Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el hedonismo es una conducta humana que solo busca el placer individual, sin respetar los sentimientos de los demás (DMS-V).
Como tal, el hedonismo es una práctica que tiene como único fin, “la satisfacción personal, sin valorar el impacto psicoemocional causado a las víctimas” (Sociedad de Psiquiatría de Reino Unidos, 2919).
Según se conoce, la persona hedonista busca el placer del cuerpo y vive un mundo de fantasías y, al mismo tiempo, disfrutar de las cosas extravagantes (DMS-IV).
Por su carácter individualista, el hedonista desvirtúa la esencia y la calidad del afecto, la confianza y la intimidad. Es por ello que, el hedonista ve la sexualidad como una posesión personal, sin importarle el desgarre psicoemocional que sufren las víctimas (DMS-III).
Como tal, la persona hedonista utiliza sus órganos genitales para su satisfacción y gratificación física y psico emocional. Según los estudios realizados la Psicología Social, existe hedonismo radical y hedonismo moderado (DMS-V).
Por su parte, el hedonismo radical busca satisfacer todos los placeres físicos y psicoemocionales, sin ninguna restricción; mientras que, el hedonismo moderado busca satisfacer el morbo físico y sexual, para lograr aumentar el placer (DMS-V).
Según los estudios realizados por la Psicología Social, las prácticas hedonistas producen trastornos somáticos, sin importar el sexo y la edad de las víctimas (DMS-V).
Como se sabe, los trastornos somáticos producen un sinnúmero de síntomas que van desde sudoración, estrés, estreñimiento, miedo, ansiedad, trastorno de ansiedad, palpitaciones del corazón, taquicardia, poco o exceso de apetito, insomnio, cefaleas, gastritis, entre otras enfermedades más que, podrían resultar transitorias o permanentes (DMS-II y III).
Por su parte, los psicólogos, los neuropsicólogos y los psiquiatras sabemos que las personas afectadas por prácticas hedonistas sufren de estrés físico y psicológico y, en muchos casos, requieren ser ingresadas a un centro de Salud Mental para ser tratadas y acompañadas en sus respectivos procesos de recuperación (DMS III, IV y V, 1986-2019).
En tal sentido, las técnicas y estrategias recomendadas para estabilizar, tratar y acompañar a las víctimas de prácticas hedonistas son, entre otras: (1) Indagando el grado del desgarre psicológico y emocional que sufrieron en su niñez, adolescencia o en su juventud; (2) ofreciéndoles terapias individuales y grupales, por un período que podría durar entre tres y seis meses.
Asimismo; (3) entrenando a los pacientes para que éstos/as aprendan a escoger cuidadosamente a las personas con quienes se van a relacionar, tanto en lo social como en lo sexual; (4) entrenando a los pacientes para que éstos/as aprendan a interpretar las frases, los gestos, las actitudes y los comportamientos sociales e íntimos de las personas.
También, (5) ofreciéndoles estrategias y técnicas para que los pacientes aprendan a superar los traumas, cuando el dolor toques sus sentimientos, sus valores y sus corazones; (6) entrenándolos psicológica y emocionalmente para que los pacientes no se dejen utilizar, herir o engañar de nuevo, sin importar los vínculos familiares, sociales, íntimos y laborales; y; (7) socializando o compartiendo con sus familiares y relacionados, las experiencias vividas como parte de su crecimiento personal, espiritual y social.
Por otra parte, lo opuesto al hedonismo es el estoicismo. Como tal, el estoicismo es una concepción ética-filosófica griega concebida por Zenón de Citio en el siglo IV a.C., cuyo objetivo principal era buscar el origen de las cosas (Escuela filosófica griega y grecorromana).
Según la filosofía de Zenón, el bien no está en los objetos externos, sino en la sabiduría y el dominio del alma, lo que les permite a las personas liberarse de las pasiones y los deseos malsanos que perturban sus vidas (Escuela filosófica griega y grecorromana).
En tal sentido, los hallazgos más recientes sobre prácticas de estoicismo en Argentina, México, Brasil, Canadá, los USA e Inglaterra en el período 2009-2018 refieren que, “las personas con trastornos de estoicismo, desarrollan una fuerza” de voluntad que les permite controlar sus sentimientos y emociones (Escuela de Psicología de la Universidad de LAVAL, Quebec, Canadá, 2004).
Según la filosofía grecorromana, las personas estoicas tienen las herramientas psicológicas y emocionales para manejar las provocaciones y las presiones que reciben de sus pares y los grupos sociales a los que éstas pertenecen (Escuela filosófica griega y grecorromana).
No obstante, la Psicología Social sabe que, las personas con trastornos de estoicismo, son fuertes y firmes frente a las adversidades, lo que les permite ser individuos “resilientes” y, poco común, en la sociedad posmoderna (DMS-V).
Como se sabe, las personas con trastornos de estoicismo desarrolla una fortaleza de carácter ante la adversidad y el dolor (Sociedad de Psiquiatría de Reino Unido, 2018).
“Una ira desmesurada y sin control engendra la locura” (Epicuro de Samos, 341 a.C.-270 a. C)