Recordando a Martin Luther King Jr.
Es el día del diálogo, del amor desprejuiciado, del silencio dialogante, de la mirada compasiva, de la autocrítica humilde, de evitar la ausencia, del triunfo contra la autocensura del gozo.
No es el día de cualquier Judas. Hoy es el día del encuentro amoroso donde NOSOTROS es el sujeto más amplio, el más ambicioso y el más humilde.
Hoy es el día de un heroísmo plural. No es el día de una raza ni de una cultura específica. No es el día de la soberbia ni de un orgullo sin sentido. Es el día del abrazo colectivo, el día del amor filial, el día de una maternidad trascendente.
No es el día del paraíso terrenal de los pobres. No es el momento de posponer la tarea de salvar un árbol o rescatar un niño o de cerrar Guantánamo.
Pongamos a un lado la impostergable acumulación de capital para interrogar este morir en la más absoluta soledad. No es el día del paraíso de las promesas cada 4 años o los 6 años del nunca jamás. Es el día del respeto al voto, de la transparencia.
Hoy es tu día de regocijo nacional. Escribe el epitafio que faltaba. Tienes derecho a votar por salvarte o condenarte para siempre. Reúnete con tus amigos, con las asociaciones de un progreso real.
Convence a tus hermanos con tu inteligencia, la sorpresa del amor de una patria común. No hay prosperidad en medio de la pobreza de nuestros hermanos. No hay fronteras para el odio. Celebra el día del arcoíris.
No es el único día de la hermandad en el abismo. Los dreamers no tienen fronteras. No es un día más para cultivar la resignación. Es más que el día contra los apartheid y la cosificación del colonialismo impreso en nuestro ADN.
No es el día de un solo Dios. No es tampoco el día de Aimé Césaire ni el de Platón. Es el día de la poesía sin razas y sin dogmatismos.
No es el día del nada visible y disimulado paraíso fiscal, consensual y tácito. Hay un monstruo de múltiples cabezas. Ustedes saben que el enemigo fiscaliza nuestro sueño.
No es el día de la rapidez desenfrenada ni el de las Gorgonas de la rutina de la cultura. Es el día de la democracia real y la virtual. Esa que es también la utopía de los griegos actuales.
Es el día del voto popular y universal. No deja de ser el eterno día de Nelson Mandela. Pero es el día de Martin Luther King Jr. Démonos un aplauso ambientalista.