Existe un claro consenso en el mundo y que va más allá de los especialistas del área o vertientes asociadas, de que la Inteligencia Artificial ha de tener uno de los más extraordinarios impactos en el desarrollo en toda la historia. Habiendo entrado ya hoy en ruta de muy acelerado ascenso, sin retorno.
Por lo que procede ponderar los obstáculos que podrían encontrarse en el camino. Y tiene que ver principalmente con las empresas y más que ellas sus entornos, en primer lugar, el contexto político.
Al considerar el contexto político la primera consecuencia es que, por razones al margen de la ciencia y la tecnología asociadas directamente con los avances de la Inteligencia Artificial, se dificulte u obstaculice la colaboración. O más aun que se implementen modalidades en países y regiones a partir de las cuales no sea posible homogenizar sistemas, modelos o formatos.
La punta del iceberg se evidencia a partir de lo afirmado nada más y nada menos que por el director general de Google, Sundar Pichai, el 15 de noviembre del año pasado, al expresar que “China será imbatible en Inteligencia Artificial”.
En términos equivalentes se había expresado en mayo de 2023 Jensen Huang, taiwanés que llegara a los 9 años a los Estados Unidos para convertirse por su gran dedicación a los estudios y espíritu emprendedor, en presidente fundador de NVIDIA empresa líder del área de Inteligencia Artificial en dispositivos microelectrónicos tales como unidades de procesamiento grafico GPU (por sus siglas en ingles de Graphic Processing Unit).
Damos las anteriores informaciones de referencia debido a que a diferencia del Google Jensen Huang y su empresa de vanguardia en Inteligencia Artificial, NVIDIA, no son tan bien conocidos por el gran público; pero sobre todo para resaltar que Jensen Huang por igual hacía un llamado al gobierno de los Estados Unidos a no subestimar el desarrollo de China en el área.
Ambos lideres de entre las principales empresas de vanguardia inscribían sus afirmaciones en el marco de las sanciones dispuestas por Estados Unidos a China, prohibiendo la venta de microprocesadores (“cerebros” de los sistemas informáticos) asociados a la Inteligencia Artificial por parte de empresas norteamericanas.
En los Estados Unidos hay diez grandes empresas trabajando intensamente en distintas vertientes de la Inteligencia Artificial; pero por igual en China se estiman en más de diez empresas emergentes de grandes proyecciones.
La Inteligencia Artificial es de una trascendencia tal que aun parezca una utopía deberían sino eliminarse, al menos reducirse esos obstáculos ya en el camino, procurando conscientes de sus dificultades, la colaboración.