Cuando niño, y todavía hoy en día, siempre me han gustado los dibujos animados o muñequitos como le llamamos por acá, y siempre me llamó la atención uno que era de un León color rosado con mangas de camisa y cuello, llamado Melquiades, que antes de salir corriendo siempre decía: "huyamos hacia la derecha". Más adelante, leyendo acerca de que en los "comics", como se le llama en Estados Unidos, había toda una filosofía por detrás, aunque dizque eran para niños, me enteré de que a través de dicho León y con la susodicha frase, su autor quería presentar su protesta contra los grupos estadounidense de izquierda que se habían vuelto muy de derecha.

Pues algo así ha sucedido entre nosotros con ciertos grupos y hasta con la Iglesia. Recuerdo aquellos años 70 de mi infancia de lucha denodada contra Balaguer y a la búsqueda fuerte por un cambio social de la sociedad dominicana, luego en los 80 se seguía la tónica y en la Iglesia con la famosa pascua juvenil, donde desde la fe cristiana abogábamos para que dicho cambio se diera. Recuerdo los famosos eslogans: ´´Quisqueya quien te liberara´´, ´´Cristo vive´´, ´´Dónde vives, Señor dónde vives´´, y aquellas canciones: ´´Cristo que ha nacido entre la espada y la pared…Cristoooo…vuelve con nosotros para conseguir la fe…vencer a este mundo prisionero del rencor…agobiado por el odio, la injusticia y la opresión´´, y toda una iglesia con unos sacerdotes que a una caminaban con los pobres y campesinos en sus luchas por la tierra y sus reivindicaciones. Eran tiempo de mucho compromiso social e inspirador, a tal punto que se hizo famosa una imagen de Cristo con un gran mimetismo con el Che Guevara. Fueron tiempos de muchas vocaciones en la Iglesia, de jóvenes que querían ser sacerdotes para caminar con su pueblo y ayudarles a salir de su situación opresiva y alienante; había una gran unión entre fe y vida, religiosos y religiosas idos a los barrios a estar y vivir como los pobres de ahí, la época de la teología de la liberación, en un gran encuentro entre fe y compromiso social, una alianza entre creyentes de la Iglesia y marxistas o comunistas de los partidos de izquierda, el sueño era la sociedad socialista que hiciera posible el comienzo del Reino de Dios.

Pero a partir de los 90 y comienzo de este siglo, ha pasado lo del León Melquiades: en nuestra sociedad y el mundo entero se ha dado una gran huida hacia la derecha. Primero, entre nosotros, los de los partidos muchos llegaron al poder y se transformaron y comenzaron a vivir lo que denunciaban. Parece que las puertas abiertas de los círculos sociales que le fueron negadas ahora se les abrían y por nada del mundo se quería o se quiere salir; a nivel de la Iglesia, el papado del momento comenzó a perseguir a la Teología de la Liberación hasta arrinconarla y no dejarla respirar. Los seminarios donde se formaban los futuros sacerdotes cambiaron sus disciplinas y alejaron a los seminaristas del contacto con el pueblo y priorizaron más la liturgia y el Derecho Canónico que una teología y una pastoral abierta a dar respuesta a los problemas del mundo. Los nuevos sacerdotes salían más preocupados por las estolas y casullas que por los destinatarios de su labor pastoral, estaban o están más hecho para una labor de servicios sacramentales que para un trabajo pastoral comprometido. Los nuevos obispos, antes sacerdotes muy comprometidos, pasaron a ser hombres preocupados más por lo que piensa Roma sobre su labor y sus asuntos particulares que por una pastoral y una Iglesia con fuerte raíces dominicanas. Pero también la gente comenzó a vivir una fe más de domingo  y de búsqueda de su salvación individual antes que una fe de fuerte vivencia comunitaria. Y así todos hoy en su gran mayoría como Melquiades han huido hacia la derecha.