El vacío histórico es un fenómeno político que se produce cada cierto tiempo. Ponerle una fecha exacta es imposible. No depende de los deseos emocionales de personas y de grupos. Ocurre por el desgaste de los partidos en el poder y fuera de él, por las contradicciones en lo político, económico, social, etc. Y, por último, cuando se navega en un "mar picado" por la corrupción y la impunidad.
El descontento de la gente por la degeneración del ejercicio de la política se manifiesta con fuerza en las altas tasas de abstención electoral en las últimas elecciones celebradas. Se observa también en la falta de confianza y en la poca credibilidad de los partidos y sus líderes, dirigentes y militantes. El deterioro es tal que los que están en el poder tienen que duplicar sus asistencias sociales y clientelistas para intentar subsanar y amarrar los sentimientos heridos de un sector empobrecido por faltas de políticas públicas que permitan salir de la pobreza y la miseria.
La amargura de la población es de espanto y brinco cuando no existe alternativa confiable para tomar en cuenta. Los partidos vigentes son muy bien conocidos en su doble moral de actuar en el gobierno y en la oposición. Una duplicidad que llena de vergüenza a una sociedad que pierde sus valores éticos, morales, institucionales y patrióticos. Todos, hasta ahora, desde que llegan al Palacio Nacional, se comportan con la misma desfachatez como si nada.
Ese espacio histórico se ha presentado cada cierto periodo en nuestro devenir. Y, aunque no lo crea, ha sido cubierto con creces por los líderes que cubrieron esos periodos, matizados por contextos y matices muy diversos. La sociología del momento pudo identificar las debilidades que arrastraba la sociedad para habilitarle de un instrumento político y guiar su destino. El tacto, la sabiduría y la visión de corto y largo alcance permiten aterrizar a aquellos sabelotodo que viven en las nubes sin pisar el suelo.
Sí, el doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo y el conjunto de fundadores del Movimiento Revolucionario 14 de Junio tuvieron la visión de adelantarse a los acontecimientos y al desaparecer la dictadura trujillista, ya el germen de los catorcistas estaba minando toda la geografía nacional. Lo mismo podemos decir del profesor Juan Bosch con la creación del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Aplicando su certera política organizativa y educativa de lo pequeño a lo grande, supo adentrarse progresivamente con geniales tácticas estructurales y de propaganda en todos los rincones de la sociedad.
El rol de un líder, acompañado de un equipo de hombres y mujeres fieles a los propósitos trazados, es de vital importancia para alcanzar los objetivos plasmados en un programa guía del accionar. Enfocarse en el trabajo planificado, organizado y dirigido es lo que permitió que el 14 de Junio y el PLD de Juan Bosch llegaran tan lejos en el sentimiento de los dominicanos. Por desgracia, con resultados muy tristes y lamentables. Sus adversidades son motivos de reflexiones y discusiones para extraer las mejores experiencias posibles.
La creación de la Unión Patriótica Antiimperialista (UPA) en el momento en que el espacio histórico nos honraba con su presencia, produjo una gran algarabía, entusiasmo y una renovación de la utopía extraviada, nunca vista por esos predios. Entonces, ¿qué pasó? Al desconocer la realidad objetiva de la coyuntura en desarrollo y los peligros que acechaban en una situación compleja y cambiante, terminaron más divididos y abortaron un ensayo precioso que todavía se lamenta. La ausencia de un líder y la inmadurez en participar en la democracia capitalista tuvieron impactos significativos.
En ese mismo periodo de la UPA estaba el partido de Juan Bosch (PLD) disputando el espacio histórico, enfrentando a otros partidos que disfrutaban del poder y algunos codiciándolo. El conocimiento de la realidad dominicana fue la clave para avanzar en una fase de competencia muy aguda y de tener un tacto delicado. La democracia capitalista hay que tratarla con audacia, inteligencia y destreza para salir airoso sin contaminarse ni terminar del otro lado de la acera.
Tenemos un espacio histórico estacionario, esperando ser llenado por algún “cristiano”. El PRM no lo ha cubierto con todos los recursos públicos derrochado. El presidente Abinader "empleándose a fondo” le falta mucho para consagrarse como líder de su partido. Su estructura partidaria es muy frágil y descansa en amasar los bienes estatales. El doctor Leonel Fernández Reyna, protagonista de la política del patio. Sabe perfectamente, con todas las malas mañas aprendidas, soñar con su pasado reciente. El PLD de Danilo tratando de recuperarse después del palo dado. Y por último, la izquierda está preparando su arbolito de Navidad y la carroza, "en Belén con los pastores", para participar en el desfile de los Reyes Magos.
El espacio histórico sigue disponible!