Antes del inicio de la pandemia de la Covid-19, un estudio del Banco Mundial- 22 de enero de 2019- como nunca un organismo de esa envergadura lo había afirmado, se refería a la crisis de aprendizaje, a partir de contundentes aseveraciones y muestras, afirmando que “estar en la escuela no es lo mismo que aprender”.

A partir de entonces no pocos especialistas y personas en general han llegado hasta el extremo calificando al sistema educativo como la gran estafa.

Independientemente de los que pudiesen considerarse como extremos, junto al importante incremento de la cobertura educativa   en el mundo de más del 80% de las niñas y los niños, lo que demuestra el estudio del Banco Mundial guiado por la expresión “estar en la escuela no es lo mismo que aprender” ,es que después de varios grados de escolaridad no se domina desde la educación primaria lo elemental en lectura y escritura; pero para que se entienda mejor y poniéndolo en el marco de la realidad de la República Dominicana, pocos egresados inclusive de la educación secundaria pueden redactar correctamente ocho párrafos sobre un determinado tema o realizar correctamente operaciones algebraicas o trigonométricas y hasta aritméticas.

Lo dicho se refiere a los resultados del sistema educativo desde la perspectiva mundial y nacional en general; pero lo referido a su obsolescencia corresponde a que el sistema educativo, aunque parcialmente lo utiliza, se ha quedado muy atrás de una de las más trascendentes etapas del desarrollo de la humanidad con la irrupción de las Tecnologías de Comunicación e Información-TIC- el más extraordinario salto en cuanto a la disposición y gestión de datos, información y conocimiento

desde la invención de la imprenta de Gutenberg en 1450.

Lo que es el aula de clase principalmente en los niveles primarios y secundarios y aun bastante en el nivel universitario, se encuentra muy al margen de ese extraordinario salto, que entre otros debería hacer posible que la actividad educativa no redujera, limitara o hasta anulara la curiosidad con la cual se nace, consustancial a la condición cognoscente-transformadora propio de la especie humana.

Mas cuanto se aborda el tema de la Inteligencia Artificial a partir de sistemas informáticos ya capaces-entre otros- de comprender, aprender, crear, planificar, resolver problemas, con respecto al sistema educativo la obsolescencia cuestiona no solo el hecho de que “estar en la escuela no es lo mismo que aprender” o las consideraciones extremas de la estafa de la educación, es de un mayor alcance.

Por lo que esa obsolescencia ha de ser abordada como un desafío de la mas elevada trascendencia.