No sé lo que pudiera estar pasando, que nunca como ahora había visto enormes y largas filas de ciudadanos (as)- de todas las edades- , procurando documentos de identidad, en especial, duplicados de actas de nacimientos, que indistintamente, están afectadas de variaciones de datos y que dichos ciudadanos las necesitan para asuntos de viajes, o lo peor, para corregir dichos " errores ", y poder renovar sus cédulas de identidad que, las propias juntas municipales no se las otorgan porque con datos incorrectos no lo hacen. Pero entonces, esas actas que están afectadas de errores, los y las ciudadanas explican que todas sus vidas tenían sus documentos correctos. Que muchas veces no es verdad, pero, así lo dicen.

Y lo peor resulta que estas tediosas y largas filas los usuarios-ciudadanos-, tienen que hacerlas al tetero del sol, o cuando no, bajo pertinaces lluvias que empapan sus ropas y los pones como pollos enchumbados, precisamente, porque los locales que dispone el órgano-principalmente en los pueblos- para estos propósitos, casi en 98% son lugares del tipo casuchas o cuando no espacios que hasta a los chimichurris les quedan estrechos. Cuestión que pinta unos cuadros infrahumanos. Y créaseme, el suscrito confiesa que ha sido un apologista del pleno de Román Jáquez y de los demás miembros que lo integran, y máxime, que también en dicho pleno está o pertenece una extraordinaria amiga y eficiente funcionaria, como lo es; la Doctora Dolores Altagracia Fernández.

Pero como dice un refrán, amigo no es solo el que te alabas por algún interés racional, sino, por el contrario, según la sabiduría popular, quien te dice la verdad, resulta ser más amigo que el que solo te alardea.  -Y aunque tengo la percepción de que el presidente Román Jáquez,-no coge corte que fulano de tal es su amigo y en efecto, deba resarcirlo para demostrárselo, siento que es un hombre, aunque con viseras laterales, precisamente para no mirar para los lados a posibles amigos que hacen bembitas esperando lo suyo, cabe decir honestamente, es un funcionario prendado de buenas intenciones en quedar bien al frente de la Junta Central, y  hay que ayudarlo en bien de la democracia, para que se pueda evitar que en su gestión se agregue un hecho más del rosario de escándalos y descréditos que de ese órgano penden como un collar desde su fundación en 1923. Es pues, que en ese orden, he decidido, como dice el refrán de que no me diga al oído lo que no me puedas decir en público, de enrostrarle a este pleno, que las tediosas , burócrata e groseras colas, están obrando contrario a lo que se pueda estar predicando respecto a la eficientización  de los servicios. Y más, esas simples minucias o simple detalle pequeño de poca estimación, valor o importancia, le podría estar socavando su imagen, ya que de forma y fondo es un cuadro humano deprimente a estas alturas de la sociedad automatizada.

Y aunque en los artículos de opinión, no se estila hacerse acompañar de imágenes, en esta ocasión, como evidencia de lo planteado, sí que les comparto algunas muestras muy recientes.

Y aunque las fotos no muestran los improperios y la expresión de impotencia de los usuarios, como dice, Arjona, hasta las alfombras de las casas de cada juntero, tocan de los san Antonio que se echan en esas filas. Los dichos son más duros, pero, los dejos a la imaginación. Por lo tanto, he querido repicar el profundo malestar que expresan y manifiestan los usuarios, de todo calibre,-jóvenes, viejitos, embarazadas, cojos, etc-, dentro de los cuales se encuentran personas que están varados o aquí o en USA, que han perdidos sus trabajos en los rascacielos porque conseguir una solución a sus papeles, en muchos casos, resulta mayor peripecia que cruzar el desierto en camellos cojos.

Como ayuda memoria, recuerdo cuando se estaban entrevistando los aspirantes a ser miembros del pleno de la JCE, que todos como eslóganes de eficiencia, refirieron " la automatización y que sus discursos o promesas de expedición eficiente de actas y documentos de identidad, desde la comodidad de los hogares de cada ciudadano se haría en un santiamén. Y yo fui uno de esos, pensé que se podría. Y parece que a esa promesa, le cayó la maldición del padre Cardona. Y que cuente, que ese discurso de subsanar el problema-quisiera decir otra palabra-, de la expedición de actas y documentos de identidades, habrá primado que por primera vez en la historia de la JCE que data del 1923, se había escogido un miembro del pleno, en este caso, experta en sistema computarizado, y recuerdo que el Senado, designó una ingeniera en sistema aunque no conociera mucho de derecho electoral o político. Y la idea, suponemos, era evitar el algoritmo aquel o automatizar los servicios de la Junta Central Electoral.

Pero bien, el tema es las imágenes que dañan imagen, y en efecto retomo el drama actual. Yo mismo ahora vestido de civil-ya que actualmente, lo que estoy es ejerciendo el derecho, y por tanto, en varios pueblos, conozco que casos que llevan años y años haciendo colas van y colas vienen para que se les arreglen errores. Por ejemplo, cito, el caso de dos mellizos, que uno sale con padres y madres diferentes – el colmo del colmo-, y entonces, viene el otro peregrinar, es entonces, someter al TSE, la rectificación.-Otro y peor lío- porque conozco un caso pendiente de corrección de que su padre siendo José María Reyes, le volaron el José y para ñapa, le pusieron de sexo femenino, y ahora resulta que su padre dice que es hembra- ¡cosa veredes chico, sin explicación!- Y sin embargo, la señora tiene 7 años varadas en su rancho de Santiago porque no ha podido renovar sus papeles que ahora no coinciden con sus documentos de residencia- otra vaina de la ineficacia del sistema de identidad-

Por tanto, señor presidente Román Jáquez Liranzo, la oficialía Civil al lado de Óptica-estilo no tiene ningún estilo que no sea una detractora de imagen. No dijo nada por dentro porque me parece, igual que las demás oficinas de esa especie, están impactadas por un input, o sea, más demandas que facilidades instaladas-digo yo-, Pero sin embargo, cuellos de botellas como este, sin contar el desparpajo que se arma cuando cae un chubasco o aguacero o chaparrón de lluvia, de eso que caen en el Cibao.

Y finalmente, hay imágenes visuales que hablan menos que la imagen del imaginario social. Entiendo que la Junta Central, en especial, lo que actualmente está aconteciendo con las filas que se están generando cuando el ciudadano procura duplicados de actas de nacimientos o documentos de naturaleza identitario. A mi juicio, y lo repito, con esta minucias parece que pasará, en relación al descrédito de la actual JCE, como sucede cuando se da un escándalo de noviazgo escondido que los padres de los chicos se dan cuenta cuando ya es un escándalo social o con embarazo de mellizos con casi seis o siete meses, y que en los corrillos sociales del barrio se externa a través del cuchicheo, como dice Joe Veras en su canción bachata. Por lo tanto, con esta entrega, un poco atípica de mi parte, me permito cerrar este sencillo enfoque, a modo de consejo a mis amigos, que busquen la solución a esta falencia, porque de lo contrario, cuando llegue el día de las elecciones, su imagen estaría en descalabro o mejor dicho, dichas imágenes les habrían estampado un mancha indeleble.