Recientemente hemos observado cambios en los algoritmos de Instagram, Google y funcionalidades de WhatsApp, si bien las variación de estas herramientas genera presiones en la experiencia del cliente, traen más desafíos, también brindan más oportunidades comerciales a futuro.

Para las MiPYMES, identificar estas oportunidades será mucho más fácil con una estructura interna resiliente basada en tecnología, delegación y subcontratación. Dicha configuración permitirá a los líderes de las MiPYMES dar un paso atrás y evaluar sus empresas y cómo están posicionadas en sus mercados.

Ver el terreno completo es necesario para preparar planes de contingencia, automatizar lo mundano y consolidar nuestras energías en lo crítico: generar crecimiento, elevarse al siguiente nivel.

Según Steve Strauss, columnista de pequeñas empresas de USA Today, “los grandes emprendedores establecen sistemas que permiten a otras personas hacer cosas que el emprendedor no necesita hacer. Necesitas delegar cosas para que tenga tiempo de pensar en grandes ideas, encontrar grandes clientes u obtener acuerdos más grandes”.

Quisiera pensar que esos grandes emprendedores residen en nuestro país; aquellos que piensan en delegar y encadenar, en vez de bloquear, ralentizar y detener los flujos comerciales.

Si bien la pandemia ha puesto a prueba a muchas pequeñas empresas, también las llevó a repensar cómo operan y qué priorizan. Su resiliencia futura dependerá de qué tan bien diseñen sus estrategias a largo plazo y alineen sus prioridades con su inversión.

El 71% de los profesionales de pequeñas y medianas empresas encuestados por Harvard Business Review en 2021, han realizado cambios como resultado de la pandemia para poder responder más fácil y rápidamente a las interrupciones comerciales en el futuro.

Entendemos que las empresas más pequeñas deberían invertir más en el futuro para obtener los recursos que necesitan para la resiliencia.

Para actividades intensivas en gestión como Recursos Humanos o Contabilidad, por ejemplo, deben enfocarse en buscar organizaciones de profesionales que puedan ayudar a las empresas con todo, desde la nómina hasta la gestión de las opciones de beneficios y el seguimiento del tiempo libre.

Otra ventaja de subcontratar tales funciones similares en lugar de realizarlas internamente es crear más ancho de banda para enfocarse en prioridades a largo plazo.

La pandemia subrayó la importancia de la resiliencia para las MiPYMES, pero ahora los dueños de negocio deben tomar las medidas necesarias estratégicamente para asegurarse de que sea una característica de sus organizaciones cuando lleguen futuras interrupciones.

La tecnología es un facilitador importante en lo que respecta a la eficiencia y la realización de tareas que liberarían a los gerentes de las MiPYMES para pensar de manera más estratégica. La encuesta de HBR revela que el 55% de los participantes informan que sus organizaciones están invirtiendo en tecnología, lo que la convierte en la principal prioridad de inversión.

Creemos firmemente en las soluciones tecnológicas, muchas empresas de tecnología ofrecen soluciones intuitivas y a precios razonables que se centran en las necesidades de las empresas más pequeñas. Este es un gran reto, entendiendo las barreras fiscales de comprar tecnología en el exterior para las empresas nacionales, situación entendemos que el Ministerio de Industria, Comercio y MiPYMES debe remediar.

El mayor error que observamos en los empresarios y lo que hacen los propietarios de las MiPYMES es que no aprenden sobre las tecnologías que compran y, por lo tanto, no aprovechan al máximo las ventajas y las señales que las acompañan.

Para las MiPYMES, la tecnología a menudo juega un papel muy diferente al de una organización más grande, donde los empleados a veces ven la tecnología como una estratagema para reemplazar sus funciones con la automatización.

Recordemos que las MiPYMES tienden a tener menos funciones que están estrechamente enfocadas y específicas. Los empleados, incluidos los propietarios, deben tener funciones cruzadas y ser capaces de hacer muchas cosas diferentes. Y es difícil encontrar tecnología para cumplir con estos roles.

Increíblemente las MiPYMES tienen que echar mano a software sofisticado si quieren competir con los más grandes del mercado y el mismo Estado las penaliza.

Limitar la tecnología en las MiPYMES en este siglo es similar a negar un servicio energético estable. En el juego finito tradicional es "trancar el juego", cuando ganamos más como país si les permiten elevarse y buscar nuevos mercados.