¿Izquierda y derecha? Mientras haya capitalismo no van a desaparecer. Eso para quien habla que no existe la izquierda, que no existe la derecha y que solamente existe en la cabeza de quienes las citan.

Izquierda y derecha son posiciones relativas.

Vamos a ver. Si en un pleito electoral hay varios candidatos, si uno va en favor del trabajador, el otro va solapadamente en favor del capital.

Eso ocurre porque estamos viviendo un capitalismo donde sus dos clases fundamentales son quienes controlan los medios de producción e inclusive hoy son las finanzas y los algoritmos, y quienes no controlan esos medios de producción son los asalariados de clase media que siempre lamben donde pisan los ricos, y se acercan a los pobres para que los voten y paguen tributos.

Cuando surgen las preferencias políticas, la gente es empujada para la izquierda o para la derecha.  Como el neoliberalismo actúa en todas las rutinas de la vida social y económica, se empuja con la barriga a privatizar todo, autoritariamente a todo con una égida sobre la vida social y la vida íntima.

¿Sería que ese neoliberalismo decidió continuar las siempre monstruosas prácticas de la acumulación originaria en pleno siglo XX1, no contento con poner las manos en la riqueza del país con sus acciones capitalistas financieras y sus humillantes ARS y AFP?  –Esas referencias que motivan la realidad en RD, son reflejos del capítulo 24 tomo 1 de El Capital (Karl Marx), considerado como un capítulo histórico–.

En verdad son nuevas formas de la propiedad específicas para el capital. En ese sentido, estaríamos viviendo una secuencia de expropiaciones mucho más extensa e intensa que permea toda la vida de manera integral.

La economía política clásica tiene como base histórica para el inicio del capitalismo una categoría de lo que Marx llama como especie de relato idílico; de un lado aquellos que economizan y que no hicieron gastos en asuntos no productivos y enriquecieron en cuanto del otro lado los que fiestaron y malgastan. Lo que no se puede ni debe tomar como acumulación originaria.

Se percibe a la acumulación originaria como un proceso histórico y social extremadamente complejo y violento que consiste en varias situaciones de las cuales dos son fundamentales, la primera es el robo de la iglesia, el saqueo de tierras, el saqueo colonial, la devastación de África, la esclavización de africanos que enriquecieron a sociedades europeas; y segundo, ese otro ladrón es la expropiación de los trabajadores, principalmente a obreros agrícolas.

A quienes hacían parir a la tierra para su sustento, se la expropiaron a partir de los siglos XIV y XV. Al no tener medios de subsistencia, dejaban de existir. Hasta hace un siglo la mayoría de la población era campesina. Luego, al continuar esa práctica es fundamentalmente expropiación del trabajador que solamente cuenta con sus brazos y la conversión de los medios de vida de esos trabajadores en capital: machete, pico, hoz, pala, hachas, horcas, sierra, zuela o hachazada, rastrillo y azadas. Una manera de subordinar al trabajador al nuevo propietario. Resultado: no se valoriza la vida del trabajador y en su lugar se incrementa el valor mercantil.

¿Será que los ricos de la derecha resolvieron expandir sus dineros como se podría deducir de los casos de corrupción, principalmente la expropiación y simulación de compra-venta de terrenos del Estado claramente fraudulenta de una coalición mafiosa público-privada? ¿No es suficiente con tener a su favor la sartén y el mango de un Estado al que todos nos debemos?