En la lucha desarrollada por el pueblo dominicano para reponer en el gobierno al profesor Juan Bosch, derrocado por sectores conservadores, reaccionarios y golpistas, Jesús de la Rosa sobresale en la vida pública como uno de los altos oficiales constitucionalistas de la Revolución de Abril del 65. Él ganó fama como uno de los bravos oficiales de las fuerzas armadas que se sumaron de manera activa al movimiento cívico y militar que reclamaba el retorno a la constitución.

Jesús De la Rosa formó parte del proceso de apertura y democratización de la educación superior en la República dominicana a través del Movimiento Renovador Universitario que transformó a la universidad estatal, modificando sustancialmente sus postulados políticos, filosóficos, sociológicos y académicos, abriendo sus puertas a los jóvenes de los sectores populares.

Es en ese contexto histórico, de transformación de la academia del Estado, es que el joven militar Jesús De la Rosa ingresa a formarse en las aulas universitarias y unos años después pasara a formar parte del cuerpo docente de la academia.

Su larga carrera como académico de la UASD, es ampliamente conocida; en ella, ocupó importantes posiciones de dirección gerencial. Fue fundador y director del Centro Universitario Regional del Suroeste (CURSO) en la provincia de Barahona y posteriormente ocupó la Vicerrectoría Académica.

Con el paso de los años, Jesús De la Rosa se convirtió en una de las voces más altas como líder de opinión del mundo académico de la República Dominicana. Su trabajo como consultor en materia de educación es ampliamente conocido en el país y asesoró a muchas de las más importantes instituciones educativas de la nación.

Es importante destacar que el acceso a la formación profesional e intelectual de Jesús De la Rosa es producto del papel de niveladora social de la UASD.

La voluntad y el gran espíritu de superación de aquel joven militar constitucionalista, que se jugó la vida por su patria en las trincheras de la Revolución de Abril del 65, encontraron a la UASD como institución socialmente comprometida con la sociedad.

En los momentos más difíciles del cerco tendido contra la UASD, el maestro Jesús De la Rosa, como ciudadano agradecido, y ya habiendo ganado un gran prestigio en la sociedad dominicana, se convirtió en una de las principales voces de la defensa de la universidad del pueblo, la misma que le abrió sus puertas para que pudiera formarse y alcanzar un título universitario.

Con la partida física del prestigioso académico Jesús De la Rosa, la UASD pierde su voz pública más autorizada a nivel la sociedad dominicana, tanto en materia política como en la académica.