En tiempos de paz una certera predicción meteorológica es de suma importancia para todos los ciudadanos comunes. Los urbanos hacen uso de esa información para estimar el tiempo que les tomará viajar desde sus hogares hasta sus lugares de trabajo y viceversa. También esa  predicción  les sirve a los  urbanos para no salir a mojarse con las lluvias y de esa forma prevenir sufrir enfermedades de infección respiratoria. En cambio, para aquellos que  viven en el campo la certeza de cuando lloverá y cuando habrá sequía les sirve para planificar sus plantaciones y sus  cosechas. Las lluvias sirven para hacer germinar las semillas y para trasplantar las plántulas   de semillas ya germinadas en los viveros o canteros. La predicción meteorológica cobra mayor importancia en épocas de guerra. Por ejemplo podemos retrotraernos a los primeros 5 años de la Segunda Guerra Mundial cuando los ejércitos de Hitler parecían imbatibles esto Provocó que los jefes de Estado de las naciones aliadas se reunieran  en Crimea, donde estuvieron  presentes los gobernantes de Rusia, Inglaterra, Canadá y Estados Unidos. Ellos  decidieron  que Hitler  podía ser derrotado era obligándolo a  dividir sus fuerzas en dos frentes: En el Este de Europa, frente a Rusia y en el Oeste frente a una Coalicion de fuerzas terrestres y aéreas de los países aliados. Como  esa fuerza multinacional tomó mucho tiempo para crearse Stalin estuvo molesto con Churchill  cada vez  que lo veía en una foto haciendo su tradicional signo con el índice y el dedo mayor de la mano derecha  que para Churchill simbolizaba la Victoria. Stalin malentendía que la única manera valida de hacer ese signo cuando  ya estuviese activo el frente militar del oeste de Alemania Constituido por las fuerzas aliadas.

De manera estratégica  se decidió qué las fuerzas que combatirían a Alemania desde el oeste se concentrarían en Inglaterra y desembarcarían en el continente europeo al noroeste de Alemania. Esas fuerzas tendrían como jefe conjunto al general Eisenhower, quien decidió que la invasión llevando tropas, equipo, material bélico y municiones saldría de Inglaterra el 5 de junio de 1944. Sin embargo ese día hubo fuertes lluvias y ventarrones en la parte terrestre y marejadas y tormentas en el mar lo que preconizaba de qué sería muy riesgoso materializar la invasión ese día.

Por esas razones Eisenhower decidió cancelar la invasión ese día con la esperanza de poderla realizar al día siguiente. A sabiendas de que si no la realizaba al día siguiente tendría que posponerla por varias semanas, porque así le indicaban los pronósticos meteorológicos. Sin embargo al día siguiente no existieron condiciones óptimas para la invasión, pero aún así decidió realizarla ese día para no darle oportunidad a Hitler de qué estuviera preparado para repelerla cuando se realizara dentro de varias semanas.

El pronóstico meteorológico que tuvo entre sus manos gozaba de toda su confianza al ser obtenido por sistemas que siempre habían sido certeros y por tanto merecían total credibilidad y por eso decidió hacer la invasión el día siguiente 6 de junio, el famoso día D que salvó la vigencia de libertad en todo el mundo. De no haber hecho la invasión el día 6 de junio para vencer a Hitler se hubiesen establecido en Europa y en gran parte del mundo regímenes totalitarios negadores de la libertad y dignidad humanas que habían ejecutado en campos de exterminios en el holocausto más de 5 millones de judíos. Los datos meteorológicos que tuvieron los ejércitos de Hitler les indicaron que el día 6 de junio las condiciones atmosféricas serían de tal gravedad que la invasión no sería posible y por ello “bajaron la guardia”. Es decir que la predicción meteorológica que Eisenhower tuvo en sus manos le indujeron a no posponer más la invasión y realizarla el 6 de junio mientras podía aprovecharse parcialmente el factor sorpresa. Todos los habitantes del mundo cuando observan en su televisión las rutinarias predicciones meteorológicas deben tener presente que un factor que pudiera haber parecido insignificante, cómo es la estimación de los fenómenos meteorológicos, sirvió para que Hitler y el nazismo no ganaran la guerra; eso evitó que en todas partes del mundo se establecieran regímenes negadores de la libertad y dignidad humana.