En Estados Unidos se celebra el Mes de la Herencia Afroamericana en febrero. En este mes se celebran actividades para resaltar los extraordinarios aportes de los negros al país y al mundo.
Las actividades inician recordando la fecha del nacimiento del presidente Abraham Lincoln, considerado el padre de la abolición de la esclavitud en todo el territorio federal, y no solo en algunos estados.
Históricamente, la importancia sobre este mes se remonta al año 1969, cuando un grupo de maestros lo propuso inicialmente en la universidad estatal de Kent. Luego, en el 1976, y bajo el mandato del presidente Ford, se decidió que se reconociera este día de manera oficial, con carácter federal. Fue así como empezó lo que ya es una tradición en febrero: reconocer y resaltar la afroamericanidad con conversatorios, películas, conciertos, homenajes.
Mucho se ha avanzado hacia la equidad, todavía sin lograrse. Aún persisten muchos prejuicios y exclusiones contra los negros y otras minorías étnicas en EE.UU.
Por esta razón el mes de la herencia también motiva debates sobre los indicadores sociales y económicos que demuestran que los afroamericanos todavía sufren las secuelas de siglos de exclusión: como la pobreza, la marginalidad, la violencia, la discriminación laboral.
Aún persisten muchos prejuicios y exclusiones contra los negros y otras minorías étnicas en EE.UU.
Se requiere continuar trabajando por disminuir la equidad, por lograr mayores oportunidades para todas las etnias, evitando así la estigmatización que frena las oportunidades de crecimiento.
Se deben propiciar espacios de libre debate -como a los que tuve la oportunidad de participar recientemente- y escuchar a cientos de jóvenes exponer con mucha propiedad, la sociedad en la que aspiran vivir, y ofreciendo soluciones para mejorar la calidad de sus vidas.
Se necesitan políticas política públicas para sacarlos del hacinamiento y reducir la brecha de la pobreza.
El sistema ha normalizado la discriminación, y es necesario comprender que esta dura realidad persiste por la incapacidad de la clase política. Y se empeora.
El Mes de la Herencia Afroamericana es oportuno para reflexionar, resaltar los aportes, pero también para luchar para poner fin a la inequidad y a la exclusión en un país que se supone es el de las mayores oportunidades para todos y todas.