Muchos libros se han escrito acerca de la vida y obra del patriota dominicano Juan Pablo Duarte. En la mayoría de los que conozco, esos textos constituyen biografía. En estos, además de los apuntes cronológicos, más o menos coincidentes entre uno y otro autor, se rinde tributo a su obra. A la vez, se instruye al lector acerca de la fructífera vida de ese fiel hijo de Quisqueya que dio nombre a la actual República Dominicana. Mas, no son muchos los que tratan de establecer presupuestos acerca del porqué de la actuación y éxito del auténtico dominicano.
Sí, tenemos en el país una obra y un autor que han querido ir más allá: el libro es “Juan Pablo Duarte en la cima de la montaña” y el creador, José Luis Liriano.
En coincidencia con esto, el doctor César Mella, prologuista de la obra, asegura que “múltiples son los estudios que se han realizado acerca de Juan Pablo Duarte, muchas las especulaciones sobre su grandeza. Desde diferentes perspectivas, sobre todo desde la historiografía, su labor ha sido referenciada tanto por especialistas como por neófitos patriotas que soportan en él sus ideas y discursos con la intención de darles credibilidad y fortaleza. En lo que respecta a esta obra, se trata de una mirada tan diferente como interesante, una mirada profunda y abierta acerca del porqué de la grandeza de este dominicano, que lo llevó a convertirse en Padre de la Patria. Este texto es lo que se podría llamar una osadía de Liriano, en el que procura acercarse a un Duarte cuyo desprendimiento excesivo lo ubica más como un monje benedictino o un cura tipo Fray Antón de Montesinos que como un General de Guerra”.
En su estudio, Liriano asocia la personalidad de Juan Pablo Duarte Diez con las tres características básicas del superdotado que establece Joseph Renzulli (2001) en su obra “Escalas para la valoración de las características de comportamiento de estudiantes superdotados”. El autor del libro que aquí referimos afirma que Duarte demostró Alta Capacidad Intelectual (ACI), Creatividad e Implicación en la Tarea. En consecuencia: “Duarte (D) es igual a Alta Capacidad Intelectual (ACI) + Creatividad (Cr) + Implicación en la Tarea (IT)” con la que obtiene la ecuación D = ACI + Cr + IT. Es interesante su afirmación, muy bien fundamentada, de que Duarte fue un pleno superdotado. Desde mi perspectiva, las mayores aportaciones teóricas de J. L. Liriano sobre Juan Pablo Duarte son el haber establecido esa correlación con la fórmula de Renzulli.
Vuelvo al prologuista de la obra de Liriano, el doctor Mella, quien cierra su motivación a la lectura con estas palabras: “Duarte es la referencia ética más alta de nuestra historia y este libro es una herramienta para que la juventud dominicana mire hacia atrás y compruebe que existió un diamante que, a 200 años de haber nacido, nos da luz y esperanzas para procurar los valores patrios que él soñó”.
Yo sumaría que en “Juan Pablo Duarte en la cima de la montaña”, el lector podrá encontrar una particular manera de ver al Patricio. A la vez, hallará un análisis y una perspectiva soportadas en una fórmula con un basamento teórico-conceptual que resulta tan específico e interesante como difícil de rebatir. Leer este libro será también una manera de ponerse en contacto con el más apasionado seguidor de la vida y obra del más grande de los trinitarios.