Es muy cierto que en los medios de prensa suenan voces que afirman que es inevitable un pacto fiscal para aumentar los impuestos en la República Dominicana.

Aunque no soy economista, voy a arriesgar una opinión al respecto.

Particularmente, entiendo que se debe evaluar con mucho cuidado los grupos poblacionales que podrían ser afectados por dicho pacto fiscal, debido a que hay sectores poblacionales que no van resistir un mayor aumento de los impuestos que pagan actualmente.

Conforme a unos cálculos simples que estuvimos realizando, un empleado público o privado no exento puede llegar a entregar en pago de impuestos más de la mitad de su salario bruto.

Veamos. Al cobrar su salario puede entregar un 25% en Impuesto Sobre la Renta (lSR) y al momento de gastar lo que le queda tiene que pagar un 18% en Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados (ITBIS), y en otros impuestos que se agregan en función del tipo de gasto que se realice.

A esas reducciones del salario se suman el pago de los servicios públicos básicos (electricidad, agua potable, recogida de basura, etc.).

Luego, por la deficiencia de los servicios públicos toene que pagar servicios privados en educación, en salud, en transporte, en seguridad ciudadana, entre otros. Tambien gastos en comunicación, alquileres o hipotecas.

En un escenario de esa naturaleza no hay mucho chance para aumentar los impuestos a una gran parte de la población que realmente los paga.

De manera que, si es realmente imprescindible, el pacto fiscal que se asoma debería enfocarse en la reducción de la evasión fiscal, la elusión fiscal y las exoneraciones en pago de impuestos existentes.