LOIS PÉREZ LEIRA. Articulista invitado por Rafael Méndez, quien publica un artículo todos los jueves en ACENTO.


Juan Bosch nació en la ciudad de La Vega el 30 de junio del 1909. Hijo de la puertorriqueña de ascendencia española Ángela Gaviño Costales, (cuyo padre era gallego, nacido en La Guardia) y de José Bosch Subirás, español de origen catalán, nacido en Tortosa.
Bosch fue encarcelado por Trujillo por sus ideas políticas, siendo liberado después de varios meses. En 1938, a sabiendas de que el tirano lo quería comprar con un puesto en el Congreso, Bosch logró salir del país y se estableció en Puerto Rico.
Bosch tenía 28 años.   El aire que se respiraba en República Dominicana bajo la dictadura de Rafael Trujillo, no era ideal para un intelectual de su talante libertario.
Primero reside en Puesto Rico un año, hasta radicarse en Cuba en 1939, donde vivió casi 19 años.
Aunque Bosch simpatizaba con las ideas de izquierda, siempre negó cualquier filiación comunista. Colaboró con el Partido Revolucionario Cubano y tuvo un papel importante en la elaboración de la Constitución que fue promulgada en 1940 en Cuba.
En cuba fue contratado para editar  las obras completas  de Hostos en conmemoración de su centenario. Al poco tiempo comienza su implicación en la política fundando el Partido Revolucionario Dominicano en 1941. La revista Carteles la más famosa de su época le editaba sus cuentos y artículos. Esta promoción literaria lo vínculo con los grandes escritores y artistas cubanos como así también con los políticos de la época. Por aquellos años conoce y mantiene un estrecho vínculo con el primer Ministro Pio Socorras. Fue su asesor personal, incluso le escribía sus discursos. En Cuba conoce a su segunda mujer Carmen  Quidiello Castillo, con quien fundara una nueva familia.
En la isla conoció a Pablo Neruda, Rómulo Gallegos,  Hemingway, Nicolás Guillen, Juan Marinello, Alejo Carpentier, Portocarrero, Miguel Otero Silva, Rómulo Betancourt. Su estilo literario en el cuento influye en la narrativa cubana. En este país escribe una parte muy importante de su obra literaria.
Hacia 1946, Juan Bosch y otros políticos confluyeron en una organización de líderes progresistas,  tales como Rómulo Betancourt presidente de Venezuela, Víctor Haya de la Torre, fundador del APRA, Juan José Arévalo, presidente guatemalteco, José Figueres, quien posteriormente asumirá la presidencia costarricense, Ramón Grau San Martín, presidente de Cuba y Leslie Lescot, presidente de Haití en pos de integrar un ejército irregular denominado Legión del Caribe que tuviera como propósito principal el derrocamiento de los regímenes dictatoriales de Trujillo y Somoza. Se ha planteado que las pretensiones de los legionarios se extendieron más allá de República Dominicana y Nicaragua, siendo Honduras otro de los escenarios donde deberían operar.
Su objetivo esencial era ayudar a implantar la democracia en Centroamérica y el Caribe. Dicho grupo también tenía entre sus planes el fortalecimiento y la unidad latinoamericana. En este sentido, observamos un interés por crear una entidad política y militar que contribuyera a la materialización de la vigencia de las libertades democráticas en nuestro continente. Esta fuerza armada mantuvo dependencias abiertas, oficinas y centros de entrenamiento en Costa Rica durante el gobierno de Figueres y en Guatemala gobernada desde 1944 por Arévalo..
En 1947 forma parte de la dirección del proyecto insurreccional para derrotar a Trujillo. Participa en la conducción de la expedición de Cayo Confintes que termina fracasando. En este acontecimiento conoce a Fidel Castro que es parte de los expedicionarios.
Con la toma del Cuartel Moncada por Fidel y el Movimiento 26 de Julio es detenido. El gobierno de Batista intenta comprometerlo como un ideólogo de aquella acción revolucionaria. Los servicios de inteligencia Militar (SIM) lo detienen y lo llevan a una cárcel de la Habana, durante una semana. Allí coincide en la misma celda con el monadista Pedro Trigo.  Ambos se conocían.  Los dos se cortaban el pelo en la misma peluquería. A pesar de la diferencia de edad, mantenían animadas conversaciones. Durante la semana de encierro de Bosch, no entrecruzo una sola palabra con Trigo,  por miedo a ser escuchados por los carceleros.
Al salir de la cárcel se fue de Cuba y se dirigió a Costa Rica, donde dedicó su tiempo a tareas pedagógicas y a sus actividades como líder del PRD. Junto con el ex presidente de Costa Rica, José Figueres, Juan Bosch creó cursos de estudios latinoamericanos.
En 1959, con el advenimiento de la Revolución Cubana, dirigida por Fidel Castro, se produjo un fuerte cuestionamiento político, económico y social en los países del Caribe. Bosch, con instinto certero, percibió el proceso histórico que se iniciaba y escribió una carta a Trujillo, el 27 de febrero de 1961, donde le decía al dictador que su papel político, en términos históricos, había concluido en la República Dominicana. Después de 23 años en el exilio, Juan Bosch regresó a su país cuando Trujillo fue ejecutado el 30 de mayo de 1961. Su presencia en la vida política nacional, como el candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, fue percibida como un cambio por los dominicanos. Su manera de hablar, directa y sencilla, sobre todo al dirigirse a las capas más bajas de la población rural y urbana, le proporcionó una gran simpatía popular. Aunque fue víctima de una campaña sucia por parte de la Iglesia y los sectores conservadores que lo acusaron de ser comunista, en las elecciones del 20 de diciembre de 1962, Bosch obtuvo un triunfo total sobre su principal opositor Viriato Fiallo de la Unión Cívica Nacional. Fueron las primeras elecciones libres después de la muerte del dictador.
El miércoles 25 de septiembre de 1963, después de solo siete meses en el cargo, Bosch fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el coronel Elías Wessin y Wessin y sustituido por una junta militar de tres hombres. Bosch volvió a exiliarse en Puerto Rico.
El golpe de Estado desarrollado en su contra y la ocupación militar extranjera que impidió su regreso a la presidencia, así como la oscura imposición del neotrujillismo en 1966, lo hicieron reflexionar y lo llevaron a convertirse de un demócrata consumado a un socialista militante en las ideas de Carlos Marx.

A menos de dos años, un descontento creciente generó otra rebelión militar el 24 de abril de 1965, que exigía la restauración de Bosch. Los insurgentes estaban al mando del coronel Francisco Alberto Caamaño. El 28 de abril, los Estados Unidos entran a la contienda enviando 42 000 soldados al país.
Se formó un gobierno interino y se fijaron nuevas elecciones para el 1 de julio de 1966. Bosch regresó al país y se lanzó como candidato presidencial de su partido. Sin embargo, hizo una campaña algo menos intensa, temiendo por su seguridad y creyendo que sería expulsado de su cargo por el ejército otra vez si ganaba. Fue derrotado por Joaquín Balaguer, quien obtuvo el 57% de los votos.
Por aquel entonces sentencio sobre el papel de la OEA: “Pienso que la Organización de Estados Americanos hace tiempo que sobra en América. Que es necesario vincular a los países que tenemos una misma unidad histórica, unidad desde varios puntos de vista, como el idiomático. Lo que no podemos es mantener una organización internacional que es, en realidad, tal como dijo Fidel Castro, el ministerio de colonias de los Estados Unidos.”
Debemos recordar que la intervención militar de los Estados Unidos a este país en 1964, con el apoyo directo de la OEA, significó el asesinato de casi 10.000 personas.
“Nosotros los dominicanos sabemos eso, lo padecimos en nuestra propia carne, porque los Estados Unidos invadieron este país en 1965 con la autorización de la OEA, es decir violando su Carta. ¿Por qué lo hicieron? Por qué la OEA no tiene ninguna capacidad para enfrentar en ningún terreno el enorme poderío político norteamericano.
Por lo tanto, mientras la OEA exista como un instrumento al servicio de los Estados Unidos, tiene que ser repudiada por los pueblos latinoamericanos, no por los gobiernos quienes obedecen otros intereses, sino por los pueblos entre los que no tiene el arraigo que tendría un organismo internacional que coordinara diversas actividades de los pueblos latinoamericanos.” Sentencio Bosch.
Durante la última mitad de la década de 1960, Bosch se marchó al exterior radicándose en España, donde siguió siendo un escritor muy prolífico de ensayos, tanto políticos como históricos. Publicó algunas de sus obras más importantes durante este tiempo: Composición social dominicana, Breve historia de la oligarquía en Santo Domingo, De Cristóbal Colón a Fidel Castro, El Caribe: Frontera imperial y numerosos artículos de diferentes tipos.
En 1970, Bosch tuvo la intención de reorganizar el Partido Revolucionario Dominicano, volviendo a sus miembros militantes activos, estudiosos de la realidad histórica y social del país. Su proyecto no fue aceptado por la mayoría de los perredeistas, debido a que la mayoría de los miembros se inclinaban hacia una dirección más de corriente socialdemócrata. Además, dada la represión militar, y la falta de igualdad política entre el PRD y el Partido Reformista Social Cristiano, Bosch se abstuvo de las elecciones de 1970.
Las diferencias y contradicciones entre Bosch y un sector importante del PRD, así como la corrupción que había empezado a crecer dentro del partido, le hizo abandonar la organización en 1973, y así se fundó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) el 15 de diciembre de ese mismo año.
Falleció el 1 de noviembre de 2001, en Santo Domingo. Como ex presidente, recibió los honores correspondientes en el Palacio Nacional, y fue enterrado en su ciudad natal de La Vega. En la actualidad su ideal es parte del nuevo partido la Fuerza del Pueblo, liderado por Leonel Fernández.

Bibliografía consultada:

-Prefiero vivir luchando. Una biografía de Juan Bosch.
-Matías Bosch Carcuro. Fundación Juan Bosch. Santo Domingo 2016. Testimonio de Pedro Trigo.