Con la Inteligencia Artificial Generativa ya disponible, es posible producir-generar- soluciones a variados problemas que conceptualmente se le planteen; así como hacer poesías, ensayos y… hasta chistes, todos originales. Lo mismo que obras de arte de cualquier estilo, fotos, diagramas, y más, a partir de las amplias fuentes de información en Internet.

Aun se presentan fallas, pero es solo el comienzo. Lo sorprendente es que sistemas informáticos ya pueden hacer actividades propias de la inteligencia humana. Pues era exclusivo de los humanos la capacidad de comprender, aprender, planificar, crear y resolver problemas, entre otras facultades; ya no.

Siempre conviene tener presente que donde se ha llegado con la Inteligencia Artificial ha sido el resultado de un largo proceso de desarrollo que tiene fundamentos principalmente en Física, Matemática-Informática y Electrónica; lo mismo que en la Inteligencia Artificial como disciplina propia, que en los últimos 50 años ha estado desarrollando hasta el llamado chat conversacional que ya en la actualidad hace posible un intercambio entre un sistema informático y los humanos como si fueran simplemente entre humanos.

Sorprende saber que los avances logrados a la fecha se restringen solo a la primera etapa de la Inteligencia Artificial Generativa, llamada Inteligencia Artificial Estrecha ANI (siglas en inglés de Artificial Narrow Intelligence); se llama así por cuanto se enfoca predominantemente en una sola tarea dentro de un rango predefinido. Ya se han vencido desde la ANI a campeones mundiales de ajedrez y comienzan a ser sistemas informáticos que pueden actuar en varios campos del saber o de la actividad humana.

La otra fase de desarrollo de la Inteligencia Artificial que se proyecta es la llamada Inteligencia Artificial General AGI (siglas en inglés de Artificial General Intelligence) lo que ha de implicar un sistema informático con capacidades equivalentes a las humanas. O inclusive otra etapa de mayor alcance denominada Súper Inteligencia Artificial ASI (siglas en inglés de Artificial SuperIntelligence) que superaría a la inteligencia humana y que podrían además desarrollarse niveles de autoconciencia.

Han sido tan potentes las más recientes muestras de las perspectivas de desarrollo de la Inteligencia Artificial y las contundentes evidencias de sus enormes e irreversibles avances, que es ya histórica la carta abierta que firmaron en marzo del año 2023 cientos de sus principales expertos y desarrolladores, así como empresarios del área, advirtiendo de los grandes riesgos potenciales que pudiesen derivarse fuera de control.

Son los Estados y sus extensiones en los organismos internacionales, los llamados a estar atentos a los potenciales riesgos; procurando el muy difícil equilibrio que implique al mismo tiempo no obstaculizar su desarrollo.