La Constitución de la República Dominicana consigna que, “la finalidad principal del Estado consiste en proteger efectivamente los derechos de la persona humana y que, la salud constituye un bien de importancia social para el desarrollo de la persona en todos sus aspectos” (Constitución de la RD, 2010).
Por su parte, los documentos constitutivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) definen la Salud como “el estado de bienestar físico, social y mental y, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades que afecten a la persona” (Documentos constitutivos de la OMS, Julio 1946).
Según la Psicología, la Neuropsicología y la Psicología Social, “Salud Mental es el estado de bienestar que les permite a una persona hacer frente a las situaciones de estrés, desarrollar todas sus habilidades cognitivas y emocionales y, asumir, una actitud resiliente antes las adversidades de la vida” (Tratado de Psicología de la Universidad LAVAL, Quebec, Canadá, 2023).
Por otro lado, los estudios sobre “Salud Mental” realizados por científicos y expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), periodo 1989-2011 refieren que, una persona con una buena salud mental, impacta favorablemente el 95% de su salud física; mientras que, una persona con una salud física deteriorada, compromete el 60% de su salud mental” (Informes de la OMS sobre el impacto de salud mental, 2012).
Asimismo, los datos referidos en el párrafo anterior confirmaron que, las personas con trastornos psicoemocionales y/o neuropsiquiátricos, presentan mayores riesgos de experimentar condiciones físicas crónicas, lo que compromete su bienestar a corto y a mediano plazo (DSM-IV, 2014).
Por nuestro lado, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que, los servicios de Salud Mental que se han ofrecido en nuestro país en los últimos 56 años han sido deficientes e inhumanos, situación que ha puesto en riesgo a las personas de escasos recursos económicos residentes en todo lo ancho largo de la República Dominicana.
En tal sentido, observar a personas con trastornos psicoemocionales y/o psiquiátricos deambulando por las calles, hambrientas, harapientas, enfermas y sin ningún tipo de protección social, es una condición que debe ser criticada y repudiada por todos los dominicanos sensatos.
Por lo que hemos podido contactar a lo largo de nuestra carrera profesional como Psicólogo Social, la mayoría de las personas con trastornos mentales en nuestro país, han demostrado ser altamente resilientes, pese a las adversidades que éstas han tenido que afrontar.
Como se sabe, la Resiliencia es “la capacidad que tiene una persona de hacer frente a las adversidades de la vida, transformar el dolor en la fuerza motora para superarse y salir fortalecida de dichas adversidades, al reconocer que ella es el arquitecto de su propia vida, de su alegría y de su destino, sin depender de nadie (DSM-V, 2018).
Desde nuestro punto de vista, las autoridades del Ministerio de Salud Pública, a través de su Departamento de Salud Mental, deben elaborar, consensuar y poner en marcha, un Plan Estratégico sobre Salud Mental, cuyo propósito debe propender la oferta de los servicios de salud mental que requieren todos/as los/as dominicanos/as, sin ningún tipo de excusas.
Una vez consensuado el Plan sobre Salud Mental al que hicimos referencia en el párrafo anterior, el MSP debe definir, aprobar y consensuar políticas, planes, programas y campañas educativas orientadas a informar, capacitar y concientizar a los dominicanos de todos los estratos sociales el valor intrínseco que tiene la Salud Mental.
En tal sentido, los dominicanos debemos exigirles al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSP) y al Servicio Nacional de Salud (SNS) que asuman el compromiso de ofrecer los servicios de Salud Mental que requieren todos los dominicanos con profesionalidad y calidez humana (Ley No. 12-06 y Ley No. 125-15).
Desde nuestro punto de vista, el Departamento de Salud Mental del MSP debe realizar periódicamente estudios epidemiológicos serios, a fin de diseñar políticas de prevención y el abordaje de los diferentes trastornos de Salud Mental que afectan a los dominicanos de todos los estratos sociales.
Como usted ha podido apreciar amable lector en el cuerpo de este artículo, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, tiene una Deuda en materia de Salud Mental con todos los dominicanos, deuda esta que debe ser resarcida por dichas autoridades durante el período gubernamental 2024-2028.
Por lo antes expuesto, el MSP tiene la responsabilidad de solicitar al Congreso Nacional la asignación de los recursos económicos necesarios para fortalecer y humanizar los servicios de Salud Mental, iniciativa que debe ser apoyada por todos los congresistas, sin importar los partidos políticos a los que éstos pertenezcan.
Hacerse de la vista gorda, frente a los problemas de Salud Mental por los que están atravesando los dominicanos de escasos recursos económicos pos COVID-19, es un acto irresponsable, indolente e inhumano por parte de los funcionarios del MSP y el SNS, irresponsabilidad que los dominicanos debemos denunciar y condenar 24/7.
“La vida es 10% lo que experimentas y 90% como respondes a ello” (ANONIMO)