La Neuropsicología ha venido investigando los modelos neurocognitivos, psicológicos, biológicos, sociales y ambientales asociados a los homicidios ocurridos en México, Puerto Rico, Colombia, Guatemala, Perú, El Salvador, Paraguay y Uruguay en los últimos 30 años.
Para tales fines, los expertos de la Organización Mundial de la Salud escogieron aleatoriamente un total de 150,320 casos con el auxilio de la neurobiología y la psicología social. En tal sentido, los estudios tenían como propósito investigar si quienes cometieron los crímenes tenían una disfunción de su lóbulo frontal (Informe expertos de la OMS, octubre del 2023).
Además, los expertos de la OMS investigaron si los homicidas que fueron evaluados tenían algún tipo de predisposición biológica, si provenían de un entorno familiar desestructurado y violento y, al mismo tiempo, si éstos habían tenido problemas psicoemocionales y/o neuropsiquiátricos no resueltos.
Como se sabe, “las predisposiciones biológicas afectan los lóbulos frontales responsables de la función espontánea, la memoria, el lenguaje, el juicio, el control de las emociones y los impulsos, así como el comportamiento social y sexual de las personas a partir de los 15 años” (DSM-V, 2018).
Por su parte la Neuropsicología sabe que, “cuando una persona presenta una disfunción del lóbulo frontal, la persona pierde el sentido de cognición sobre lo que está ocurriendo en ese momento, ya que la disfuncionalidad cerebral afecta las áreas prefrontales, ventrolaterales y orbitales del cerebro humano” (DSM-V, 2018).
Asimismo, la neuropsicología ha constatado que, “la disfunción del cerebro se debe en gran parte a la afección de la amígdala cerebral, la que al verse afectada, impide que la personas actúen con el raciocinio o el discernimiento esperado” (Tratado de Neuropsicología de la Universidad LAVAL, Quebec, Canadá, 2019).
Según se conoce, “la amígdala es una pequeña estructura subcortical relacionada con las emociones, la que tiene una estructura neuronal filogenética antigua y conexiones con partes del sistema límbico, lo que le permite enviar información relacionada con el miedo y la ansiedad a los centros nerviosos superiores” (DSM-V, 2018).
De su lado, los estudios neuropsicológicos realizados por los expertos de la OMS refieren que las personas con trastornos de salud mental asociados con el egocentrismo, la megalomanía, la falta de responsabilidad, la extroversión, el exceso de hedonismo, impulsividad y la falta de control de sus emociones, presentan una predisposición psicoemocional que debe ser tratada por un equipo multicisplinario de especialistas en higiene y salud mental.
Según sabemos los especialistas en higiene y salud mental, las personas con psicosis esquizofrénica (en su forma clínica paranoide), trastorno afectivo bipolar (en su fase maníaca) y psicosis orgánica, cometen homicidios sin estar conscientes de la gravedad y las consecuencias de los hechos.
En tal sentido, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V, 2018) confirma que las psicosis referidas en el párrafo anterior, es un cuadro de salud mental grave que requiere ser tratado a tiempo, por un médico psiquiatra con el apoyo de profesionales del área de la psicología clínica.
Como se sabe, en el período enero-agosto del presente año, han ocurrido en nuestro país homicidios cometidos por personas sin aparentes trastornos psicológicos. No obstante, por la naturaleza de los homicidios reportados por la Policía Nacional, yo pienso que la mayoría de dichos homicidios estuvieron antecedidos por uno o más problemas de salud mental, cuyos síntomas no fueron detectados por los familiares de los homicidas.
Por su parte, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que la sociedad dominicana tiene una deuda social con las familias de escasos recursos económicos que no disponen de los recursos para acudir a un centro de higiene y salud mental, cuando uno de sus integrantes se le presenta un problema psicoemocional que él o ella no está en capacidad de manejar y resolver.
En tal sentido, el Gobierno Dominicano a través del MSP, está llamado a ofrecer la asistencia psicológica y psiquiátrica que necesitan los ciudadanos de escasos recursos económicos, como estrategia para prevenir y resolucionar los problemas personales, familiares, laborales, sociales y comunitarios que podrían derivar en un cuadro de salud mental grave.
Según la Psicología Social, la asistencia psicológica y psiquiátrica a tiempo, es una inversión que el Gobierno Dominicano tiene que hacer para prevenir homicidios lamentables que enlutan a las familias involucradas, cuyo impacto social y económico es altísimo para las familias involucradas, el Estado y para la Sociedad Dominicana.
De nuestro lado, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que, invertir los recursos económicos requeridos para cuidar la salud mental de las personas de escasos recursos económicos, previene hechos y homicidios prevenibles.
Finalmente, la asistencia psicológica y psiquiátrica a las personas que lo necesitan, es una inversión estratégica que tiene un retorno alto en materia de convivencia social y en la salud mental invaluable.
“Un trastorno de salud mental detectado y manejado a tiempo, podría evitar la ocurrencia de hechos lamentables” (DTGM, 2024).