El concurso anunciado para seleccionar al director ejecutivo del Instituto Dominicano para la Calidad (Indocal) resalta la necesidad de contar con una infraestructura de la calidad (IC) sólida y eficiente, que respalde la industria nacional en su objetivo de competir en mercados globales organizados.
Hace doce años, se estableció en nuestro país el Sistema Nacional para la Calidad (Sidocal) mediante la Ley núm. 166-12. Este sistema incluye tres instituciones clave: el Consejo Dominicano para la Calidad (Codoca), el Instituto Dominicano para la Calidad (Indocal) y el Organismo Dominicano de Acreditación (Odac). Es muy importante para asegurar su imparcialidad técnica que el Odac sea autosostenible, pero con incentivos públicos que alineen sus objetivos con los intereses nacionales.
El sistema de IC no solo involucra las mencionadas instituciones técnicas, sino que también abarca procedimientos para codificar, analizar, normalizar, medir y evaluar diferentes aspectos de un producto o proceso productivo. Estos procedimientos incluyen la metrología, la normalización, la reglamentación técnica, la evaluación de la conformidad y la acreditación, además de las tecnologías de gestión y control de la calidad (Cepal, 2014).
Una política nacional de calidad debe trascender de ser una simple declaración de intenciones y permitir al país potenciar industrias con altos retornos y ventajas comparativas, evitando medidas proteccionistas. Actualmente, la política carece de una hoja de ruta clara. De ella debe derivarse una coordinación eficiente para aumentar los retornos de la innovación y facilitar la formación de clústeres, siendo un aliado esencial para nuestro olvidado sistema nacional de innovación y desarrollo tecnológico.
La difusión es fundamental para el desarrollo de la IC, ya que permite la participación de actores clave y fomenta la investigación metrológica. Se recomienda el uso de medios de comunicación masivos y la realización de actividades específicas dirigidas a tres grupos objetivos: políticos, industria y academia. Esto garantizará la concienciación sobre la importancia de la calidad y su incorporación en las estrategias de producción y formación académica.
Tras doce años de implementación, es imperativo que el gobierno apoye la metrología industrial (calibraciones con trazabilidad al sistema internacional) y la participación de expertos en proyectos de innovación. Los consejos científicos y técnicos consultativos deberían orientar el desarrollo de la metrología, normalización y acreditación. Además, es necesario identificar y desarrollar laboratorios de referencia en metrología química, imprescindible en estos tiempos para garantizar alimentos saludables.
La inclusión de tópicos de IC en los planes de formación de educación superior a largo plazo es necesaria, precedida por una mayor difusión de su importancia. También es perentorio disponer de información detallada sobre el uso de las funciones técnicas del sistema por parte de las empresas. Mejorar la sistematización de datos permitirá una evaluación más precisa y una mayor conciencia pública sobre la relevancia de la IC en el mundo digital de una impresionante dinámica tecnológica.
Simultáneamente, es vital fomentar una agenda de investigación en temas de IC, identificando necesidades sectoriales y empresariales, recordando que "la ciencia comienza con las mediciones".
En el contexto de la agenda de transformaciones del presidente Abinader, la IC puede ser uno de sus aliados más potentes. La interrelación dinámica de sus compartimientos funcionales y el desarrollo de las capacidades técnicas conocidas son esenciales para procesos clave como la innovación, la calidad y confiabilidad de los experimentos, el desarrollo de nuevas tecnologías, la confiabilidad de las mediciones, la compatibilidad operativa de los productos y la confianza en pruebas y ensayos.
Es nuestro deseo que el próximo director de Indocal, seleccionado por el presidente de la República tras las evaluaciones del Consejo Dominicano para la Calidad, logre llevar a esta institución a niveles de reconocimiento y competencia técnica comparables con referentes regionales como Brasil, Colombia, Costa Rica, Uruguay, Chile y Cuba, entre otras naciones líderes en la materia.
En resumen, para que la República Dominicana pueda competir eficientemente en mercados globales, es esencial contar con una infraestructura de la calidad robusta y bien coordinada. El desarrollo de una política nacional de calidad con una hoja de ruta clara, la difusión efectiva de la importancia de la calidad, el apoyo gubernamental a la metrología industrial, reglamentaria y química, así como la formación de capital humano especializado, son pasos imprescindibles. Solo así se logrará que Indocal y las demás instituciones relacionadas alcancen los estándares necesarios para impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico en el país, contribuyendo con el plan de desarrollo de mediano y largo plazo que se pretende implementar sin olvidar las tareas pendientes en la Estrategia Nacional de Desarrollo, lo mismo que las que se deriven de sus posibles y pertinentes actualizaciones.