desde el barrio cruzando el mirador sur hasta la escuela de Puellito “INDOKAKO”, con el tiempo nuestro instructor Miguel (Cuchi) Puello hacía un aparte de su tiempo y nos recibía en las afueras de su hogar para darnos un entrenamiento más avanzado que el nivel de cinturón que ostentaba.
En ese entonces el Taekwondo aunque no era deporte olímpico pero ya estaba incluido en los Centroamericanos y Panamericanos.
Sabemos que para lograr el éxito en los deportes se requiere mucha disciplina, fe, suerte, pero el apoyo de terceros es imprescindible.
Un carro público marca Austin me tronchó los sueños, cruzando la independencia para subir al Calasanz, el mismo carro que me trajo se le fueron los frenos y me golpeó, doblándome el coxis (famoso güesito de la contentura), de ahí llamaron a mi padre el Dr. Enriquillo Rodríguez Gómez y fui tratado por uno de sus colegas. Temporalmente dejé de practicar, pero meses y muchos analgésicos después intenté reintegrarme, lastimosamente no comuniqué bien la dolencia o no la consideraron de riesgo, el tema es que durante una práctica de rutina el primer día, un griego (alitraniao dando patadas sin control ni puntería) me lastimó nuevamente, forzándome con lágrimas a un retiro total de esta disciplina. Dejé los kimonos, medallas y cinturones en un rincón oscuro de la casa que reencontré casi una década despues. Mientras y ante la insistencia de mi madre Mercedes (Pichita) Amiama de cambiar los kimonos por clases de inglés, arranqué en la escuelita de nuestra querida Doña Ana Nicasio de Lembert, madre de nuestro querido amigo y hermano Marlon Lembert (Epd), Raful y Alex.
EL SUEÑO OLÍMPICO ESTÁ PLAGADO DE SACRIFICIOS Y SINSABORES
No existen los Súper Atletas, son el resultado de mucho sacrificio tanto físico como de espíritu, que sin el apoyo de ángeles que ven en ellos un potencial escondido, no lograrían llegar ni a primera base. En Latinoamérica es una constante la ausencia de apoyo gubernamental que a su vez se refleja en la falta de motivación y la limitada cantidad de preseas obtenidas comparado con el mundo. Todos quieren una foto con el ya campeón pero la ausencia de visión e interés convierte a nuestros prospectos en fantasmas que se esfuman con el tiempo.
WAGNER ASTACIO
Saliendo de una práctica de natación en el centro olímpico me topé con varios paraatletas de varias disciplinas, llamándome la atención un joven llamado Wagner y su instructora que parecía una directora de orquesta ya que gesticulaba con emoción ante cada paso que este daba. Era notorio como aguantaba la respiración y susurraba con un acento extranjero palabras de aliento en cada salto del joven.
Wagner me contó que además de salto alto jugaba basquetbol pero tenía que hacer una rutina de pesas y natación como complemento para el salto alto. Recuerdo verlo brincar por arriba de un metro cincuenta (había que medir con cinta métrica dada las malas condiciones del burro donde se marca la altura), sé que ya anda sobre los 180cm, algo fantástico.
El esfuerzo en cada intento era obvio, pero no fue hasta ver ampliadas las fotos que pude notar cuantas ganas le metía, algo sobrehumano, se percibía el dolor, las venas y arterias brotadas, los músculos a flor de piel y por momentos la frustración y amargura por los fallos recurrentes y el desgaste físico, esos segundos que a uno le resuena en la cabeza "no doy para esta vaina" pero gracias a la motivación de su coach y la autodeterminación se va convirtiendo en un ¡lo voy a lograr!. Por esto sabemos que el sueño Olímpico está plagado de sacrificios y sinsabores por lo que requieren de mucho apoyo, buena formación y Fe, pero sobretodo de tener la suerte de toparse con personitas que son luceros y los ayudan a moldear la personalidad, a generar autoconfianza y desarrollarse integralmente como deportistas.
Para lograr transcender en el deporte se tiene que dejar la hiel en las pistas, propensos a lesionarse por infraestructuras en muy malas condiciones, alimentación inadecuada dada la exigencia requerida por atletas de alto rendimiento y a la vez obtener una educación que les sirva de base y plan B en la vida.
Instalaciones deportivas tenemos muchas, la mayoría casi o totalmente abandonadas. Cada Presidente electo para dirigir la Nación, en su narcisismo político construye nuevas obras olvidando las demás que no llevan su ADN.
¡Por qué no invertir en las ya existentes! Como me comentó un hermano, hacer del deporte una atracción turística que sirva de motivación e inspiración para la juventud, atrayendo profesionales, negocios y una economía circular en pueblos que tanto necesitan de alternativas fuera de las comunes.
Es necesario apoyar nuestros atletas en todas sus vertientes, convertir el deporte como actividad autosustentable y a su vez promover actividades económicas que incentiven el desarrollo de las locaciones que alberguen las infraestructuras.
Hoy celebramos los doce atletas que nos representan en Francia, les rendimos tributo a todos nuestros atletas Paralímpicos, a sus entrenadores que contra toda adversidad se dedican a moldear y sacar lo mejor de cada uno para lograr sus sueños. Ejemplos de perseverancia dignos de admiración.