Los algoritmos de inteligencia artificial (IA) tienen el potencial de impactar significativamente en las empresas y la economía global. Este impacto no se limita solo a las potencias tecnológicas como Estados Unidos o China; también se está haciendo sentir en regiones en desarrollo como América Latina.
Según un informe de PwC, se estima que el PIB global podría ser hasta un 14% más alto en 2030 debido a la IA, lo que equivale a un incremento adicional de $15.7 trillones de dólares.
Impacto Regional de la IA
En América del Norte, se espera que el impacto de la IA en el PIB sea significativo, alcanzando un 14.5% del PIB total. Este incremento será impulsado por las grandes oportunidades para introducir tecnologías más productivas que ya están listas para ser aplicadas. La preparación tecnológica y del consumidor para la IA en la región acelerará estos avances.
China, por otro lado, tiene un alto porcentaje de su PIB proveniente de la fabricación, lo cual aumenta su potencial de mejora al introducir tecnologías más productivas. Aunque la adopción inicial de la IA en China podría ser más lenta, se espera que tenga un gran impacto en el PIB para 2030, llegando hasta un 26.1%.
En Europa y Asia desarrollada, también se espera que experimenten ganancias económicas significativas de la IA, mejorando el PIB en un 11.5%. Sin embargo, los países en desarrollo, incluida América Latina, experimentarán aumentos más modestos. En el caso de América Latina, se estima que el impacto podría alcanzar un 5.4% del PIB, beneficiando principalmente a los sectores de venta al por menor, servicios financieros y atención de la salud.
Retos y oportunidades
El impacto de la IA vendrá del aumento de la productividad, la mejora en la toma de decisiones y el aumento de la demanda del consumidor por productos y servicios personalizados y de mayor calidad. Aunque es cierto que algunos trabajos pueden ser desplazados por la IA, también surgirán nuevas oportunidades de empleo. Es relevante mencionar que la IA se puede categorizar en cuatro tipos: inteligencia automatizada, inteligencia asistida, inteligencia aumentada e inteligencia autónoma.
Aunque el informe de PwC nos ofrece indicadores alentadores, es importante interpretar estos datos como el potencial "tamaño del incremento económico" asociado con la IA, y no como estimaciones directas del crecimiento económico futuro. Diversos factores podrían amplificar o mitigar estos efectos.
Debilidades y amenazas
Los analistas predicen un rápido crecimiento en América del Norte, mientras que China podría adelantarse en una década en términos de ganancias de productividad. El sector privado debe responder rápidamente para capitalizar las oportunidades presentadas por la IA, independientemente del sector o economía en que operen. En nuestro país, el gobierno ha tomado la iniciativa en este ámbito.
El informe de PwC, que analiza 300 casos de uso de IA, ofrece recomendaciones para que las empresas aprovechen estas oportunidades. Se destacan los beneficios en áreas como diseño y producción personalizados, archivo y búsqueda de medios, fabricación, energía, transporte y logística. Además, es crucial prepararse para una fuerza laboral híbrida donde la IA y los humanos trabajen juntos, y entender las implicaciones de las políticas de privacidad y protección de datos.
La inteligencia artificial posee el potencial intrínseco para agilizar la integración de datos a lo largo de la cadena de suministro. Esto habilita una producción proactiva y optimiza la entrega de productos al consumidor final. Sin embargo, para capitalizar plenamente estas ventajas en la cadena de suministro y en la producción, es imperativo que todas las partes involucradas estén tecnológicamente equipadas y preparadas para una colaboración efectiva. En el escenario actual, únicamente los proveedores y fabricantes de mayor envergadura y con recursos más robustos se encuentran a la vanguardia.
El debate apenas inicia
La escalada en el PIB global impulsada por la adopción de tecnologías y algoritmos de inteligencia artificial es un hecho ineludible. Este aumento ejercerá un impacto significativo tanto a nivel global como en economías individuales. Ante este panorama, la cuestión apremiante es: ¿cómo podemos garantizar una distribución equitativa de este crecimiento económico emergente?
La rapidez en la respuesta empresarial es crucial para capitalizar las oportunidades que la inteligencia artificial pone al alcance. Esto exige contar con el talento adecuado, herramientas eficaces y acceso a datos relevantes, todo en el marco de una fuerza laboral híbrida compuesta por humanos y sistemas de IA. No obstante, enfrentamos el desafío de nuestra tendencia a importar soluciones en lugar de fomentar el desarrollo local.
¿Implicará esto que la fuerza laboral que colaborará con sistemas de IA en el país será predominantemente extranjera? ¿Se traducirán los beneficios de la IA en un impacto positivo para la población dominicana? Además de estos interrogantes, es esencial abordar cuestiones relativas a la privacidad y la protección de datos personales de los ciudadanos.
Solo así estaremos plenamente preparados para participar de manera efectiva en la cadena de suministro global del presente, no solo del futuro.