¿Hay psiquiatras para tanta gente?

Tanto para los epidemiólogos como para los salubristas ha quedado establecido que un indicador clave sobre la salud y los sistemas de salud, es el número de recursos humanos por cien mil habitantes que trabajan en el sector. Un indicador es una herramienta diseñada para medir el estado de salud de las personas y el funcionamiento de los servicios sanitarios. Los indicadores aportan información clave para la gestión sanitaria, para la toma de decisiones, para la planificación, para el seguimiento y evaluación de los objetivos de los planes de salud, entre otros fines. (1) En el caso que nos ocupa, la salud mental, la relación sería la que se establece entre el número de este recurso humano especializado (psiquiatras, psicólogos, enfermeras psiquiátricas, terapistas ocupacionales, fonoaudiólogos y otros), por cien mil habitantes.

En esta ocasión nos vamos a ceñir únicamente a determinar dicha relación, en base a los psiquiatras con que cuenta nuestro país y analizar qué tan cerca o lejos estamos del ideal. Debemos consignar que, sea cual fuere la cantidad de psiquiatras que tenga un país, a este profesional le sería imposible realizar su labor en salud mental sin la participación del resto del equipo especializado, tanto en la cantidad como en la capacidad de trabajo, su ubicación y sus conocimientos.

Según datos del portal estadístico de la Unión Europea, la mediana europea es de 18 psiquiatras por 100,000 habitantes, en donde se destacan Alemania [27], Finlandia [24], y en donde España llega a 10 psiquiatras por 100,000 habitantes. (2) En la región de América Latina, el Informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), para el 2016, nos dice que Argentina es el país que posee la mayor cantidad de psiquiatras que trabajan en el sector salud mental por cada 100,000 habitantes, con 21,7. Le sigue su vecino Uruguay, con 14,1 y en tercer lugar está Cuba, con 9,0. En el polo opuesto, es decir, con menor cantidad de psiquiatras, está Haití, con 0,075. Nuestro país, según este trabajo, se sitúa en 2,2. (3) La tasa estimada para nuestro país en 2018 fue de 1,08 psiquiatras por 100,000 habitantes. (4) La mediana de la región era de 1,4 para el año 2017. (5)

Nuestros psiquiatras están distribuidos de una manera muy desigual desde el punto de vista de su distribución geográfica y desde la relación zona urbana y rural. Según el Servicio Nacional de Salud, en abril de 2018 se contaban con 150 psiquiatras nombrados en el sistema nacional de salud pública. De estos, el 80% distribuidos en 4 provincias (Distrito Nacional, Provincia de Santo Domingo, Santiago y San Cristóbal). El 20 % restante estaba distribuido en el resto del país. (6) El levantamiento más reciente al que pudimos acceder es el que está disponible en la Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES), y tiene datos referidos a 2019. Nos señala que se contaba a esa fecha con 124 psiquiatras a nivel nacional en los servicios públicos de salud. Se debe considerar que la disminución brusca en tan corto período de tiempo, pudo deberse a la gran cantidad de servidores de salud que pasaron a pensión y jubilación.

Dicho informe señala que el Distrito Nacional contaba con 38 psiquiatras, la provincia de Santo Domingo con 26, Santiago con 8, San Pedro de Macorís con 6, Duarte con 6, San Cristóbal con 5. Nos dice además, que Santiago Rodríguez, Dajabón, Pedernales, Independencia, Bahoruco, Samaná y Peravia, no cuentan con ningún psiquiatra. Destacar que 12 provincias figuran que tienen un psiquiatra, pero en algunos casos el mismo no reside en dicha provincia, es decir, por ejemplo, vive en San Pedro de Macorís, pero se traslada dos o tres veces a la semana a El Seibo o Hato Mayor, limitando esta realidad, el trabajo en salud mental con visión comunitaria tan vital en el abordaje al usuario y su familia. Todos los psiquiatras trabajan en la ciudad cabecera de la provincia, lo que aumenta el costo de bolsillo y la logística de acceso.

Si consideramos que la recomendación de la Oficina Mundial de la Salud (OMS), es tener 10 psiquiatras por cada 100,000 habitantes para los países de nuestra región (7), y que para 2019 nuestra tasa estimada era de 1,1; podemos inferir no sólo que estamos por debajo de la mediana de la región, que era de 1,4 para 2017, sino que estamos muy lejos de las recomendaciones de OMS.

¿Es posible proveer una atención de calidad con recursos humanos limitados y distribuidos de manera desigual en la geografía de nuestro territorio? ¿Sabemos cuál es la remuneración económica a este personal y lo que dice su contrato de trabajo en cuanto a sus obligaciones? ¿Sabemos cuántas veces a la semana asiste cada psiquiatra a la red pública a prestar servicio? ¿Sabemos cuántas horas labora en cada asistencia?

Las implicaciones de no tener un número adecuado de psiquiatras, para atender una población creciente en demanda de atención en salud mental, unido al hecho de no tener una cantidad suficiente de camas para cubrir la petición de personas con crisis psiquiátrica, como demostramos en el artículo “No hay camas para tanta gente”, coloca a esa población vulnerable y a su familia en alto riesgo de impacto, tanto a su salud como a su economía. Se violentan así principios constitucionales que garantizan el derecho a la salud. Y toda negación de derechos es una violación que se establece desde el Estado a sus ciudadanos.

Nuestra labor social y técnica, es acompañar al gobierno y al Estado, no a modo de crítica, pero sí para mostrar la realidad al desnudar las brechas de los servicios públicos en salud mental, a la vez que se les invita a priorizar el liderazgo y la inversión económica en este sector que evidencia tan deplorable situación.

Bibliografía

1-Indicadores para la evaluación de sistemas de salud mental en España.

https://www.sepsig.org

2-Portal Estadístico de la Unión Europea, Eurostat.

https://ec.europa.eu

3-OECD-ilibrary.org

https://doi.org/10.1787/e1f7dbe4.es

4-Plan Nacional de salud Mental: República Dominicana 2019.

https://repositorio.msp.gob.do

5-Atlas 2017, OPS.

https://iris.paho.org

6-Plan Nacional de Salud Mental: República Dominicana2019.