La posición de República Dominicana en el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA) 2024 revela avances notables en la adopción de la inteligencia artificial, aunque también pone de manifiesto significativas brechas que impiden su liderazgo regional.
El ILIA 2024 clasifica a los países de la región en tres categorías: pioneros, adoptantes y exploradores, dependiendo de su desempeño en tres áreas clave: factores habilitantes, investigación y desarrollo, y gobernanza.
Con un puntaje total de 45.52, República Dominicana se posiciona en el grupo de "adoptantes", ocupando la séptima posición entre los 19 países evaluados, por encima de países como Panamá, Ecuador y Jamaica, pero por debajo de los líderes regionales como Chile y Brasil.
Factores habilitantes
La dimensión de factores habilitantes cubre la infraestructura tecnológica, el talento humano y la disponibilidad de datos, todos fundamentales para el desarrollo de la IA. República Dominicana obtiene un puntaje de 47.43 en esta categoría, lo que revela limitaciones en su capacidad para ofrecer la infraestructura necesaria para soportar el desarrollo a gran escala de la IA.
En comparación, países como Chile y Brasil alcanzan puntajes significativamente más altos, con 79.17 y 75.21 puntos, respectivamente. Esta diferencia de casi 30 puntos destaca una brecha considerable en cuanto a infraestructura tecnológica y capacidades de talento humano.
La alarmante falta de inversión en infraestructura avanzada, como centros de datos y plataformas de computación en la nube, no solo obstaculiza el avance del país en IA, sino que amenaza con dejarnos irreparablemente rezagados en la carrera tecnológica global. Aunque se ha mejorado la conectividad, las tecnologías más sofisticadas siguen estando fuera del alcance, limitando la capacidad del país para desarrollar aplicaciones más complejas en sectores como la salud y la automatización industrial.
A nivel de políticas públicas, República Dominicana ha comenzado a desarrollar estrategias para fomentar la digitalización y la adopción de tecnologías emergentes. Sin embargo, estas aún no son suficientes para superar las barreras en infraestructura, ni para garantizar el desarrollo del talento humano avanzado necesario para competir con los líderes regionales.
El país debe intensificar la formación de profesionales en áreas como la ciencia de datos, el aprendizaje automático y la ciberseguridad, elementos críticos que actualmente presentan deficiencias.
En una reflexión publicada en 2023, titulada “Claves para la adopción de la IA en el sector financiero”, mencionaba que para que un país como República Dominicana logre aprovechar el potencial de la IA, es imperativo contar con una infraestructura que no solo soporte la adopción de tecnologías avanzadas, sino que impulse su creación.
A falta de ello, nos arriesgamos a quedar rezagados mientras otros países nos adelantan en la carrera por la digitalización.
Investigación, Desarrollo y Adopción (I+D+A)
En la dimensión de investigación, desarrollo y adopción, República Dominicana también enfrenta importantes desafíos. Con un puntaje de 47.43, se ubica ligeramente por encima del promedio regional (47.46), pero muy por detrás de países como México (66.20) y Colombia (54.87). Esto refleja una falta de inversión y apoyo institucional en investigación y desarrollo de IA.
Aunque la IA ha comenzado a ganar terreno en sectores como el comercio electrónico y la automatización financiera, es crucial reconocer que estos avances son insuficientes. La ausencia de un enfoque coordinado y una visión multisectorial descentralizada para fomentar la innovación y la investigación en tecnologías más avanzadas nos condena a ser meros consumidores, no creadores, en la revolución de la IA.
La limitada producción de publicaciones científicas y la escasa creación de patentes tecnológicas debilitan la capacidad de República Dominicana para competir con países más avanzados en el ámbito de la IA. Además, la baja participación del sector privado en la investigación aplicada restringe la capacidad del país para generar nuevas soluciones tecnológicas.
Esta falta de innovación se debe, en gran medida, a la insuficiente colaboración entre universidades, el sector privado y el gobierno, que debería ser un eje central en la estrategia nacional de IA.
Debemos recordar que la adopción de IA no es solo una cuestión de infraestructura. En el artículo “Quince innovaciones para acelerar la economía digital de América Latina” publicado en 2022, señalamos que la colaboración entre el sector público, privado y la academia es esencial para desarrollar soluciones tecnológicas que realmente resuelvan los problemas locales.
No obstante, en República Dominicana, la falta de un enfoque coordinado entre estos sectores ha limitado nuestra capacidad para avanzar en investigación aplicada y desarrollar patentes que podrían posicionar al país como un líder regional.
En contraste, países como Chile y Brasil han logrado integrar la IA en sectores estratégicos, como la salud y la educación, impulsados por una fuerte colaboración entre el gobierno y el sector privado, algo que aún está lejos de ser una realidad en República Dominicana.
Además, los líderes regionales han establecido centros de investigación dedicados a la IA, mientras que, en República Dominicana, estos centros especializados son escasos o inexistentes.
Gobernanza
En la dimensión de gobernanza, que evalúa la capacidad de los países para implementar marcos regulatorios efectivos que promuevan el uso ético y responsable de la IA, República Dominicana alcanza 45.52 puntos. A pesar de algunos avances en el desarrollo de políticas públicas para la digitalización, el país no ha logrado implementar un marco regulatorio robusto que garantice un entorno favorable para el desarrollo de la IA.
Esta advertencia la realizamos en el artículo "Algor-ética" publicado este año, cuando llamamos a la reflexión sobre la importancia de un marco ético sólido que guíe el desarrollo de la IA. Sin un marco legal adecuado, corremos el riesgo de que actores malintencionados utilicen la IA para profundizar las brechas sociales existentes en lugar de reducirlas.
La inexcusable falta de una política integral que aborde temas cruciales como la ciberseguridad y la protección de datos no es solo un freno para la inversión extranjera, sino una puerta abierta al uso indebido y potencialmente peligroso de la IA en el país. Esta negligencia regulatoria amenaza con exacerbar dramáticamente las desigualdades sociales, poniendo en riesgo el futuro desarrollo equitativo de nuestra nación.
La falta de coordinación entre las diferentes instituciones gubernamentales y el enfoque disperso en la creación de normativas han sido barreras para el progreso. En comparación, Chile, con 73.07 puntos, y Brasil, con 69.30 puntos, sobresalen significativamente gracias a sus marcos regulatorios claros y bien estructurados.
Un ejemplo clave de esta brecha es la ciberseguridad, un área en la que República Dominicana aún no ha desarrollado una política integral que aborde los desafíos asociados con la IA. El país también carece de regulaciones específicas que aborden la protección de datos y la ética en el uso de algoritmos, algo que los líderes regionales han comenzado a implementar con éxito.
Brechas abismales
Las diferencias entre República Dominicana y los países líderes en la región son considerables en todos los ejes evaluados por el ILIA 2024. La brecha más notable se encuentra en factores habilitantes, donde la diferencia con Chile y Brasil es de casi 30 puntos.
Esto refleja no solo una mayor inversión en infraestructura por parte de estos países, sino también un enfoque más sólido en la capacitación de talento y la creación de ecosistemas de innovación.
Mientras que los líderes regionales han avanzado significativamente en la adopción de IA en sectores estratégicos, República Dominicana aún lucha por integrar estas tecnologías en áreas clave de su economía.
En investigación y desarrollo, la brecha también es significativa. Chile y Brasil no solo lideran en la producción científica y la creación de patentes, sino que han desarrollado ecosistemas de innovación robustos que impulsan la adopción de IA en sectores de alta relevancia social.
En contraste, la falta de inversión en investigación aplicada en República Dominicana limita la capacidad del país para generar soluciones innovadoras y mantenerse competitivo en el contexto regional.
Finalmente, en el área de gobernanza, la diferencia entre República Dominicana y los líderes regionales es igualmente notable. Mientras que Chile y Brasil han establecido estrategias claras para regular y promover el desarrollo de la IA, República Dominicana sigue rezagada, con una falta de claridad en las políticas públicas y una deficiencia en la implementación de marcos regulatorios adecuados.
Un punto de partida
República Dominicana se encuentra en una posición de "adoptante" en el ILIA 2024, lo que indica que ha logrado avances importantes en la adopción de IA. Sin embargo, las brechas en infraestructura, investigación y gobernanza son significativas, lo que coloca al país en una posición vulnerable frente a los líderes regionales.
Señalamos en el año 2022, al reflexionar profundamente sobre "Inteligencia Artificial en República Dominicana: Desafíos y Oportunidades para el Liderazgo Regional", que el camino hacia el liderazgo en IA no será fácil ni rápido, pero es necesario. Si no abordamos las deficiencias en infraestructura, gobernanza e investigación con la seriedad que requieren, corremos el riesgo de ser meros espectadores en una revolución tecnológica que cambiará el mundo.
Para cerrar estas brechas, el país debe incrementar la inversión real en investigación y desarrollo, mejorar su infraestructura tecnológica y desarrollar un marco regulatorio coherente que fomente el uso ético y responsable de la IA. Esto solo podrá medirse en el crecimiento económico del consumo de la tecnología en el país y su impacto en el índice de desarrollo humano.
Si bien el país ha comenzado a sentar las bases para un futuro más digital, aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar el nivel de los pioneros regionales.
Un esfuerzo de todos
Al reflexionar sobre los 25 años de la tecnología Wi-Fi, recordamos que ’lo que comenzó como un esfuerzo colaborativo para crear un estándar inalámbrico se ha convertido en una fuerza unificadora. Hoy, el Wi-Fi trasciende fronteras y culturas.'
Esta lección es crucial para nuestro avance en IA. Los resultados actuales en República Dominicana son consecuencia directa de un enfoque fragmentado y la dependencia de actores aislados. Para verdaderamente progresar, debemos emular el éxito del Wi-Fi: un esfuerzo colaborativo nacional que unifique gobierno, academia y sector privado.
Solo así la IA en nuestro país podrá trascender las limitaciones actuales, convirtiéndose en una fuerza transformadora que impulse nuestra economía y sociedad más allá de las fronteras tecnológicas.
El momento de actuar es ahora; la colaboración no es una opción, sino una necesidad imperativa para nuestro futuro digital.