La calidad del servicio eléctrico es el conjunto de características técnicas y comerciales que debe cumplir el suministro eléctrico, según lo exigen la regulación vigente y los consumidores.

La calidad del servicio eléctrico se puede medir mediante indicadores, como:

  • La continuidad del suministro, es decir, el número y duración de las interrupciones.
  • La calidad del producto, que se refiere a las características de la onda de tensión.
  • La calidad de la atención al cliente, que incluye la información, el asesoramiento, la contratación, la comunicación y la reclamación.
  • La desviación de la frecuencia
  • El parpadeo
  • La caída de tensión
  • La distorsión armónica total

La calidad del suministro eléctrico es importante porque afecta no solo la calidad de vida, sino que las desviaciones de los niveles esperados de algunos parámetros, cuando violan lo establecido en las normas técnicas, pueden causar daños a los equipos, pérdida de información y deterioro de la productividad de las industrias y el comercio. La realidad es que la calidad del servicio eléctrico tiene un impacto económico y social.

Cuando las empresas eléctricas no cuentan a tiempo con los recursos económicos para realizar las inversiones requeridas para asegurar la calidad del servicio y dar a tiempo el mantenimiento que requieren las instalaciones, el servicio se deteriora poco a poco y los usuarios terminan perjudicados. Esa es la situación de las tres Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDE), siendo más grave en EDEESTE.

El gobierno tiene años endeudándose para mantener precariamente las operaciones de las EDE. Hace meses acordó un crédito con el Banco Mundial por 225 millones de dólares y recientemente la Cámara de Diputados aprobó otro convenio de préstamo por 37,500 millones de pesos.

Teniendo en cuenta el monto de la deuda pública y el hecho de que la reforma fiscal se retrasará, el gobierno debería considerar seriamente el tema de la capitalización de las EDE y de la Central Punta Catalina, para minimizar el impacto negativo que  provocará este retraso.

Como todos los temas de interés público tienen defensores y opositores, cumpliendo con el compromiso que hice en mi último artículo, a continuación describo las ventajas y desventajas de la privatización de la distribución y comercialización de la energía eléctrica.

La calidad del servicio eléctrico ofrecido por los sectores público y privado puede variar significativamente dependiendo del país, la infraestructura disponible, la regulación, y la gestión de los recursos.

En algunos países de Europa, de América Latina y en Estados Unidos, el servicio eléctrico es ofrecido tanto por empresas públicas como privadas. En República Dominicana el modelo establecido cuando se realizó la reforma, fue el de la capitalización. El Estado conservó el 50% de las empresas distribuidoras públicas y el sector privado quedó como responsable de las operaciones. Entre los años 2003 y 2005 el gobierno recuperó las EDE y desde entonces es responsable de sus operaciones.

Consultando la literatura sobre el tema se puede concluir lo siguiente:

En la parte operativa, el sector privado suele ser más eficiente debido a la competencia y la necesidad de maximizar las ganancias. Esto puede traducirse en una mejor administración de los recursos, una menor tasa de pérdidas en la distribución, y un mantenimiento más rápido y efectivo. Una evidencia de esto es la calidad del servicio eléctrico que ofrece el sector privado en la zona este del país, lo que ha permitido un desarrollo extraordinario del turismo. En el sector público, en cambio, la eficiencia operativa puede verse comprometida por la burocracia, falta de inversión y, en algunos casos, la corrupción. Sin embargo, en algunos países el servicio ofrecido por el sector público puede estar más alineado con el bienestar social, asegurando que las tarifas sean accesibles para todos.

En cuanto a la calidad del servicio, el sector privado tiende a ofrecer un servicio de mejor calidad en áreas urbanas donde la demanda es alta y los costos de mantenimiento son menores. En áreas rurales, donde la rentabilidad es más baja, la calidad del servicio puede ser inferior. En el caso del sector público, como a menudo tiene la obligación de servir a toda la población, incluyendo zonas rurales menos rentables, la calidad del servicio puede ser inconsistente debido a limitaciones presupuestarias y de infraestructura.

En el importante tema de las tarifas, el sector privado tiende a ofrecer un servicio de mejor calidad en áreas urbanas donde la demanda es alta y los costos de mantenimiento son menores. En áreas rurales, donde la rentabilidad es más baja, la calidad del servicio puede ser inferior. En general sus tarifas son más altas que las de empresas públicas. El sector público, por su parte, como tiene la obligación de servir a toda la población, incluyendo zonas rurales menos rentables, la calidad del servicio puede ser inconsistente debido a limitaciones presupuestarias y de infraestructura.

En conclusión, la calidad del servicio eléctrico ofrecido por los sectores público y privado puede variar significativamente dependiendo del país, la infraestructura disponible, la regulación, y la gestión de los recursos.

En la generalidad de los casos, el sector privado tiende a ofrecer un servicio de mejor calidad en áreas urbanas donde la demanda es alta y los costos de mantenimiento son menores. En áreas rurales, donde la rentabilidad es más baja, la calidad del servicio puede ser inferior.

Ventajas del servicio del sector privado:

  • La competencia puede incentivar la innovación y mejorar la eficiencia operativa.
  • Las empresas privadas suelen tener más recursos para invertir en infraestructura moderna.

Desventajas del servicio del sector privado:

  • Las tarifas pueden ser más altas debido a la necesidad de obtener beneficios.
  • Puede enfocarse en áreas rentables y descuidar zonas menos rentables.

Como el sector público tiene la obligación de servir a toda la población, incluyendo zonas rurales menos rentables, la calidad del servicio puede ser inconsistente debido a limitaciones presupuestarias y de infraestructura.

Ventajas del servicio del sector público:

  • Puede estar más enfocado en proporcionar acceso a áreas rurales y menos rentables.
  • En algunos países, el sector público puede estar mejor regulado, lo que garantiza un estándar mínimo de calidad y tarifas. Este beneficio no se recibe en República Dominicana. Las empresas públicas son dífíciles de regular y el servicio no es bueno según los estándares internacionales.

Desventajas del servicio del sector público:

  • Puede enfrentar problemas de eficiencia debido a la burocracia y la falta de competencia.
  • La falta de inversión y mantenimiento puede llevar a una infraestructura obsoleta y a problemas de suministro.

Afortunadamente, el modelo de capitalización utilizado en República Dominicana puede evitar que la privatización descuide la calidad del servicio y el suministro a zonas pobres, pues la remuneración de las empresas la define una Tarifa Técnica que debe emitir la Superintendencia de Electricidad, que le garantiza al inversionista la recuperación del capital y una rentabilidad fija establecida por la Junta Monetaria. Además, el Regulador ya emitió los reglamentos sobre calidad de servicio. Para evitar que las empresas descuiden este compromiso el gobierno tiene que fortalecer al Regulador y asegurar su independencia gerencial, para que pueda apoyar sin reservas a la Procuraduría General Adjunta para el Sector Eléctrico y a las empresas distribuidoras, en la persecución, eliminación y penalización del fraude eléctrico, y a la vez, estar en capacidad de exigirle a las empresas distribuidoras cumplir con las normativas de calidad de servicio para evitar ser penalizadas y obligadas a compensar a los usuarios.

La capitalización de las EDE y su operación por el sector privado, bajo los criterios técnicos definidos en la Ley General de Electricidad, su Reglamento de Aplicación y las normativas emitidas por la Superintendencia de Electricidad, tendría como resultado que éstas dejen de ser una carga para el presupuesto nacional para convertirse en una fuente de ingresos y de apoyo al desarrollo de la nación. Por lo tanto, nuestra recomendación, ante la situación económica que enfrenta el país, es que el gobierno decida cumplir con lo que ordena la normativa vigente y proceda a la capitalización de las empresas distribuidoras, con énfasis en el segmento de comercialización, y simultáneamente fortalezca al Ente Regulador, la Superintendencia de Electricidad, garantizándole al país su completa independencia administrativa, para que pueda actuar de acuerdo a lo previsto en la Ley General de Electricidad, su Reglamento de Aplicación, y pueda ejercer a plenitud sus funciones de regulador y fiscalizador del Sector Eléctrico,