El próximo día 29 se cumplirá un año del fatídico accidente en la carretera Sánchez, cañada Quita Sueño, que costó la vida de trece personas y otras diecisiete resultaron gravemente heridas al arrollar una patana a un bus de pasajeros.
Como todos recordarán, de inmediato se acusó de la tragedia única y exclusivamente al conductor de la patana, sin analizar otras muchas posibles causas, las cuales pudieron tener gran relevancia. Por ejemplo, nunca se supo si la patana llevaba sobre peso, si el vehículo tuvo un fallo mecánico, si el conductor iba drogado, etc. Solo se informó a la ciudadanía que la patana iba con exceso de velocidad y, por consiguiente, el chofer era el culpable de ese accidente.
Aparte del exceso de velocidad, aseguro que hubo otra causa que fue determinante en el número de víctimas tal alto. Dicha causa fue no tener protegida la cañada el MOPC con un sistema de contención de vehículos, pues cualquier reglamento y/o manual de seguridad vial así lo contempla y exige. Por lo anterior, a los pocos días de producirse el accidente, vía correo electrónico, solicité al MOPC y al INTRANT informasen los motivos por los que esa cañada no tenía ningún sistema de contención de vehículos, para evitar la caída de los mismos. Nunca contestaron.
Con posterioridad, a mediados de enero del presente año, y debido a que algunos medios de comunicación, al igual que un servidor, denunciamos la caída de otro vehículo en la misma cañada, el MOPC colocó barrera de seguridad en la misma. Lo lamentable es que la colocaron bastante mal, motivo por el que denuncié esas prácticas constructivas inadecuadas. Eso sí, la colocación de barrera que hicieron en enero sirvió para demostrar claramente que, en noviembre, cuando se produjo el accidente, la vía estaba sin protección y, por consiguiente, el MOPC era el responsable indirecto de aquella tragedia.
Adicional, al MOPC y al INTRANT, les he sugerido modificar ciertas anomalías que se pueden observar en todas las vías del país, las cuales han producido muchos accidentes con víctimas, y siempre se esconden en el silencio o cuando se pronuncian es para menospreciar a la inteligencia humana. Algunos de los incumplimientos más destacables son:
- Ancho del derecho de vía incumpliendo Ley 684/65 y Reglamento R-12 del MOPC
- Postes dentro del derecho de vía, siendo que lo prohíbe la Ley 684/65 en forma muy clara. En la actualidad se siguen colocando incorrectamente.
- Árboles de gran tamaño en la zona del derecho de vía.
- Falta de sistemas de contención de vehículos en las márgenes de las vías. Es decir, o se retiran los postes y los árboles o se coloca barrera de seguridad.
- Permitir circular vehículos de grandes dimensiones (patanas) por carreteras con un trazado en planta que lo impide. Ejemplos: carretera El Abanico-Constanza; carretera Jarabacoa-Constanza. Esa situación la denuncié por escrito hace más de dos años en el MOPC y estoy a la espera de que prohíban circular a vehículos de giro amplio y me contesten.
- Pavimentar carreteras y en menos de dos años estar destrozadas, llenas de baches, agrietamientos e incluso hundimientos (carretera el Abanico-Constanza).
- Diseños de intersecciones muy inadecuados. El Bulevar del Este es el mejor exponente de cómo no deben diseñarse las intersecciones, incluyendo la rotonda de Punta Cana, que tiene un diseño de los que se hacían a comienzos del siglo XX. Los muertos en esas intersecciones se cuentan por más de cien.
- Reductores de velocidad no contemplados en ninguna norma de países líderes en seguridad vial, ni de nuestro entorno. Son especiales para destruir vehículos y maltratar a las personas.
- Señalización engañosa y en ocasiones mal colocada, aparte de en ocasiones no ser visible por encontrarse tapada por vegetación, pues el mantenimiento es muy deficiente.
- Medianas de autopistas con taludes peligrosos y en la mayoría de casos sin barrera de protección.
También tengo varios interrogantes. ¿Cuándo el INTRANT publicará todos los reglamentos que estaba obligado desde hace seis años a emitir, según la Ley 63/17? Es curioso, pero ningún director del INTRANT ha dicho que procederá a cumplir con esa obligación, y ya han desfilado varios en ese cargo. Lo primero que se necesita es un marco de normas, para evitar tanta anomalía y disparidad en nuestras vías.
¿Por qué el INTRANT no ha construido y puesto en funcionamiento estaciones de pesaje de vehículos? Esta actividad está contemplada en el Plan Estratégico Nacional para la Seguridad Vial 2021-2030 y según el cronograma tendrían que estar todas las estaciones de pesaje terminadas a finales de 2024. Parece que se les olvidó esa actividad, pues no he visto que se esté construyendo ninguna. Recuerdo que el exceso de peso en los vehículos reduce drásticamente la vida útil de los pavimentos.
En fin, parece que la seguridad vial no está como una prioridad en las instituciones que debieran velar por ella y solo nos someten a un bombardeo continuo de propaganda de las maravillas que hacen. Demagogia en estado puro y duro. Todos sabemos que para conseguir disminuir el número de fallecidos y de heridos graves en nuestras vías se necesita una labor multisectorial. La OMS, en su Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020, nos decía: “El enfoque de sistema seguro supone traspasar parte de la responsabilidad de los usuarios de las vías a los diseñadores y gestores del sistema de transporte vial, la industria automotriz, la policía, los políticos, los órganos legislativos, los servicios sanitarios, el sistema judicial, las escuelas y las organizaciones no gubernamentales. Los usuarios solo tienen la responsabilidad de atenerse a las leyes y reglamentos.” Todos los sectores tienen su importancia, pero la más importante es la del proveedor del sistema de transporte. Si éste entrega obras inseguras, el resultado es el que tenemos, aparte de fallar una vigilancia correcta de las actitudes de algunos conductores y un régimen de consecuencias severo.
Por último, es una pena que instituciones que debieran velar por apoyar a los ciudadanos en sus demandas se ahoguen en la burocracia y no cumplan con su trabajo. También podría ser falta de interés en desenmascarar a unos funcionarios carentes de sensibilidad e incompetentes y dejar que el tiempo anule los reclamos.
Creo que ha llegado el momento de ofrecer soluciones a la ciudadanía. No se puede ir siempre detrás de los acontecimientos y seguir destrozando la vida de tantas familias por una pereza manifiesta y tanta incapacidad. La coherencia mínima exigible a algunos dirigentes públicos brilla por su ausencia, actuando con una obscenidad sin límites ante tanto muerto y herido.
Deseo resaltar una curiosidad que me ocurrió hace dos años y medio, con un viceministro del MOPC, el cual, intercambiando mensajes de WhatsApp en horas de trabajo como servidor público, me confundió con un cliente de su empresa de estudios geotécnicos al pretender que me aclarase una situación. Alarmante que, en horas de atender los asuntos del ministerio, atienda asuntos particulares. Hechos de este tipo demuestran la irresponsabilidad y la mediocridad de algunos servidores públicos, junto con su apego a la poltrona, sin importarles más nada.
Confío en un cambio radical de todos los actores involucrados en la seguridad vial, pues de lo contrario, sin hechos comprobables, seguiremos encabezando la lista de uno de los países más peligrosos para los conductores y padeciendo un impacto económico devastador tanto para las familias, las comunidades y los países.