I.- Marcelo, en la política por convicciones, no por resentimientos
1.- En sociedades atrasadas y dependientes, las mujeres y los hombres que las integran participan en la actividad política, unos por el convencimiento de que hay que luchar, y sus convicciones les dan fuerza para materializar sus ideales, y otros porque se motivan al considerarse socialmente maltratados, o sea, por resentimientos.
2.- Aquel que se convierte en militante político por estar personalmente enojado, al sentirse marginado por el sistema, una vez satisface sus deseos, deja sus resabios y se contenta con el orden establecido, aunque la comunidad entera se mantenga oprimida.
3.- La persona que políticamente se siente impulsada por su creencia, su ideología la mantiene en la brega por sus principios que le sirven como norma, le dicen la manera de portarse o actuar.
4.- Precisamente, Marcelo Bermúdez, al igual que otros de su generación, llegó a la política porque estaba convencido de la justeza de la causa de su lucha por el bienestar de su país.
5.- La sinceridad de Marcelo con su pensamiento político ha sido de apego absoluto. Nada de estar de inconstante, hasta el punto de que el imperio, sabiendo que no era un desorejado, porque se mantenía fiel a sus ideales, en su momento le mantuvo un agente de inteligencia espiándole en el extranjero.
6.- Al momento de iniciarse en el quehacer político, Marcelo era un jovencito de los que, en Santiago de los Caballeros, se movían en el exclusivo círculo del Centro de Recreo, razón por la cual no tenía motivo para combatir el statu quo.
7.- Basta con honrar la verdad para decir que Marcelo, no llegó a hacer política, siendo un arrancao. Nada de estar en apuros; se inició en el accionar social y político estando muy acomodado, un pudiente en su época.
8.- Es bueno que la juventud dominicana tenga conocimiento de lo que ha sido el proceder de Marcelo, un hombre que ha llevado una existencia de realidades, no de postura fingida.
II.- En la persona de Marcelo: unificadas la conciencia social y la solidaridad
9.- De manera armónica, en la persona de Marcelo se combinan, se ajustan perfectamente la conciencia social y la más alta expresión humana, la solidaridad.
10.- Porque lo que define al ser humano es su actitud ante los hechos, Marcelo ha probado que no ha actuado por conveniencia propia, sino en provecho de la sociedad entera.
11.- Son muchas las acciones llevadas a cabo por Marcelo, que ponen de manifiesto su proceder compasivo con la demostración que ha dado de unirse a otros en procura del bien común.
12.- Podemos dar constancia de lo impregnada que está en la cabeza de Marcelo, su preocupación por la felicidad de los demás.
13.- En el mes de junio de 1974, un grupo de santiagueros convocamos a la comunidad de Santiago, para que el día domingo 23 del mismo mes y año, comparecieran a la Biblioteca Alianza Cibaeña, a dar su contribución para que Onelio Espaillat, pagara la multa que le había impuesto la justicia balaguerista, y lograra así su libertad. La primera persona en llegar a entregar su aporte fue Marcelo Bermúdez.
14.- El 1 de mayo 1972, con motivo de una paliza de que fui objeto en Santiago, por parte de la Policía Nacional, mientras me encontraba interno en un centro médico, con un brazo sujeto con esposas a la cama, hizo acto de presencia Marcelo, y al verme en semejante situación se indignó, y alborotado reclamó y logró que me fueran retiradas las ataduras.
III.- A Marcelo, lo definen los hechos, sus actuaciones
15.- El pueblo dominicano tiene en Marcelo a uno de sus hijos que fue a la política no a aprovecharse ni a obtener beneficios por el deber cumplido.
16.- Nos sale del alma decir que quisiéramos conocer y poder reseñar lo que ha sido la vida política de cada dominicano, pero que sea como la de Marcelo Bermúdez.
17.- Confesamos que redactar sobre Marcelo Bermúdez nos hace sentir bien, porque lo hacemos sobre alguien que ha hecho desinteresados aportes para que nuestro pueblo goce de bienestar material y espiritual.
18.- Al hacer mención de Marcelo, no tenemos en la mente a un santo ni a un demonio, sino a una persona auténtica, consecuente, coherente, un dominicano que se ha portado con su pueblo como han exigido las circunstancias.
19.- Ojalá la sociedad dominicana, en lo adelante, logre parir mujeres y hombres que, como Marcelo, decidan elevarse por encima de sus aspiraciones políticas individuales, y sin ambiciones contribuir al desarrollo independiente de nuestro país.
20.- La vida de Marcelo, se supone, es conocida por todo aquel que ha intervenido o le ha dado seguimiento a la política dominicana en los últimos 60 años. Entonces, de Marcelo Bermúdez, no hemos hecho otra cosa que contar lo que ha sido su vida práctica.