En República Dominicana, la tarifa eléctrica que paga la mayoría de los hogares no cubre el costo del servicio. Estos hogares están siendo subsidiados por el gobierno que debe cubrir mensualmente el diferencial entre el costo real del servicio y la tarifa vigente.

Este subsidio se registra y otorga a través del Fondo de Estabilización de la Tarifa Eléctrica (FETE). Cumpliendo con el mandato del Pacto Eléctrico, la Superintendencia de Electricidad (SIE) anunció el ajuste en la tarifa correspondiente al trimestre abril-junio del año en curso. Sólo para este trimestre, el gobierno tendrá que destinar RD$2,194 millones mensuales para cubrir el subsidio por el diferencial tarifario.

La variación en la tarifa eléctrica para el trimestre abril-junio es resultado del fuerte incremento en los precios del gas natural, carbón y fuel oil, entre otros. Se produce en un contexto internacional adverso debido al sobrecalentamiento de la economía cuyas consecuencias son: el aumento en los precios, la escasez de las materias primas y la crisis en la cadena de suministro a nivel global.

Los clientes residenciales (Tarifa BTS-1) con consumo de 0 hasta los 300 kWh tendrán un ajuste parcial de 9% con relación a las tarifas aplicadas en el pasado trimestre enero-marzo. El resto de los tramos tarifarios asumirán los ajustes resultantes del cálculo tarifario del trimestre abril-junio de 2022.

Los clientes en BTS-1 representan aproximadamente el 89% del total de clientes y consumen el 44% de la energía. Son el mayor porcentaje debido a que, de los 2.8 millones de clientes registrados en las tres empresas distribuidoras, menos de 25,000 son clientes comerciales e industriales que están en baja y media tensión con demanda, pero consumen el 45% de la energía servida.

El Pacto Eléctrico firmado por distintos sectores de la sociedad señala en su ordinal 8.2.2.3: "Establecer el régimen tarifario de referencia el cual incorporará una nueva estructura tarifaria y una nueva política de subsidio aprobada por el Poder Ejecutivo". Adicionalmente, en el ordinal 8.2.3.2 establece: "Aplicar a los usuarios regulados la tarifa ajustada trimestralmente en función de las variaciones del precio de compra, las variaciones de la tasa de cambio y la reducción de la pérdida…"

En tal sentido, la SIE pudo cumplir parcialmente el mandato del Pacto. Esto, porque tuvo que tomar en cuenta el impacto que esta medida tendría en los hogares de menores ingresos. Si la autoridad regulatoria del sector hubiera aplicado completamente lo dictado por el Pacto Eléctrico, el aumento en el bloque tarifario BTS-1, en el tramo de 0-300 kWh, hubiera sido de 26.6% en vez de 9%.

Es decir, el aumento aplicado representa cerca de la tercera parte de lo que pudo haberse incrementado en el tramo del bloque tarifario anteriormente citado evitando afectar a 1.9 millones de hogares.

Esta decisión, implicó un aumento en el FETE de más de RD$510 millones mensuales para el trimestre abril-junio. Cabe recordar que, en los hogares de bajo consumo la tarifa de transición es más sensible a incrementos en los precios de los combustibles. Esto se debe a que, cuando aumentan los combustibles, la tarifa que efectivamente pagan estos hogares tiende a alejarse más del costo real del servicio.

Por otro lado, para garantizar que los hogares vulnerables cuenten con un mecanismo de compensación social respecto del consumo eléctrico, el gobierno amplió el alcance del Programa Bonoluz a todos los hogares registrados en el Programa Supérate. En la actualidad, dicho programa abarca a 369,000 hogares.

Esta decisión, busca la racionalización de los subsidios al consumo de electricidad para que los mismos sean recibidos, de forma directa y focalizada, exclusivamente por los hogares en situación de vulnerabilidad.

Por mandato del Pacto Eléctrico, el desmonte del subsidio a la tarifa se aplicará de forma gradual en un plazo de aproximadamente cinco años. Esto permitirá que los clientes puedan ir adaptándose a los ajustes tarifarios y cambiar progresivamente sus patrones de consumo.

República Dominicana se encamina al establecimiento de un sistema de electricidad sostenible en términos técnicos y financieros que fomentará el desarrollo de los sectores productivos y el bienestar de las familias. Nuestro país, es importador neto de los combustibles utilizados en la industria eléctrica y debe pagar los precios vigentes en el mercado internacional.

Nadie pone en duda lo difícil que resulta para los hogares y las empresas enfrentar el actual vendaval inflacionario de origen externo, expresado en el aumento del petróleo y demás materias primas.

En Europa, Estados Unidos y países de Latinoamérica el precio del kWh ha alcanzado niveles máximos en términos históricos. En España, los hogares están pagando facturas récord por el servicio eléctrico. Cabe señalar que, en los territorios antes citados, la tarifa eléctrica no está subsidiada.

El gobierno dominicano dispone de una cantidad y diversidad de subsidios, así como de una acertada política monetaria que le ha permitido enfrentar, hasta el momento, los aumentos de precio en los principales bienes y servicios que demandan los ciudadanos.

La SIE tendrá que seguir siendo creativa para cumplir el mandato del Pacto Eléctrico, dada la coyuntura energética global, afectando lo menos posible a los hogares más vulnerables tal y como decidió hacer en su más reciente ajuste tarifario.