El conflicto territorial del pueblo árabe palestino con el Estado de Israel puede ser considerado como el más complicado del planeta. Realmente Oriente Medio es una zona geográfica en conflicto permanente. Son tantos los elementos que configuran el conjunto de este panorama que, para tratar de darse una explicación, hay que enfocarlo con un alto sentido de objetividad. Este enfrentamiento tiene un antecedente remoto para ambos pueblos, los cuales han soportado grandes vicisitudes desde la misma época en que se originaron.

Pienso que tres elementos son fundamentales. El elemento teológico, el histórico, y un tercero que es el político. El argumento teológico judío está sustentado en La Biblia, el cual se les ha quedado arraigado a través del tiempo. Para ellos, Abraham, patriarca hebrero proveniente de la tierra de Ur, llegó a Canaán para tomar posesión de una tierra que Jehová le había prometido a los fines de establecerse en ella junto a sus descendientes. Considero de interés señalar que Abraham acompañó a Terakh, su padre, cuando abandonó la ciudad de Ur de los caldeos para dirigirse al noroeste, es decir, a Canaán. Terakh permanece un tiempo con su clan en Harrán, un lugar donde se adoraba a la pareja divina del dios Sin y su esposa Ningal, la Gran Dama. Es ahí donde muere Terakh y Jehová le ordena a Abraham abandonar Harrán. Cuando llega a Siquem de Canaán, ve que se adoran varios dioses, siendo el principal, el amo dios Baal Berit, conocido como el Señor de la Alianza. Es en Siquem donde Jehová le dirige su mensaje diciéndole que Canaán pertenecerá un día a sus descendientes.

En cuanto a la descendencia de Abraham, hay que destacar que, según La Biblia, como Sara su esposa era estéril, ella le permitió tener un hijo con la esclava egipcia Agar y nace Ismael, su primer hijo. De Ismael se supone que se originó el pueblo árabe. Luego Dios le permite la fertilidad a Sara y nace Isaac. Jacob era hijo de Isaac.  El padre de Abraham era hijo de Sem, el cual era hijo de Noé. De donde se deriva el nombre de semitas por la descendencia de Sem. Significa esto que, si de Ismael nacen los árabes y de Jacob los judíos, los árabes palestinos y los judíos comparten un origen común en cuanto a la descendencia común de Abraham. De acuerdo a la creencia judía o del pueblo hebreo, la tierra prometida abarcaba desde el río Nilo en Egipto hasta el río Eufrates.

El fundamento teológico, considerado por los judíos promesa divina, visto desde la narrativa histórica el contenido es otro.  Cuando los hebreos iniciaron la conquista de la Tierra de Canaán ya los cananeos, un pueblo semita proveniente de la Península Arábiga, colonizaban el territorio de Siria, Líbano, Jordania y Palestina. De otro lado, los filisteos, originarios de la isla de Creta y Asia Menor, se asentaron en la planicie costera, lo que hoy es la Franja de Gaza. Cuando esos dos pueblos se mezclaron, proclamaron lo que fue el reino de Palestina, también llamado reino filisteo. Los enfrentamientos entre hebreos y filisteos duraron casi un siglo, culminando con la proclamación del Reino Unido de  Israel, proclamado en el año 1004 antes de nuestra era.

Aun establecido el Reino Unido de Israel, los antepasados de los palestinos se quedaron en tierra de Canaán durante los cinco siglos de dominación hebrea, soportando otros dominios, y extendiendo su permanencia hasta llegar a los cuatro siglos de dominación del Imperio Otomano. De otro lado, es justo reconocer, que los judíos también padecieron grandes adversidades, tales como la destrucción del primer Templo de Salomón en Jerusalén por los babilonios y el exilio hacia esa nación. El exilio babilonio es conocido como la primera diáspora judía o dispersión fuera de las fronteras palestinas. Cuando a los judíos se les permite regresar, volvieron  a construir el templo. De nuevo fue destruido en el año 70 de nuestra era, cuando el general romano Tito, hijo del emperador romano Vespasiano arrasó Jerusalén. La diáspora judía, junto al antesemitismo, han sido las dos calamidades sufridas por estos. A pesar de la dispersión judía, a todos los pueblos que ellos llegaron, tanto de Europa, África o América, mantuvieron su identidad, su fe, y persistieron en mantener su origen como una patria espiritual. ¿Qué indica esto? Que ellos algún día pretendían tener un hogar. Dice el historiador inglés Paul Jhonson que el pueblo judío es el pueblo más tenaz de la historia.

El inicio del siglo XX coincide con la llegada numerosa de judíos procedentes de Europa. Estimulados por los ingleses, comenzaron a comprar terrenos y a crear granjas comunitarias. Hay un hecho que marca un punto clave en torno a la situación palestino judía. En el año 1916, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, junto a la Tercera República Francesa, realizaron el acuerdo secreto llamado Tratado Sikes-Pykot. Ambos imperios, con bastante influencia en la zona, tenían como premisa que se acercaba el derrumbe del Imperio Otomano. Ante esta situación, se pusieron de acuerdo para repartirse Medio Oriente y crearon áreas de influencias para ambos. De este pacto secreto, encargado por la Sociedad de Naciones, nace el Mandato Británico de Palestina, el cual termina en 1948 con la creación del Estado de Israel. También se originó el Mandato Francés de Siria y Líbano.

En concomitancia con esto, un año después del Acuerdo Sikes-Picot, se produce la declaración Balfour del dos de noviembre de 1917. Esta declaración, dirigida al Barón de Rohschild por el ministro de Relaciones Exteriores inglés Arthur James Balfour, indicada por este como una declaración de simpatía hacia los judíos dice lo siguiente: El Gobierno de Su Majestad considera favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío, y empleará todos sus esfuerzos para facilitar la realización de tal objetivo, quedando claramente entendido que nada hará que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina o los derechos y el status político de que gozan los judíos en otro país.

Como reacción a la declaración Balfour, en 1918 se realiza el Primer Congreso Nacional Palestino. Por medio de este, los palestinos rechazaron esta iniciativa, originándose la primera protesta contra los británicos. Sin embargo, frente a los judíos, es a partir de 1920 cuando se inicia el enfrentamiento de las milicias árabes y la Hagannah, una organización de defensa militar de los asentamientos judíos. En adición a otros episodios violentos, los judíos siguieron llegando a Palestina.

Debo aclarar, que estas notas no persiguen buscar un culpable en este conflicto, si no tratar de interpretar unas creencias, unos hechos históricos y el interés imperial. En ese sentido, después de la diáspora de los judíos, el infame e incomprensible antisemitismo es el que más sufrimiento les produjo, siendo su punto culminante la Shoab en la Segunda Guerra Mundial y el propósito de Adolfo Hitler de aniquilarlos. Millones de ellos murieron en el holocausto nazi, y ni siquiera eso los hizo renunciar a sus valores. Terminada la gran guerra, e iniciada la Guerra Fría, el proyecto de crear un Estado judío cobra fuerza. En 1947 ya el asunto estaba configurado. Inglaterra decide retirarse de Palestina. ¿Cómo se puede esto interpretar? Como la salida de los ingleses del escenario internacional como potencia dominante ocupando su lugar Estados Unidos de América. Como reacción a la creación del estado de Israel en 1948, se produce la Primera Guerra árabe israelí. Este conflicto aún no termina, varias son las repúblicas y grupos políticos militares enemigos de Israel. Como es lógico, Israel tiene que defenderse.