Con motivo del cumpleaños de un amigo profesor de econometría, comentamos nuestras antiguas lecturas de Joseph Stiglitz y de Muhammad Yunus. Estábamos entonces atrapados por complejas observaciones de aquellos primeros años del siglo XXI en nuestro frágil servicio público. Buscamos por todas partes posibles respuestas. Exalumnos del Instituto Nacional de Administración, Gestión y Estudios Internacionales Avanzados (INAGHEI) en el momento de la cooperación académica canadiense de los ochenta, las referencias de Canadá no correspondían a nuestra realidad («la modernización de los recursos humanos»). En nuestro caso, necesitábamos urgentemente pensar en la modernización humana. En otras palabras, construir a la persona. Un  problema ya muy viejo, mucho antes de nuestra generación, ya que recuerdo que el general André Jean Pierre pasaba a menudo por casa para consultar a mi padre sobre cuestiones de las relaciones humanas en las Fuerzas Armadas de ayer.

Miremos detenidamente esta foto del médico de la UNESCO comprobando los latidos del corazón de un campesino haitiano en 1949 (Raymond Kleboe/Getty). En ciertas partes del mundo, se utilizó para ilustrar la primera vez que se examinó a un haitiano. De hecho, fue una verdadera primicia en aquel lejano pueblo.
El 19 de diciembre saludo también la memoria de doña Carmen Quidiello de Bosch (29 de abril de 1915-19 de diciembre de 2020). Mientras su esposo fue presidente de la República, dijo «si existe una primera dama significa que hay una última ¿y quién sería esa última?». El batallón de primeras damas a lo largo de la historia de Haití ha hecho mucho más daño a los presupuestos nacionales que el ejército napoleónico expedicionario.

El mismo día pregunté por el cumpleaños de un amigo diplomático en Europa: ¿ha recibido ya su botella de vino? Se trata de una tradición de ayer en el Ministerio de Relaciones Exteriores, entonces ubicado en unas oficinas del Palacio Nacional. La botella de vino aparecía con una tarjeta de felicitación de Su Excelencia el señor presidente. Siempre es útil señalar que el Ministerio publicaba el Boletín Interno que salía los jueves. Luego vino el Boletín Oficial bimestral. Este último documento fue de capital importancia. Mencionaba las principales publicaciones recibidas, de cancillerías amigas como de organizaciones nacionales. La generación de diplomáticos de la década de 1940 consideró que el Ministerio estaba organizado con rigidez napoleónica. Iniciaron cambios hacia la modernización. No sabemos casi nada sobre las diferentes etapas de los mencionados cambios.

Mientras ustedes leen estas líneas, hay por lo menos 10 millones de haitianos que desean huir de una guerra que muy pocas personas razonables entienden.