Mal contados podríamos señalar que hemos escrito mas de treinta artículos abordando el tema de la movilidad y seguridad vial, principalmente en el gran Santo Domingo, en el que se concentra el 44% de los vehículos automotores y además el 38.2% de los habitantes del país.

 

En esta ocasión, queremos comentar la situación catastrófica del tránsito vehicular que se vive en el perímetro comprendido entre las avenidas Luperón y Leopoldo Navarro(norte-sur) y John F. Kennedy – Bolívar(este-oeste).

 

Lo peor de todo esto es que no vemos en el mediano plazo soluciones que permitirán mejorar este gravísimo flagelo de grandes repercusiones que se manifiesta en un arco iris de situaciones del diario vivir y de múltiples secuelas económicas y de salud para la población y cada día agravándose mas. Esto se podría explicar porque las medidas que se han venido ejecutando entendemos que son como dice el refrán “paños tibios”, si se observan las actuaciones de los actores que diariamente transitan y ejecutan acciones en nuestras vías y lamentablemente estas acciones lo que hacen es contribuir aun mas a hacer estos caminos mas tortuosos.

 

Veamos, algunas de las situaciones que viven los conductores principalmente de vehículos privados que se mueven dentro del perímetro indicado.

 

Si su recorrido se inicia temprano en la mañana en la Av. Luperón, norte-sur, desde la Gustavo Mejía Ricart, su trauma comienza en la rotonda supuestamente controlada con semáforos de la avenida 27 de febrero(Plaza de la Bandera), ya que regularmente el tránsito de los conductores en las vías este-oeste y viceversa satura la rotonda y usted deberá esperar varios cambios de los semáforos para poder introducirse en esta rotonda ya que no he posible conseguir con los conductores que puedan pararse en el cambio de la luz ante de interrumpir el paso de los vehículos que transitan en la dirección norte-sur. Si el fluido eléctrico no existe en ese momento, entonces el caos es terrible debido a que los conductores no están capacitados ni educados para transitar en una rotonda en este caso que pasó de semaforizada a no semaforizada. Para continuar con el perímetro analizado, a través de la rotonda, nos integramos a la avenida 27 de febrero y de ahí al “expreso 27 de febrero” que atraviesa la ciudad.

 

Haciendo un paréntesis, sobre el uso de las rotondas que fueron creadas con el objetivo de contribuir a una mayor fluidez y seguridad del tránsito, se podría decir que las opiniones de los especialistas del área están encontradas. Lo cierto es que sus eficacias dependen en gran medida del nivel de educación que tengan sus conductores, ya que uno de los principales problemas que se presenta en estas, es que no hay conocimientos de los conductores de quien tiene la prioridad o preferencia para incorporarse primero a las mismas. Otras opiniones indican que las rotondas fueron útiles en su nacimiento por allá por el inicio del siglo XX, cuando apenas el tráfico estaba naciendo. De los últimos estudios realizados se han desprendido el inicio de la construcción de rotondas inteligentes que han tenido buenos resultados en algunos países europeos donde los conductores tienen un alto grado de educación en todos los sentidos, que lamentablemente no es el caso de nuestro país.

 

Continuando nuestros recorridos, si por otro lado, si en cambio usted es un conductor que transita en las primeras horas de la mañana por ejemplo por la avenida Núñez de Cáceres, norte-sur, Gustavo Mejía Ricart- Av. 27 de Febrero, deberá preparar su mente para recorrer estos 500 metros en 35 a 45 minutos, ya que en varias de las intersecciones y mayormente en la 27 de febrero, los semáforos existentes son sustituidos por agentes que realizan sus deberes del día en estas horas de la mañana, creando un caos para favorecer ciertos conductores privilegiados que le está prohibido esperar las señales de los semáforos existentes que se suponen están ahí para regularizar el tránsito. Si su tránsito se produce a primeras horas de la tarde, la situación se repite como si fuese una fotocopia de lo ocurrido en las primeras horas de la mañana.

 

Veamos en la próxima entrega como empeora el viaje y lo que sucede si el recorrido que inició en la Avenida Luperón en la rotonda de La plaza de La Bandera, se integra a la Avenida 27 de febrero.