La infidelidad, aunque pasa todos los días está consignada en el imaginario social como algo terrible y definitivamente produce dolor, a pesar de eso muchas mujeres han aprendido a disimularlo toda la vida. Y claro que hay mujeres infieles, pero hay muchos hombres que incluso tienen dos familias en paralelo y/o relaciones establecidas y longevas con dos mujeres a la vez y esta costumbre no opera en doble vía.

En la República Dominicana la Ley 136-1937 consigna el adulterio como causa de divorcio, no tengo estadísticas, pero imagino que es una causa pocas veces alegada, porque si es de los hombres, está bastante naturalizado y produce conversaciones, comentarios, hasta sus chismecitos, pero no grandes escándalos. Ahora bien, si fuese una mujer que montara una “sucursal” o tuviera una “segunda base” públicamente admitido, si generara un escándalo mayúsculo, claro.

Todo esto viene a cuento, por el desbarajuste que se armó esta semana en las redes por una canción y un video, en donde una artista talentosa, famosa y todo parece indicar que, con mucho dolor en su corazón, tiene un tiempo cantando sus emociones alrededor de su último divorcio y está ganando muchísimo dinero con ello. Muchas personas se han mostrado escandalizadas por “el daño” que ella le está provocando a sus hijos con esa “conducta”. Lo curioso es que esas mismas personas callan ante las situaciones cotidianas de tantas familias en violencia.

Ya esta artista había cantado su despecho hace muchos años. Escuchen sus canciones:  Si Te Vas[1], incluso ahí quizás es más dura que ahora con la otra mujer envuelta en la situación. “Si te vas y me cambias, por esa bruja, pedazo de cuero…” y Antología[2] que es un poema triste y hermoso. Y claro que se puede criticar a una mujer, tener sororidad no significa encubrir o aguantar maltrato. Dejen la manipulación.

La verdad es que como artista la Shaki ya no me gusta como antes, me quede en sus producciones al estilo Pies Descalzos y ¿Dónde están los ladrones? En las canciones de esta etapa no está logrando hacer la poesía con la que se dio a conocer, aunque consiga más dinero. La de esta de esta semana, desde una perspectiva estética es definitivamente nada “Yo valgo por dos de 22. Cambiaste un Ferrari por un Twingo. Cambiaste un Rolex por un Casio…”, a mi sinceramente estos versos lo que me dan es risa.  Ahora bien, no dejo de preguntarme ¿Cuál es el drama? ¿Dolor por los hijos? ¿De verdad una canción les va a afectar más que la separación y las maneras del padre que propiciaron la misma, o al menos lo que se conoce públicamente?

Mi respuesta a estas preguntas es un rotundo no. Me parece que las críticas están más relacionadas con la misoginia internalizada tanto en hombres como en mujeres, que con cualquier otro elemento que entre al análisis.  Es que sigue siendo prioritario y primordial que las mujeres nos quedemos calladas, que seamos primorosas y modositas. Que suframos en silencio y nos sacrifiquemos por todo el mundo. Que no externemos nuestras frustraciones, nuestros dolores, nuestro malestar. Se sigue considerando de mal gusto que digamos lo que pensamos, sigue afianzada la idea de que estamos hechas para ser discretas.

Escuche por ahí en una de las tantas opiniones, que ella es tóxica e indigna, que denigra al género femenino, sinceramente a mí me parece todo lo contrario. Me encanta que grite y cante su malestar y su frustración. Todas las mujeres deberíamos aprender ¡Ya no más sufrir en silencio y aguantar calladitas!  Mujeres del mundo de ahora en adelante vamos a expresar en voz alta lo que nos gusta y lo que no, a denunciar el maltrato y desahogar las frustraciones. No es verdad que eso pueda dañar más que quien produce el daño, ni siquiera a los hijos, que están aprendiendo que está bien hablar de lo que produce dolor. Si, también es cierto que se puede conversar en privado, pero es una opción, no una obligación. Sinceramente es más fácil la terapia porque mi mamá habló cosas que podrían haberse manejado en privado, a la necesaria porque el papá irrespetó, desconsideró y ejerció violencia emocional. ¿Se entiende?

Que la consigna sea relaciones sanas, pero si estoy en una donde hay violencia, y para salir y sanar, tengo que gritarlo a los cuatro vientos, pues a gritarlo. Las mujeres no somos santas. Las mujeres seremos libres, iguales y autónomas.

Por hombres que con su comportamiento no generen la necesidad de cantarles cosas como esta:

…Y cuando te necesitaba diste tu peor versión

Sorry, baby, hace rato

Que yo debí botar ese gato

Una loba como yo no está pa' novato’…

 

Confesión final: Tengo muchos deseos de aprender a facturar, porque ya hace mucho que aprendí a llorar cuando yo quiera y no cuando otra persona lo propicie, creo que es una maravilla lograr tanto dinero con un desahogo existencial. Esto a propósito del verso: “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”.

 

Estímulo para la vida:

“…Tú no sabes que la luna no se queda sola
Se alegra en un mar de olas
Y le dice a la amapola
Que espera su cariñito
Como la güira espera tambora

Que todo tiene su hora
Debajo del sol naciente…[3]

Amor y vida. Alegría como revolución.

[1] https://www.youtube.com/watch?v=xZ1PoPRIuGk

[2] https://www.youtube.com/watch?v=UEsMf03ggEI

[3] https://www.youtube.com/watch?v=07314LhFag4