Los conflictos bélicos se encuentran entre las causas que obligan a personas a huir de sus países debido a que sus derechos fundamentales podrían ser violentados y sus vidas amenazadas. La figura que describe ese estatus es el de refugiado.

El derecho internacional ofrece asistencia humanitaria a las personas que se encuentren en esta delicada situación. Pero vivir en otro país por decisión propia, con fines de oportunidades de trabajo, no tiene esa condición, simplemente es un inmigrante que ha llegado a un país a trabajar, estudiar, entre otros motivos.

Estadísticas globales de personas desplazadas por múltiples razones, según estudios realizados por varias agencias de desarrollo, indican que en el mundo hay ciento diez millones de seres humanos que han huido de sus patrias por diferentes causas.

Las personas que se desplazan de un país a otro buscando trabajo para mejoría económica no son refugiados, son inmigrantes. Nuestro país cuenta con una población de inmigrantes compuesta por personas de distintas nacionalidades.

Ningunos encajan en la figura de refugiados, más bien son inmigrantes que han venido al país de manera voluntaria, con el objetivo de establecerse, hacer una vida, estudiar y trabajar. Esa dinámica es igual en muchas naciones donde se vislumbra un futuro financiero.

La población de inmigrantes en el 2013, según datos de la "Primera Encuesta Nacional de Inmigrantes en la República Dominicana (ENI-2012)", era de 768,783 personas; para el 2024 se espera que en el país el número de inmigrantes aumente.

El crecimiento de esa población se deberá a que las personas que viven en países con condiciones difíciles económicamente, por lo regular, se movilizarán hacia los lugares con mayores potencialidades de crecimiento financiero. Y como nuestro país muestra un desempeño de la economía, con tendencia creciente de un incremento de 4.2 % a finales del 2023. (Banco Central de RD).

Las personas de los países con estrés financiero y problemas políticos en la región harán lo posible por llegar al país. Esa población se unirá a las que ya tenemos, suponemos que lo harán dentro de los marcos legales, y uno de los retos que se tendrán que enfrentar será el de la asistencia humanitaria cuando ocurra algún evento.

El refugiado tiene un carácter humanitario y en nuestro país no hay grupos con ese estado, nuestra tarea urgente será la de prepararnos para crisis repentinas que ameriten asistencia humanitaria con el propósito de socorrer a inmigrantes que estén en el territorio sin importar su país de origen.