Novelista, escritor, poeta, pintor, artista plástico, humorista, músico y cantautor, son parte de las virtudes de un artista polifacético dominicano llamado José García Blanco, que emigró a Estados Unidos hace más de 30 años.
No ha pasado mucho tiempo desde que García Blanco puso en circulación la novela “Sueños en Sepia”, completando con ello su cuarta publicación de ese género. La creatividad de la fantasía, los relatos históricos y la ficción se conjugan con precisión para mantener al lector en permanente atención.
“Sueños en Sepia” es una obra de 27 capítulos, en los que se entremezclan la pasión y tramas cargadas de emociones y sentimientos de los personajes. Los extremos de alegría y tristeza están presentes.
En sus momentos de ocio, García Blanco se entretiene plasmando en lienzo blanco hermosas pinturas paisajistas, bodegones y retratos al óleo que provocan la atención de los que gustan engalanar las paredes de sus hogares u oficinas con hermosas y coloridas pinturas decorativas.
Ya anteriormente había publicado “Barbojos”, en 2001, y “Cemi, la Mentira Tallada”, en 2016.
En reuniones de amigos y familiares, no desperdicia la oportunidad de hacer reír a carcajadas a quienes le rodean, al combinar relatos de hechos y acontecimientos reales e imaginarios cargados de picardía y gracia como todo un auténtico humorista.
Si una guitarra tiene sus cuerdas dormidas por la falta de unas manos hábiles que la hagan vibrar, este polifacético artista se encarga de alegrar el ambiente haciéndola sonar, interpretando canciones para despertar recuerdos de años inolvidables.
García Blanco nació en Santo Domingo, y al igual que muchos otros dominicanos, un día puso rumbo a Nueva York en busca de nuevos horizontes, de nuevas oportunidades para desarrollar sus inquietudes y habilidades.
Ya en Manhattan, en la siempre atractiva ciudad de los rascacielos, se abrió camino participando en obras teatrales, en las que prevalecían la poesía y la declamación.
Fue fundador de grupos culturales como Naiboa y Color 2000, y realizador de talleres de artesanía auspiciados por la institución Children’s Aid Society, entre otras.
Al igual como lo hacía en Santo Domingo, adiestraba a jóvenes neoyorkinos en la fabricación de “chichiguas” o “papalotes”, objetos fabricados con pequeños pendones entrecruzados forrados con papel celofán de variados colores y larga cola agregada que, con la ayuda del viento y atados a un fuerte hilo, podían volar con facilidad, para deleite de niños y adultos.
Artesano por amor del arte popular. Buena parte de su tiempo lo dedica hoy en día a la fabricación de caretas con rostros de personajes históricos, utilizando como materia prima pencas de coco, una nueva modalidad de trabajo manual que enriquece el arte popular dominicano en tierras extrañas.
En el año 2013 García Blanco partió de Nueva York rumbo a la ciudad de Miami, Florida, donde se estableció y continúa desarrollando sus actividades, recibiendo en la ciudad del Sol una gran aceptación por parte de sus compatriotas.
Es parte del equipo de comunicadores de la plataforma digital “Deportes, Farándula y Más” que integran los reconocidos Virgilio García, Luisa Sánchez, José e Isabel Vásquez, y Pablo Rodríguez.
José García Blanco, auténtico artista polifacético dominicano que sueña en algún momento volver a residir en la tierra que lo vio nacer: República Dominicana, donde presentaría con orgullo todo su talento, plasmado en obras literarias y de artesanía.