Países como la República Dominicana podrían dar grandes saltos en su desarrollo potenciando la investigación científica y la innovación tecnológica-I+D-, mediante una mayor incorporación de personas a tales áreas, hoy de las más rentables. Mas los niveles de avances de I+D en la actualidad y particularmente en sus fronteras, requieren de un alto nivel matemático.
No se trata de la Matemática a partir de la complejidad y dificultad como generalmente se le asume. Corresponde más bien a la precisa comprensión de su esencia y particularmente de su dimensión instrumental. En tal sentido es importante destacar que cada día menos se requiere y se requerirá de someter al cerebro a tediosos procesos de cálculos o de la identificación e interrelación de las variables, a partir de las cuales se resuelve un determinado problema en ciencia y tecnología.
Lo anterior mejor se comprende cuando vemos de lo que es capaz una calculadora electrónica, que hasta las más avanzadas ya están incorporadas inclusive en los teléfonos celulares que utilizamos cotidianamente. Y más aun si se refiere a como una persona -por ejemplo- en el pasado dividía entre números de varias cifras, o si tenía que determinar la raíz cuadrada o cúbica de determinadas cantidades; no hablar de cálculos logarítmicos o la solución de ecuaciones. Hoy todo eso lo hacen las computadoras y hasta los propios teléfonos celulares que disponemos.
Lo dicho llega hoy a lo máximo con la Inteligencia Artificial a partir de la cual ya desde la concepción del problema de solución matemática y hasta los más complejos, pasa a ser simplemente solicitar a un recurso de Inteligencia Artificial para que los resuelva, pero hay que entender y saber lo que se pide.
Los temas comentados y los conceptos referidos sobre Matemática al hablar de operaciones y soluciones de problemas de I+D, deberían de estar al nivel de cualquier persona educada promedio, pues es parte de los planes de estudio, pero generalmente no es lo que sucede.
Llegamos así al ámbito educativo y más aun lo que podría o debería ser la educación en Matemática. Reconociendo de entrada lo poco divertida y más bien lo aburrida de sus procesos de “aprendizaje”.
Se requiere un cambio radical en la educación matemática, lo cual es posible a partir de su verdadera y profunda comprensión, hasta hacerla divertida y que lo que ha sido tedioso y muy aburrido sea la labor de recursos informáticos que ya se disponen.
Llegó el momento de disfrutar la maravillosa Matemática e impulsar I+D como nunca, razón para hasta volver a estudiarla, inclusive como entretenimiento.