La Inteligencia Artificial se ha incorporado al campo de la medicina para mejorar la atención al paciente al acelerar los procesos y lograr una mayor precisión diagnóstica, estableciendo camino para brindar una mejor atención médica. Las imágenes radiológicas, las preparaciones de anatomía patológica y los registros médicos electrónicos de los pacientes ayudan en el proceso de diagnóstico y tratamiento de los pacientes. De esta manera existen proyectos dedicados a explorar las aplicaciones de la Inteligencia Artificial en todas los campos sanitarios: como (prevención de enfermedades, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de pacientes), formación continuada, investigadora y de gestión.

En relación a prevención de enfermedades y diagnóstico precoz: Existen algoritmos informáticos que son capaces de contribuir a la prevención del cáncer de cuello uterino con alta precisión. Otros estudios se están realizando para ofrecer un diagnóstico a través del uso de de algoritmos en el cáncer de útero, cabeza y cuello1, próstata o pie, ya sea a través de la aplicación de este tipo de software a la identificación de proteínas, con  técnicas de imágenes.

También se han desarrollado programas para la detección precoz de cardiopatías ocultas a partir de registros electrocardiográficos digitalizados, diabetes y sistemas inteligentes que siguen el paradigma del Razonamiento Basado en Casos para solucionar problemas.

En el diagnóstico: Existen programas informáticos de ayuda al diagnóstico. Actualmente existen diferentes tipos de software que se pueden aplicar a diferentes grupos de enfermedades como MYCIN para enfermedades infecciosas, CASNET, para oftalmología, PIP para enfermedades renales o RHEUM para enfermedades reumatológicas. En el tratamiento: Combinando aplicaciones tecnológicas como sensores corporales en tejidos inteligentes podemos predecir comportamientos o actividades  de personas mayores que viven solas pudiendo mejorar su autonomía.

La Inteligencia Artificial también se puede aplicar para predecir reacciones adversas de tratamientos médicos y el grado de cumplimiento del tratamiento por los pacientes. En gestión: La gestión de recursos materiales y humanos se puede beneficiar de la Inteligencia Artificial ya que al examinar grandes cantidades de datos procedentes de registros históricos se ayuda a prever los recursos necesarios en una situación concreta de manera que se optimiza el rendimiento, se impulsa la productividad y se mejora el uso de los recursos disponibles. Partes de la Inteligencia Artificial como la lógica difusa o la comprensión por parte de las máquinas del lenguaje natural humano pueden mejorar la clasificación de información o documentos

La automatización y la inclusión de los robots y las máquinas en la toma de decisiones  que afectan a los seres humanos conllevan una serie de consideraciones éticas importantes. La Inteligencia Artificial se debe desarrollar, implementar y utilizar con un propósito ético, fundamentado y que refleje los derechos fundamentales, los valores sociales y los principios éticos de la beneficencia (hacer el bien), maleficencia (no hacer daño), autonomía de los seres humanos, justicia y explicabilidad.