Leonel Fernández recurre cada vez más a un método de ataque al gobierno donde se hace el mismo un harakiri. Es la forma en que los japoneses toman un cuchillo y se lo clavan en el vientre para evitar caer en manos del enemigo o por deshonra.

En su más reciente declaración de que este gobierno es incumplidor y mala paga, vuelve a caer en su estado de amnesia.

Leonel se refería a unas deudas con los productores de huevos de unos 85 millones que INESPRE había prometido pagar. Me gustaría saber lo que dice INESPRE al respecto, porque si algo este gobierno ha hecho es pagar más de 80 mil millones de pesos de deudas herederas. Y las de ahora las paga con relativa prontitud.

Y hablando del tema ¿Cuánta deuda sin pagar dejó Leonel Fernández en sus 8 años de gobierno?  Solo en obras terminadas por contratistas la cifra supera los 3 mil millones de pesos cuando la tasa de cambio promediaba 35 pesos por un dólar.

En una sola de esas oficinas gubernamentales dejó enganchado a unos 130 contratistas, adeudándole más de mil millones de pesos correspondiente a su última cubicación. Eso sin contar deudas con el comercio por compras de bienes y servicios, que son escandalosas.

Otro gran harakiri de Leonel fue cerrar el 2012 con un déficit histórico del 8% del PIB para que su enemigo soterrado, Danilo Medina, ganara las elecciones. Le hubiera ido mucho mejor si hubiera ganado Hipólito Mejía, sin derrochar todo ese dinero que se convirtió en deuda, que hoy estamos pagando.

Obviamente, el gobierno de Danilo Medina no pagó las deudas de Leonel, quien a su vez dejó otras deudas sin pagar, salvo las familiares. Y todas esas deudas de 16 años ahora las heredó el gobierno de Abinader, que ha honrado aquellas que cumplen los requisitos de la Contraloría de la República y el Ministerio de Hacienda.

Tomemos el caso CODIA, donde hay una lista de 134 ingenieros que vienen reclamando el pago de su deuda que tienen entre 15 y 20 años de atraso. La mayoría de esas obras se terminaron entre el 2003 y 2010 y Leonel jamás las pagó. Con el CEA pasó lo mismo después de privatizar los ingenios en su primer gobierno.

El presidente Abinader ha mostrado sumo interés en que esa deuda del CODIA se pague, aunque obstáculos legales exigen cierta dispensa para que las autoridades puedan proceder. Porque ahora las cosas son diferentes y nadie se atrevería a pagar una deuda nueva o vieja que no cumpla todos los requisitos de ley.

Lo peor de todo es que en muchas de esas obras y adquisiciones durante el gobierno de Leonel Fernández los sobornos fluían como un rio caudaloso.

No se olviden del Peme, Odebrecht, del Metro, de los Tucanos, de OISOE y el famoso y cuestionable caso de la Sunland, para solo poner unos pocos ejemplos.

Gracias a Dios, este país cuenta con una sociedad civil activa y vigilante, que jamás olvidará ese pasado, aunque pasen 100 años.