No debe resultar ser ofensivo que se exhiba en la trigésima Bienal Nacional de Artes Visuales llevado a cabo en el Museo de Arte Moderno en la obra llamada colección de primavera del fenecido autor Jorge Pineda, las instalaciones de una cerámica de una niña embarazada con el uniforme escolar propio de nuestro país, cuando la realidad social es que la República Dominicana es uno de los países latinoamericanos con la tasa más alta de embarazos infantiles que no logran terminar los estudios primarios a causa de un embarazo a temprana edad.

 

Con el tiempo, el acceso a la información que repercuten a estos temas ha ido instituyendo el propósito de ir eliminando los mitos y tabúes con los que crecimos muchos dominicanos y que son necesarios tratar y, sobre todo, educar. Con esto refiero el tema de la debida orientación sexual.

 

La sociedad es responsable de las interpretaciones que se hacen públicas respecto a los temas sensibles, que, por costumbre, nunca son debidamente analizados antes de emitirse juicios de valor. Nuestra opinión, por igual influye en la educación social, por lo tanto, debemos ser celosos con nuestras opiniones públicas, porque estas son los referentes que toman los ciudadanos que se limitan a la simple adhesión de la opinión ajena.

Lo cierto es que, la preparación académica de nuestros jóvenes dominicanos es primordial para el bienestar social del futuro de esta nación. La misma, que cuenta con padres jóvenes que por igual no orientan a sus hijos en temas relacionados a la sexualidad y las consecuencias que se desprenden de estos actos; por lo tanto, esta práctica que comienza desde la irresponsabilidad termina siendo una cadena de actos asociados que afectan a las generaciones presentes y futuras, a razón de la no orientación sobre los actos sexuales.

Entonces, en vez de ofendernos o de interpretar ligeramente la exposición que enmarca la educación que simboliza la realidad social local, debemos enfocarnos en hacer un justo análisis de lo que persigue el autor con la misma, debido a que, nuestra cultura, educación y orientación social de diversos temas, depende no solamente del Estado; igual forma parte de la responsabilidad de los individuos que conforman la sociedad.