1.- Los hechos son los hechos y no se derriten. Son las acciones llevadas a cabo por mujeres y hombres que con sus actuaciones crean situaciones que, dependiendo de su dimensión, marcan una época.
2.- En los distintos continentes que forman parte del mundo, ocurren sucesos importantes que modifican la situación que existía hasta el momento que suceden. Lo acaecido, en ocasiones, viene a constituir un hito, un acontecimiento.
3.- En todo el curso de la década de los años 50 del siglo XX, los pueblos de América Latina y el Caribe, estaban dominados por tiranías odiosas, bajo el mando de despreciables tiranos.
4.- El día 1 de enero, es una fecha sumamente significativa para latinoamericanos y caribeños, porque en ella culminó la gesta heroica del Moncada, con la victoria de la Revolución Cubana.
5.- Hasta el 1 de enero de 1959, en nuestros países, las masas populares eran reprimidas, además de silenciadas mediante el terror y la ejecución del crimen, y el imperio de occidente determinaba el aparato productivo, la estructura social y las instituciones jurídica-políticas.
6.- Luego del triunfo de la Revolución Cubana, jamás la situación de adormecimiento de los oprimidos ha sido como antes. El despertar llegó, se quedó y permanece cada día con más bríos. La represión y la penetración ideológica imperialista, no han impedido el empuje popular, porque ha pesado más la influencia del proceso revolucionario cubano.
7.- Para comprender la incidencia del 1 de enero de 1959, y el triunfo de la revolución en la vida política y social de nuestras naciones, basta con hacer un balance de lo que representaban los pobres ayer y qué son hoy a nivel de su accionar, demandas y logros en todos los órdenes. Su peso específico es evidente y cada día se hace más efectivo.
8.- El movimiento obrero, sindical, estudiantil y feminista; las organizaciones políticas, con sus programas progresistas, y dirigentes con ideas renovadoras, son obras de la Revolución Cubana.
9.- La Revolución Cubana, ha sido la acción política y social de mayor trascendencia y contenido humanista, en toda la historia de nuestros pueblos, porque ella ha puesto al ser humano como el centro, su razón de ser y objetivo a preservar.
10.- Antes del 1 de enero de 1959, las masas populares de cada uno de nuestros países, nunca fueron tomadas en cuenta, a no ser para oprimirlas, humillarlas, despreciarlas y ser utilizadas como bestias, víctimas de un trato cruel.
11.- Por aquí la liberación total no ha sido alcanzada, pero la batalla por la emancipación definitiva está en curso. Cada día son más los trabajadores del campo y la ciudad que en firme se insubordinan indignados por las malas condiciones de vida.
12.- No obstante, la campaña de desinformación y confusión ideológica puesta en ejecución por las distintas administraciones de Estados Unidos, las mujeres y los hombres que a nivel mundial se identifican con las causas justas, la paz, la independencia y soberanía de los pueblos, se mantienen identificados con el proceso revolucionario cubano.
13.- No hay duda de que, 65 años luego de haber triunfado, el mayor logro de la Revolución Cubana, es estar ahí, firme, por encima de las agresiones de que ha sido objeto mediante el bloqueo económico, financiero, aéreo, marítimo, comercial y diplomático, medidas odiosas impuestas por diferentes administraciones norteamericanas.
14.- En cada país, los demócratas sinceros hacen causa común con la Revolución Cubana, porque ella ha interpretado el deseo de cada hombre o mujer que se interesa por el progreso material y espiritual de toda la humanidad.
15.- Las dominicanas y los dominicanos, celebramos doblemente el 1 de enero de 1959, porque esta fecha hizo posible la del 14 de junio 1959, la que tenemos muy presente porque es la que nos permite recordar a la Raza Inmortal, que partió desde Cuba a liberarnos de la tiranía de Trujillo.
16.- Al hablar de los 65 años de la Revolución Cubana triunfante, hay que mencionar a su líder, el comandante Fidel Castro, el más completo dirigente político de todo el siglo XX y lo que va del XXI. El ejemplo de Fidel, como estratega, estadista, ideólogo y orientador, no se puede separar de la Revolución Cubana.