(NOTA DEL AUTOR: En este trabajo confieso que he hecho un gran esfuerzo objetividad, por lo que quienes hablan son políticos que en una determinada época alcanzaron grandes ascendencias en sus respectivos medios)
“Para aquellos que, por diferentes razones, viven un tiempo que no les favorece…el consejo es que se sienten y esperen, pero que la espera en política: trabajando y fijando posiciones, aunque no sean agradables y populares. Aguardadlo hasta que el mundo gire y los planetas se alineen favorablemente. Hasta que la luz del respaldo de la opinión publica vuelva a iluminar su rincón”.
Aunque no estoy seguro que ese sea el caso en cuestión, Dick Morris, considerado por la Revista Times el ciudadano más influyente de los Estados Unidos. Consultor, analista, político y publicista, famosos por haber diseñado la campaña de reelección de Bill Clinton, advierte que “hay dirigentes que se retiran de la política sin haber gozado de su momento, aunque pueden hacerlo con la satisfacción de que pelearon por sus principios y sus ideas”.
“Y cuando se nos pregunta qué habría ocurrido si no hubiera existido Napoleón, nuestra imaginación se embrolla y nos parece que sin él no hubiera podido producirse todo el movimiento social sobre el que se apoyaba su fuerza y su influencia…Las particularidades individuales de las personalidades eminentes determinan el aspecto individual de los acontecimientos históricos”
Gueorgui Plejánov, conocido como el fundador del marxismo ruso, deja establecido lo anterior en su libro “El papel del individuo en la historia”… aunque entiende que “hay que reconocer que la causa última y más general del movimiento histórico es el desarrollo de las fuerzas productivas, que son las que determinan los cambios sucesivos en las relaciones sociales de los hombres”.
Al darle categoría histórica determinante al “desarrollo de las fuerzas productivas, que son las que determinan los cambios sucesivos en las relaciones sociales de los hombres”, parecería que le reduce mérito a su propia tesis del protagónico papel del individuo en la historia, fundamentalmente porque donde primero se produce la revolución socialista es precisamente en la Rusia zarita y atrasada, donde se dice que Carlos Marx previó que sería el último eslabón del estallido revolucionario su escaso desarrollo y por tratarse de una sociedad semipedal.
Empero, según Plejánov, “al lado de esta causa general obran causas particulares, es decir, la situación histórica bajo la cual tiene lugar el desarrollo de las fuerzas productivas de un pueblo y que, a su vez, y en última instancia, ha sido creada por el desarrollo de un pueblo es decir por la misma causa general.
“Ý cuándo se nos pregunta que habría sucedido si A hubiese muerto antes de lograr resolver el problema X, nos imaginamos que el hilo del desarrollo intelectual de la sociedad se habría roto. Obviamente que en caso de morir A, de la solución del problema se habrían encargado B o C o D y que de este modo, el hilo del desarrollo intelectual no se habría cortado a pesar de la muerte prematura de A”.
Para Charles de Gaulle, “sin grandes hombres no se consiguen grandes acciones, y los grandes hombres poseen esa grandeza porque tuvieron la voluntad de acometer grandes acciones”, le atribuye el fenecido presidente Richard Nixon en libro “Lideres”, a lo que el político francés deja por sentado que “la fórmula infalible para colocar a un líder entre los grandes tiene tres elemento: un gran hombre, un gran país y una gran causa”.
Huelga citar líderes
El curso de la historia universal, y de los grandes y trascendentales acontecimientos históricos más extraordinarios que se han producido en las naciones, continentes, regiones, y que muchos de esos hechos han marcado la marcha del mundo entero, ha dependido fundamentalmente, de la visión, concepción e interpretación de la realidad social, económica y política, en una determinada coyuntura, de un individuo, de un individuo, como persona, sin que esto signifique desdeñar el protagónico y determinante papel de las grandes masas.
“La política es la persecución del poder. La historia es el relato de esa persecución… “alcanzar el triunfo político y luego consolidar el poder así obtenido, al igual que en el mundo de las empresas, requiere del empleo de verdaderos escenarios de guerra”, recomienda el famoso mercadólogo norteamericano Dick Morris.
John P. Kottter, una de las principales autoridades en el campo del liderazgo, en su libro La verdadera labor de un líder, establece una diferencia en gerencia de liderazgo, y por tal motivo advierte: “Liderazgo no es lo mismo que gerencia, y la fuerza primaria detrás de un cambio exitoso, de alguna significación, es el primero, no el segundo”.